domingo, 29 de marzo de 2015

Athletic Club. 10 partidos para mejorar un arranque

Por Aitor Sánchez-Rey Larrea (@AitorSanchezRey)

La temporada del Athletic se puede resumir como un conjunto de rachas. Rachas adversas, que le han costado eliminaciones, y rachas favorables, que le han permitido salvarse y, por qué no, pensar en Europa.

Arrancaba el año como uno de los más ilusionantes de los últimos tiempos. Tras apear al Nápoles, el equipo vasco disputaba la máxima competición del fútbol europeo. A priori, esto es algo bueno para un equipo de fútbol, pero a diez partidos para la finalización de la Liga BBVA, se puede decir que ha pasado factura. Muchos pensaron que la Champions les iba a suponer un gran recuerdo, y para nada se han cumplido esos deseos.

Empezar a trabajar en el mes de agosto es algo que solo realizan aquellos que deben jugar una fase previa para clasificarse a algún campeonato. Comenzar una temporada tan pronto es algo que exige una profundidad de plantilla, y no solo eso, también unos recambios de garantías. El Athletic, en gran parte por su filosofía, no puede permitirse una gran plantilla con jugadores que rindan al mismo nivel que los que parten como titulares, por lo que estaba anunciado que si dan el máximo en una competición, se notaría en las restantes.

La plantilla fue uno de los problemas que explican el mal inicio de temporada. Tras la salida de Ander Herrera, la posición de mediapunta quedaba libre y nadie tenía un candidato claro. Unos pensaban en Ruíz de Galarreta, otros en Beñat, otros en Muniain y algunos, en el polivalente De Marcos. Pues con esa duda comenzaron a llegar los partidos. En primer lugar, Txingurri pensó en alinear a Beñat detrás del delantero. Por todos es sabido que el de Igorre no jugaba en esa posición en el Betis, club de procedencia, sino que desarrollaba labores de mediocentro. Pronto se vio que no era su colocación en el campo y que sufría mucho al tener que hacer un gran desgaste en cada partido. 

Muniain es el mediapunta defnitivo | Foto: Deia
De Marcos era la otra solución, pero ha sido más utilizado como lateral derecho, reemplazando a Iraola, que en el medio campo. Con Ruiz de Galarreta cedido al Zaragoza, Muniain era la única solución. Quizás esta idea ha llegado demasiado tarde, ya que ha sido en los últimos partidos donde el joven rojiblanco ha disfrutado de esa posición. Parecía una cosa que se pedía a gritos, pues a Muniain le encanta el balón, y en una banda no recibe tanto como en el centro del campo. El único problema que surge es la resistencia. Iker no brilla por su gran capacidad de recuperación y como mediapunta raramente termina un partido, y si lo hace, acaba muy cansado.

Otro problema, que también tiene que ver con la plantilla, es el de la línea defensiva. En gran parte de las derrotas o empates se ha criticado a la última línea de campo del club vasco. Ya se ha comentado de la utilización de De Marcos en el lateral derecho, cuando no aparecía Iraola. Su homólogo en la izquierda es Balenziaga. El ex del Valladolid se hizo con ese puesto desde su llegada, y las malas actuaciones de Aurtenetxe refuerzan su titularidad. Otra posición con un jugador fijo es la de central zurdo. Laporte es el dueño del centro de la defensa y su nivel es siempre muy alto. Donde ha habido más recambios es en el perfil diestro.

Cuatro jugadores se han disputado el puesto. El que menos ha participado ha sido Bustinza, quien solo apareció frente al Almería en Los Juegos del Mediterráneo para disputar los últimos ocho minutos. Más tiempo ha jugado San José, pero sus malas actuaciones en defensa han provocado que Valverde le utilice como mediocentro.

Etxeita se ha convertido en el central derecho | Foto: RTVE
Los dos jugadores que se han repartido la posición de forma más o menos equitativa han sido Gurpegui y Etxeita. El veterano capitán no está a su mejor nivel, pero su entrega hizo que sea de la partida al principio de temporada. Sin embargo, sus fallos tuvieron demasiado peso y Etxeita le fue ganando terreno. Tanto que ahora la línea defensiva se hace en torno a él. Recientemente ha cumplido 50 partidos vestido de rojiblanco y lo celebró de la mejor manera, con un gol ante el Almería. Muy buenas son las sensaciones que transmite el de Amorebieta y, parece, que junto a Muniain han solucionado los dos grandes problemas que se presentaban en el once del Athletic.

Para cerrar el tema de la plantilla, cabe destacar las grandes actuaciones de Iago Herrerín, que se ha convertido en el futuro recambio de Gorka Iraizoz, la buena disposición de Mikel Rico, siendo el eje del equipo en el centro del campo, y la gran capacidad anotadora de Aduriz. El donostiarra parece tener un suplente de garantías aunque además de gol aporta polivalencia. La irrupción de Iñaki Williams ha dado un aire fresco al equipo. Su espíritu luchador ha devuelto la garra a un equipo que le costaba recuperar la pelota en grandes tramos de partido.

Puestos del Athletic en las 28 jornadas anteriores |
Foto: LigaBBVA
En cuanto a resultados, como se ha mencionado anteriormente, la Champions ha pasado factura y el Athletic se ha convertido en un equipo de rachas. Empezó la liga perdiendo en Málaga para derrotar por 3-0 al Levante en San Mamés. A partir de este partido, los de Valverde estuvieron seis encuentros sin conocer la victoria, con dos empates y cuatro derrotas, que hicieron descender al equipo hasta la 17ª posición

La visita a Almería supuso la primera victoria a domicilio y la segunda de la temporada, dando aire fresco a un equipo que volvió a estar cinco partidos sin perder, con un empate, en Mestalla, y con cuatro victorias que le hicieron olvidarse del descenso y le auparon a la 9ª plaza de la clasificación. Desde la jornada 14ª hasta la 20ª, primera de la segunda vuelta, volvieron a enlazar siete partidos sin sumar tres puntos, con dos empates y cinco derrotas. Así pues, encaraban la segunda vuelta del campeonato desde la 13ª posición.

Esta segunda parte de la Liga ha sido diferente para los de Ernesto Valverde. Tras la victoria en el Ciutat de Valencia subieron a la 8ª plaza, aunque el siguiente visitante a San Mamés era, nada más y nada menos, que el Barcelona de Luís Enrique. Tras la derrota 2-5 cosechada, el conjunto rojiblanco volvió a caer a la 13ª posición, donde se mantendría tras el empate en Granada y la victoria ante el Rayo. Una victoria que supuso el comienzo de un récord. Una marca que estaba fechada en la temporada 84-85 con Clemente como entrenador. El equipo de Bilbao ha encadenado cinco victorias consecutivas que le han permitido escalar hasta la 8ª posición y estar, a tan solo, cinco puntos del Málaga, que ocupa la última plaza que da acceso a competición europea.

Ahora quedan diez partidos para la finalización del campeonato. Cinco son los puntos con su rival por arriba, pero tras ellos llegan el otro gran equipo vasco, la Real Sociedad a tres unidades de distancia. No se pueden despistar los de Bilbao y tienen que encarar todos los partidos como si fueran importantes, de tal forma que lleguen en el mejor momento posible a la final de Copa del Rey que se disputará ante el FC Barcelona el próximo 30 de mayo en el Camp Nou.

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