Por José Luis Pedraza García (@pedraza91)
Tarde calurosa en la ciudad califal que recibía en el Nuevo Arcángel al Atlético de Madrid en la jornada 29. Un partido que se preveía desde el primer minuto fácil para los jugadores de Simeone. Los onces titulares no variaban mucho respecto a la jornada anterior, salvo en la introducción de Saúl desde el inicio por parte del Atlético de Madrid. El Córdoba necesitaba no cometer ningún tipo de error y saber controlar el partido con un buen equilibrio entre el ataque y la defensa si quería hacer daño al equipo madrileño.
Tras la bienvenida que le daban a ambos equipos la afición blanquiverde con el ya tradicional canto del himno del Córdoba a la salida de los vestuarios, comenzaba el partido con lo que sería la dinámica del primer tiempo. Una internada en el primer minuto de Griezmann que despejaba como podía la defensa cordobesista en el punto de penalti.
Pero como dice el refrán, el que avisa no es traidor. Zuculini, tras un error, perdía el balón a manos del jugador francés, que después de robarle el esférico, éste era mandado al fondo de las redes con un tiro raso y cruzado impecable que le imposibilitaba a Juan Carlos cualquier tipo de desvío.
El comienzo del partido no era nada bueno para el equipo de José Antonio Romero, que gritaba y gesticulaba desde la banda tratando de organizar a su equipo y de darle ánimos a Zuculini a pesar de su error.
Pasaban los minutos y sin arriesgar demasiado, el Atlético seguía creando peligro, con un centro de Griezmann a los pocos minutos de su gol que remataría sin oposición Godín. Pero esta vez Juan Carlos supo y pudo atajar ese poderoso remate del jugador rojiblanco.
A partir de aquí pasaron una serie de minutos en los que el Córdoba se hizo dueño del balón. Manejaba bien el esférico cerca del área rival pero sin crear ningún peligro, mientras que los jugadores del Cholo en cada jugada a balón parado que disponían conseguían crear mucho peligro.
Y casi llegó el segundo gol tras los primero 25 minutos del partidos en distintas ocasiones. La primera fue por otro error de Zuculini. El jugar argentino dejaba una mala cesión a Juan Carlos, poniéndolo en un grave aprieto y que pudo salvar frente al jugardor francés Antoine Griezmann, que parecía multiplicarse y estar presente en todos lados. Y la otra sería en un buen centro del protagonista rojiblanco que bajaría con el pecho Mandzukic y finalmente reventaría Koke mandándola al lateral de la portería sin mucha fortuna.
El partido seguía avanzando y el Córdoba no conseguía organizarse del todo en el terreno de juego, mientras que el conjunto rojiblanco estaba dando demasiados avisos, hasta que llegó el segundo gol casi al final de la primera parte. En uno de los buenos centros que estaba poniendo desde el saque de banda Jesús Gámez, Giménez ponía un buen pase dentro del área de cabeza y Saúl remataba a placer poniéndola en la escuadra de la portería de Juan Carlos.
La primera parte finalizaba con una entrada bastante fea de Florín Andone sobre el protagonista de la primera parte, Griezmann. Dicha amarilla sería seguramente la razón entre otras por las que sería sustituido en la segunda parte por Ghilas. Además, Romero introduciría otro cambio, dando entrada a Fede Cartabia por Zuculini, quien había estado muy nervioso y había creado más problemas que soluciones.
Los cambios efectuados en el conjunto blanquiverde buscaban más verticalidad y peligro en las acciones ofensivas. Es cierto que más protagonismo ofensivo tuvo el Córdoba al comienzo de la segunda parte, pero seguía sin crear las ocasiones claras hasta pasado los diez primeros minutos, donde Ghilas tras revolverse en el área tuvo el primer gol, pero fue bien cerrado por los centrales rojiblancos.
Tras esta acción el partido volvía a tener el mismo tono que la primera mitad. El Atlético con tranquilidad dominaba el encuentro creando a veces algunas jugadas ofensivas pero sin mucho peligro, aprovechando las rentas de los primeros 45 minutos.
La frustación iba creciendo en la afición blanquiverde que gritaba en más de una ocasión la marcha de Carlos González, propietario y presidente del club. Además, en cada jugada los jugadores de José Antonio Romero recibían los pitidos de su afición por el mal trabajo que estaban realizando sobre el terreno de juego.
Y tal vez serían estos pitidos los que animaron a los jugadores cordobesistas a dar un paso adelante en los últimos 15 minutos, donde todo comenzaría con un disparo muy fuerte a la cruceta de Bebé desde larga distancia que parecía anunciar el cambio de rumbo del partido.
El Córdoba empezaba a calentarse y a llegar más. Así se vería en dos jugadas consecutivas a balón parado. Tras una falta cometida por Juanfran, por la que sería amonestado y por lo tanto no podrá jugar frente a la Real Sociedad, Bebé desde libre directo casi marcaba pero el balón se iría rozando el lateral de la portería de Oblak. Y sería el portero esloveno el protagonista en la siguiente ocasión blanquiverde, que desviaría con una gran parada el cabezazo de Crespo en mitad del área tras un buen centro de Fede Cartabia.
Finalmente, el Córdoba no consiguió el gol tan buscado en los últimos minutos y escucho entre silbidos y abucheos de su afición el pitido final de Estrada Fernández. Un partido que supo manejar bien el Atlético, con buenos balances defensivos y con un grandísimo Griezmann en la primera parte que le permitió adelantarse y ganar el partido. El conjunto andaluz por su parte, queda aún más tocado si se puede viendo como cae en picado y se alejándose todavía más de la salvación. Mucho van a tener que cambiar las tornas en los partidos frente al Deportivo de la Coruña y el Elche si no quieren los blanquiverdes despedirse definitivamente de la liga BBVA.
