miércoles, 10 de septiembre de 2014

El Athletic exhibirá sus valores en Champions

Por Mikel Peñeñori

Las fiestas en Bilbao no acabaron el pasado domingo 24 de agosto, ni mucho menos. Todo Bilbao era consciente de que el plato fuerte del mes sería la vuelta de la previa de la Liga de Campeones ante el Nápoles en el recién acabado Nuevo San Mamés. Por ello, muchos bilbainos decidieron alargar su estancia en la capital vizcaína hasta el miércoles o el jueves, con el fin de hacer de su nuevo estadio un fortín una vez más. Eran conscientes de que el equipo italiano contaba con mucha más experiencia en partidos como este, y que probablemente tuvieran un mejor plantel de jugadores; pero, si llevas confiando en Lezama desde 1898 y este no te ha brindado ni si quiera la decepción de un descenso, ¿cómo no ibas a hacerlo ahora? Una plantilla marca de la casa que aún vendiendo a muchas de sus estrellas, ha conseguido meterse en la previa para la mejor competición a nivel de clubes merece eso y mucho más, y sus aficionados así se lo reconocieron. Un hervidero de camisetas rojiblancas y gritos de ánimo para el Athletic sería la mejor forma de describir Bilbao aquella mágica tarde del 27 de agosto de 2014, ya para siempre en la memoria de todo aficionado del Athletic. Sin embargo, esta es tan solo la última gesta de un equipo que año a año lleva sabiendo mantenerse en la élite del fútbol español desde hace mas de cien años confiando siempre en cada perlita que ha salido de Lezama en todo este tiempo, que ya son muchas.


San Mamés, un marco incomparable
"Nuestra filosofía deportiva se rige por el principio que determina que pueden jugar en sus filas los jugadores que se han hecho en la propia cantera y los formados en clubes de Euskal Herria, que engloba a las siguientes demarcaciones territoriales: Bizkaia, Gipuzkoa, Araba, Nafarroa, Lapurdi, Zuberoa y Nafarroa Behera, así como, por supuesto, los jugadores y jugadoras que hayan nacido en alguna de ellas." dijeron allá por el siglo XIX los entonces dirigentes del Athletic Club de Bilbao. Por entonces no representaba revolución alguna, y tampoco lo haría apenas durante el siguiente medio siglo. Por aquel entonces la gran mayoría de los equipos no realizaban fichajes, mucho menos para traerse jugadores del extranjero, y algo más tarde existían leyes que regulaban el número de jugadores extranjeros que podían militar en un mismo equipo. Sin embargo, siempre ha habido clubes que decidían contratar a los mejores jugadores de los demás, dejando así claro las diferencias que siempre, aunque a día de hoy en mucho mayor medida, han existido entre ricos y no tan ricos. El Athletic, aunque puede presumir de tener una de las mejores economías de la Liga BBVA, siempre se ha mantenido alejado de esta separación debido a contar con esa filosofía tan característica, que le permite invertir el dinero en instalaciones de entrenamiento, cantera o estadio, contribuyendo así al bienestar de los jugadores y seguidores del club. Además, los leones han logrado de esta particular manera grandes resultados desde sus inicios hasta hoy en día. Equipos históricos encabezados por Pichichi, Zarra y el técnico Mr.Pentland, entre otros, dieron paso más tarde a la generación de Iribar y compañía, y años después a la era más brillante de Clemente. Cierto es que estos últimos años desde los noventa hasta que llegó Caparrós salvando a la generación del centenario, el equipo se ha visto en aprietos en más de una ocasión, pero es innegable que todos pasan por ellos y el Athletic los ha conseguido salvar como pocos. Centrándonos algo más en estos últimos años, el Athletic se ha sabido mantener sin apenas problemas desde la llegada de Joaquín Caparrós al banquillo del ya antiguo San Mamés. La era Bielsa, muy querido aún a día de hoy por gran parte de la afición rojiblanca, dio paso a un fútbol de más toque que hizo resaltar nombres como Javi Martínez o Fernando Llorente, que pasaron a ser las dos grandes referencias del equipo, pero que abandonaron el club tras el primer y segundo año del argentino en el banquillo respectivamente. En 2012, los leones llegaron a alcanzar la final de la Copa del Rey y también la de la UEFA Europa League con un fútbol que maravilló a media Europa a pesar de que finalmente los de Bielsa saliesen derrotados en ambas. Las marchas de Llorente y Javi Martínez, la mala temporada realizada por el equipo en la 2012-2013 (que acabó llevando a que el técnico rosarino abandonara la entidad bilbaina a final de ese año) y el que no hubiera surgido ninguna figura demasiado destacable desde Lezama en los últimos años llevaron a mucha gente a pensar que el club viviría sus peores días a continuación. Cosa que, como todos sabemos, no sucedió. Y no solo no sucedió, si no que la cosa fue incluso a mejor en gran parte gracias a Ernesto Valverde.


