lunes, 15 de septiembre de 2014

Reflexiones Nocturnas (I): James vende más camisetas

Por Jon Fernández (@Mur_98)

Sábado, diez menos veinte de la noche, Santiago Bernabeú: Parte del respetable pide la dimisión de Florentino Pérez. El marcador refleja un 1-2 favorable a un Atlético de Madrid que ha dado la vuelta a la tortilla y que se está convirtiendo ahora en la bestia negra del Real Madrid, cuando en los últimos quince años había sido al revés. Más grave habría resultado esto si en aquella noche lisboeta, en el descuento, no hubiese aparecido la salvadora cabeza de Sergio Ramos. Gran parte de la culpa de este cambio de rumbo, quizás toda, la tiene un tal Simeone, que a mi juicio es el único candidato para llevarse el premio al mejor entrenador del año. A base de garra, lucha, intensidad y fútbol, ha demostrado que a día de hoy el Atlético de Madrid es mejor que el Real.

Dejando lo del Cholo para otro día, toca centrarse en el Real Madrid. Una plantilla campeona de Europa que Florentino decidió cambiar para generar más ingresos. Lo que al señor Pérez se le olvidó es que un club de fútbol no es una empresa normal y corriente. Las cosas no funcionan igual. Aquí el público exige resultados, no ingresos. Xabi Alonso se convirtió horas antes del desastre en el MVP del encuentro del Bayern por segundo partido consecutivo. En el segundo tanto del Atlético se ve claramente la falta de un mediocentro de contención. Ahí estaría Xabi. Kroos y Modric son muy buenos, pero no defensivamente, sino con el esférico. No puedes pretender defender solo con cuatro y el portero. Porque luego pasa lo que pasa.

Di María
Domingo, cinco y media de la tarde hora inglesa, Old Trafford: El Teatro de los Sueños despide a Ángel Di María con una atronadora ovación. Un gol, una asistencia y relación directa con al menos otro tanto. El United le gana 4-0 al QPR, y el fideo demuestra una vez más que es un futbolista de máximo nivel. Su sustituto en el Madrid, James, costó más dinero que el que los ingleses pagaron por el argentino. Un despropósito, vamos. Quizá el señor Florentino Pérez debió haberse planteado que Di María está, como mínimo, a la misma altura que Bale. Quizá merecía cobrar más que Sergio Ramos. Quizá fuese el segundo mejor futbolista de la plantilla. Él tenía esa verticalidad que también echó de menos el Madrid en el derbi. Cuando tenía al Atleti metido atrás faltaba esa chispa.

Resumiendo, que al Real Madrid, en el derbi, le faltaron un mediocentro como Xabi Alonso y un tío con la chispa de Di María. Kroos y James no son sus sustitutos naturales, aunque Ancelotti se vea prácticamente forzado a colocarlos ahí. Y para colmo de males madridistas, Xabi y Ángel triunfan en sus nuevos equipos.

Lo más chocante es sin duda lo de Di María, porque a Alonso le queda menos fútbol en sus botas. El fideo ha hecho méritos incluso para opositar al Balón de Oro. La 13-14 no ha sido la temporada de Messi, y Cristiano, mermado físicamente, tampoco sería, a día de hoy, justo vencedor del galardón. La gente habla de Muller o Robben, pero Di María ha sido pieza clave en el esquema del campeón de Europa logrando el MVP en la final de la Champions y se convirtió con su selección en subcampeón del mundo siendo también importantísimo para Sabella. Por tanto, no sería descabellado que, por méritos, Ángel Di María fuese Balón de Oro ya que acumula éxitos en club y selección. Sin embargo, Florentino prefirió a James. Y es que James vende más camisetas.

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