Tras la bienvenida que le daban a ambos equipos la afición blanquiverde con el ya tradicional canto del himno del Córdoba a la salida de los vestuarios, comenzaba el partido con lo que sería la dinámica del primer tiempo. Una internada en el primer minuto de Griezmann que despejaba como podía la defensa cordobesista en el punto de penalti.
Pero como dice el refrán, el que avisa no es traidor. Zuculini, tras un error, perdía el balón a manos del jugador francés, que después de robarle el esférico, éste era mandado al fondo de las redes con un tiro raso y cruzado impecable que le imposibilitaba a Juan Carlos cualquier tipo de desvío.El comienzo del partido no era nada bueno para el equipo de José Antonio Romero, que gritaba y gesticulaba desde la banda tratando de organizar a su equipo y de darle ánimos a Zuculini a pesar de su error.
Pasaban los minutos y sin arriesgar demasiado, el Atlético seguía creando peligro, con un centro de Griezmann a los pocos minutos de su gol que remataría sin oposición Godín. Pero esta vez Juan Carlos supo y pudo atajar ese poderoso remate del jugador rojiblanco.
A partir de aquí pasaron una serie de minutos en los que el Córdoba se hizo dueño del balón. Manejaba bien el esférico cerca del área rival pero sin crear ningún peligro, mientras que los jugadores del Cholo en cada jugada a balón parado que disponían conseguían crear mucho peligro.
Y casi llegó el segundo gol tras los primero 25 minutos del partidos en distintas ocasiones. La primera fue por otro error de Zuculini. El jugar argentino dejaba una mala cesión a Juan Carlos, poniéndolo en un grave aprieto y que pudo salvar frente al jugardor francés Antoine Griezmann, que parecía multiplicarse y estar presente en todos lados. Y la otra sería en un buen centro del protagonista rojiblanco que bajaría con el pecho Mandzukic y finalmente reventaría Koke mandándola al lateral de la portería sin mucha fortuna.
El partido seguía avanzando y el Córdoba no conseguía organizarse del todo en el terreno de juego, mientras que el conjunto rojiblanco estaba dando demasiados avisos, hasta que llegó el segundo gol casi al final de la primera parte. En uno de los buenos centros que estaba poniendo desde el saque de banda Jesús Gámez, Giménez ponía un buen pase dentro del área de cabeza y Saúl remataba a placer poniéndola en la escuadra de la portería de Juan Carlos.La primera parte finalizaba con una entrada bastante fea de Florín Andone sobre el protagonista de la primera parte, Griezmann. Dicha amarilla sería seguramente la razón entre otras por las que sería sustituido en la segunda parte por Ghilas. Además, Romero introduciría otro cambio, dando entrada a Fede Cartabia por Zuculini, quien había estado muy nervioso y había creado más problemas que soluciones.
Los cambios efectuados en el conjunto blanquiverde buscaban más verticalidad y peligro en las acciones ofensivas. Es cierto que más protagonismo ofensivo tuvo el Córdoba al comienzo de la segunda parte, pero seguía sin crear las ocasiones claras hasta pasado los diez primeros minutos, donde Ghilas tras revolverse en el área tuvo el primer gol, pero fue bien cerrado por los centrales rojiblancos.
Tras esta acción el partido volvía a tener el mismo tono que la primera mitad. El Atlético con tranquilidad dominaba el encuentro creando a veces algunas jugadas ofensivas pero sin mucho peligro, aprovechando las rentas de los primeros 45 minutos.La frustación iba creciendo en la afición blanquiverde que gritaba en más de una ocasión la marcha de Carlos González, propietario y presidente del club. Además, en cada jugada los jugadores de José Antonio Romero recibían los pitidos de su afición por el mal trabajo que estaban realizando sobre el terreno de juego.
Y tal vez serían estos pitidos los que animaron a los jugadores cordobesistas a dar un paso adelante en los últimos 15 minutos, donde todo comenzaría con un disparo muy fuerte a la cruceta de Bebé desde larga distancia que parecía anunciar el cambio de rumbo del partido.
El Córdoba empezaba a calentarse y a llegar más. Así se vería en dos jugadas consecutivas a balón parado. Tras una falta cometida por Juanfran, por la que sería amonestado y por lo tanto no podrá jugar frente a la Real Sociedad, Bebé desde libre directo casi marcaba pero el balón se iría rozando el lateral de la portería de Oblak. Y sería el portero esloveno el protagonista en la siguiente ocasión blanquiverde, que desviaría con una gran parada el cabezazo de Crespo en mitad del área tras un buen centro de Fede Cartabia.
Finalmente, el Córdoba no consiguió el gol tan buscado en los últimos minutos y escucho entre silbidos y abucheos de su afición el pitido final de Estrada Fernández. Un partido que supo manejar bien el Atlético, con buenos balances defensivos y con un grandísimo Griezmann en la primera parte que le permitió adelantarse y ganar el partido. El conjunto andaluz por su parte, queda aún más tocado si se puede viendo como cae en picado y se alejándose todavía más de la salvación. Mucho van a tener que cambiar las tornas en los partidos frente al Deportivo de la Coruña y el Elche si no quieren los blanquiverdes despedirse definitivamente de la liga BBVA.
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