Por Luis Vega Castillo (@Luisletal)
El fútbol paga, y el pase de esta eliminatoria empezó a fraguarse en los últimos minutos de la ida en Alemania, donde con uno menos, con Torres de interior derecho y Raúl García de mediocentro, el Atleti consiguió salvar el resultado de 1-0 que le permitiría luchar por su pase en el Calderón. Y como luchó.
En una alineación con dos bajas más que sensibles como son las de Godín y Tiago, el Cholo decidió apostar por la máxima ofensividad alineando a Koke de mediocentro con Arda, Cani y Griezmann por delante.
Empezaba el partido muy intenso y los rojiblancos querían hacer las cosas rápido. Demasiado, llegando a tres cuartos de campo con mucha facilidad arropados por un Calderón a rebosar. Pero una vez allí las luces parecían apagarse en gran parte debido a la preocupación y temor a un error que propiciase una contra letal de los bávaros.
La noche empezó a pintarse de gris cuando en el minuto 20 Moyá salió a recoger un balón a ras de suelo y terminó lesionado. Entraba Oblak sin apenas calentar.
El partido continuó con la dinámica de rudeza y miedo al desastre por parte de los dos equipos hasta que en el minuto 27, tras un saque de esquina que pasó por muchísimas cabezas, Cani acomodó el balón a Mario Suárez que en carrera la enganchó para que, con un poco de suerte en un rebote, el balón acabase en las redes. 1-0. Fiesta en el Calderón.
El Bayer parecía sin ideas y el Atlético adelantó algo las líneas sin descuidarse ni por asomo en la defensa. Transcurrió el resto de la primera parte entre faltas y pocas ocasiones.
En el descanso el Cholo decidió sustituir a Cani por Raúl García, calidad por coraje. De todos modos en esos momentos el Atleti liderados por Koke, Arda y un Mario Suárez en estado de gracia dominaban el partido en todas sus facetas.
Aún así las ocasiones claras no abundaron mas allá del constante asedio colchonero al área de Leno.
Se lesionó Mario Mandzukic en el minuto 50, pero dado que el Cholo solo disponía de una sustitución más, el croata aguantó hasta el 85, momento en el que sería sustituido por Torres.
El "Niño", sin estar excesivamente acertado, dio profundidad y velocidad con sus desmarques y carreras al hueco. Pero no bastó para impedir que el partido se fuese a la prórroga.
La prórroga fue agónica con un Atlético que se volcó en el ataque comandados por un Arda Turan que es sin duda uno de esos jugadores mágicos capaz de, en el minuto 112, sacar el balón jugado desde área propia, o poner la pausa necesaria en los últimos metros del campo rival.
Salvó Leno por dos veces el gol en la segunda mitad del suplementario, haciendo sendas paradas a Arda y a Raúl García. El navarro acabó con el pómulo roto por un codazo de roja por parte de Rolfes que el colegiado no vio.
Sin tiempo para más y con un total de 36 faltas se fue el partido a la tanda de penaltis.
Comenzó lanzando el Atlético por medio de Raúl García, pero el navarro mandaría el balón por encima del travesaño. No se podía empezar peor, pero Oblak se vistió de héroe de epopeya griega y paró el siguiente, muy mal lanzado por Çalhanoglu.
Llegaron al quinto penalti empatados y como no podía ser de otra manera fue la responsabilidad para Fernando Torres, tantas veces héroe antaño. El de Fuenlabrada no se puso nervioso y mando el balón dentro. El último penalti del Bayer lo lanzaría Kiessling y se iría alto, desatándose la locura en el Calderón.
Noche mágica en el Manzanares, los del Cholo necesitaban volver a reencontrar sensaciones perdidas que durante tanto tiempo han sido su bandera, intensidad, esfuerzo y equipo. Espera ya el sorteo de los cuartos de final.
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