Unai López
No pintaban bien las cosas cuando txingurri llegó a Bilbao. Debía enderezar el rumbo de un equipo que venía de ser decimotercero la anterior campaña y que además, había perdido a Fernando Llorente, que aún sin estar a buen nivel y en el ojo del huracán de la Catedral consiguió ser el máximo goleador del equipo en la segunda vuelta. No es fácil encontrarte con un equipo casi en ruinas, sabiendo además que no tienes demasiadas opciones en los fichajes. Valverde, no obstante, llegaba con muchas ganas, y confiaba plenamente en las posibilidades del equipo, y así pues, comenzó a trabajar duro en ello. La pretemporada no fue del todo buena, incluso el Zaragoza fue capaz de endosarles un 4-0, pero al nuevo técnico del equipo rojiblanco le sirvió para ir confeccionando el equipo. El Athletic llegó al comienzo de liga con no demasiado buenas sensaciones, pero las disiparon rápidamente tras lograr dos victorias en los dos primeros partidos. Y hubo además un factor clave, llamado San Mamés, donde los leones tan solo se dejaron catorce puntos en toda la temporada, y a eso debemos añadirle que el rendimiento fuera de casa fue incrementándose de manera más que notable (en toda la segunda vuelta solo perdieron un partido fuera de casa). El equipo se mostró fuerte en todas sus líneas: Gorka Iraizoz recuperó la confianza perdida y demostró ser un portero de sobradas garantías, De Marcos se mostró muy fuerte en una posición menos habitual para él como lo es el lateral derecho, Laporte demostró ser uno de los mejores centrales de la liga a sus veinte años, Gurpegi vivió el mejor año de su carrera, y Balenziaga mostró un gran progreso durante la temporada; Mikel Rico fue la gran sorpresa, sólido en el centro del campo y con mucha llegada, Iturraspe fue el director del equipo, y Herrera mostró su mejor faceta hasta este año con regates, pases y goles muy importentes; arriba Susaeta mantuvo el gran nivel ofrecido en la era Bielsa, Muniain se echó el equipo a la espalda de una vez por todas y Aduriz demostró ser más zorro que nunca con sus 16 goles en el campeonato doméstico. El premio, la cuarta plaza en la Liga BBVA que les permitiría jugar la previa de la UEFA Champions League.

El buen ambiente que se vivió en Bilbao permitió que la salida de Herrera al Manchester United fuera tomada bien, y una vez más los refuerzos llegaron de Lezama (Unai López) o Euskal Herria (Viguera). No de gran nombre, pero por ahora sí de buen resultado. Valverde contará pues, con prácticamente con la misma plantilla del año pasado, y de momento el Nápoles es la primera gran víctima de este Athletic de Champions. Han demostrado una vez más que fichajes millonarios no son necesarios para hacer grandes cosas, y que no hay que irse demasiado lejos para encontrar nuevos talentos, heciendo que su nombre y filosofía vuelvan a brillar de nuevo entre los más grandes de Europa. El Athletic vuelve otro año con más hambre de ganar si cabe. Que tiemble Europa.

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