Por Miguel Ángel Martín (@AdictoFutbolES)
Ayer, se enfrentaron en el partido que cerraba la jornada del domingo en Italia, Milan y Sampdoria. Los rossoneris venían de una buena racha de juego y triunfos mientras que los visitantes se consolidaban como la revelación del Calcio.
Como era de esperar el conjunto lombardo salía enchufado con una grada que animaba sin parar. La presión ofensiva y la calidad que aportaba Van Ginkel, se veía reflejada en el tapiz de juego. Milan avisaba con disparos lejanos por parte del holandés.
Mientras tanto una Sampdoria ordenada esperaba las acometidas para salir al contragolpe con un gran trabajo defensivo de Obiang, y ofensivo por parte de Eder.
El bajón físico local llegaría bastante pronto, causando una peor circulación del esférico y una mayor capacidad de ataque favorable a la Sampdoria.
El conjunto de Mihajlovic mostraba fortaleza y tanteó la meta de Diego López a través de Eto´o consecutivas veces. Se estaban soltando aunque Cerci buscaba sacarle las cosquillas al contraataque.
Llegó el descanso y el encuentro cambió totalmente...
La Sampdoria empezó a manejar todo de una manera apabullante a base de humildad y trabajo. Éder recuperaba y Palombo movía el timón, no se conseguían ocasiones claras excepto una.
El AC Milan noqueado casi consiguió ponerse por delante pero Destro no remató el pase de Antonelli. En el contragolpe, bien llevado por
Eto´o, el camerunés serviría una asistencia magnífica para Soriano que batiera la portería local.
Los rossoneris no reaccionaban y la Sampdoria se crecía, pero ese crecimiento acabó con una falsa seguridad que estaba dando vida a los de Inzaghi. Entró Suso para revolucionar, y así fue nada más entrar De Jong marcaba una chilena que tocaba Duncan para poner las tablas en el marcador, sin que Viviano pudiera hacer nada.
Suso daba ejemplo de la calidad que atesora dirigiendo los minutos finales a un Milan cuya estrella, Ménez, no tenía el día. Esa chispa del español estuvo a punto de remontar el partido, pero el disparo de Suso fue repelido por el poste izquierdo.
El cambio de Inzaghi fue determinante haciendo que los primeros 70 minutos visitantes fueran inútiles.
El partido acabó loco debido al esfuerzo físico, pero con un empate emocionante y lleno de ocasiones además de dos distintos estilos.
Como era de esperar el conjunto lombardo salía enchufado con una grada que animaba sin parar. La presión ofensiva y la calidad que aportaba Van Ginkel, se veía reflejada en el tapiz de juego. Milan avisaba con disparos lejanos por parte del holandés.
Mientras tanto una Sampdoria ordenada esperaba las acometidas para salir al contragolpe con un gran trabajo defensivo de Obiang, y ofensivo por parte de Eder.
El bajón físico local llegaría bastante pronto, causando una peor circulación del esférico y una mayor capacidad de ataque favorable a la Sampdoria.
El conjunto de Mihajlovic mostraba fortaleza y tanteó la meta de Diego López a través de Eto´o consecutivas veces. Se estaban soltando aunque Cerci buscaba sacarle las cosquillas al contraataque.
Llegó el descanso y el encuentro cambió totalmente...
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| De Jong realiza una espectacular volea |
El AC Milan noqueado casi consiguió ponerse por delante pero Destro no remató el pase de Antonelli. En el contragolpe, bien llevado por
Eto´o, el camerunés serviría una asistencia magnífica para Soriano que batiera la portería local.
Los rossoneris no reaccionaban y la Sampdoria se crecía, pero ese crecimiento acabó con una falsa seguridad que estaba dando vida a los de Inzaghi. Entró Suso para revolucionar, y así fue nada más entrar De Jong marcaba una chilena que tocaba Duncan para poner las tablas en el marcador, sin que Viviano pudiera hacer nada.
Suso daba ejemplo de la calidad que atesora dirigiendo los minutos finales a un Milan cuya estrella, Ménez, no tenía el día. Esa chispa del español estuvo a punto de remontar el partido, pero el disparo de Suso fue repelido por el poste izquierdo.
El cambio de Inzaghi fue determinante haciendo que los primeros 70 minutos visitantes fueran inútiles.
El partido acabó loco debido al esfuerzo físico, pero con un empate emocionante y lleno de ocasiones además de dos distintos estilos.
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