Por Alejandro Valera (@ValeraNorris)
Dos goles de Alberto Bueno, que ya es el máximo goleador histórico del Rayo, en Primera, y otro de Adrián Embarba en la segunda mitad hicieron que el Rayo Vallecano remontara a un Granada que se adelantó a los siete minutos con un gol de Jhon Córdoba y que con esta derrota se hunde en el fondo de la tabla.
Con la obligación de ganar, el Granada saltó al césped consciente de que una de las bazas para ganar en Vallecas pasaba por jugar a un ritmo muy alto algo agresivo desde el comienzo.
Ese fuerte inicio del Granada descolocó al Rayo, que se vio superado en intensidad por la zaga granadina y pronto empezó a dominar el marcador. A los siete minutos, un pase de Rubén Rochina a la espalda de la defensa, que tiraron mal el desmarque, hizo que el colombiano Jhon Córdoba, solo ante Cristian Álvarez, cruzara el balón con tranquilidad al fondo de las mallas.
La necesidad de remontada hizo que el Rayo Vallecano despertara y comenzara su habitual juego ofensivo y atrevido, lo que le valió para marcar dos ocasiones muy claras por medio de Alberto Bueno. La primera con un remate de cabeza que sacó con una estirada Oier y la segunda con un disparo al filo del área pequeña que el portero despejó por arriba a córner.
El Granada, al que le costó mucho presionar, solo dio en la primera mitad ciertas muestras de peligro aprovechando la falta de entendimiento entre portero y defensa en la salida del balón desde atrás.
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El descanso le vino muy bien a los granadinos, que volvieron a salir muy enchufados al partido y durante los diez primeros minutos de la segunda parte metió en su campo al Rayo con un agobio constante, sobre todo por el costado izquierdo de Piti.
Todo lo bien que jugó el Rayo durante gran parte de la primera mitad se desapareció en los primeros minutos de la segunda, con unos problemas tremendos para atacar al Granada, moviendo el balón de un lado a otro sin crear peligro.
Esa mala defensa del Rayo, unida a que el Granada cada vez estaba más cómodo y poco a poco iba llegando con más peligro al área, provocó que Paco Jémez diera entrada al extremo Adrián Embarba y al delantero Manucho y formara una defensa de tres.
Los cambios no tardaron en dar resultados porque Manucho, en la primera acción que tuvo, recortó a su marcador en línea de fondo y puso un balón para que Alberto Bueno igualara el partido.
El gol dio alas al Rayo y el Granada, que se hundió anímicamente, y solo unos minutos después ,recibió otro mazazo con el segundo gol de Alberto Bueno, que vive últimamente en un estado de forma impresionante.
En los minutos finales, el encuentro se hizo pesado, en parte a los nervios del Granada, que ya no supo encarar a un Rayo que volvió a jugar con defensa de cuatro para asegurar un resultado que en ningún momento corrió peligro y que aumentó con un gol de Adrián Embarba en el tiempo de descuento.
Un partido en el que Paco Jemez supo leer las tácticas rivales y un Granada que tuvo sus minutos y que se hunde, junto al Córdoba, en el descenso.
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