El Borussia de Dortmund ha comenzado esta nueva edición de la UEFA Champions League de la mejor forma posible: ganando y con una gran superioridad. Su primera víctima ha sido un irreconocible Arsenal que, a pesar de la renovación en su plantilla, han recibido un correctivo bastante notable de un Dortmund que hizo disfrutar de lo lindo a su afición.
Pese a las bajas importante de las estrellas del equipo (Reus y Hummels), los alemanes salieron a por todas. Los hombres de Klopp basaron su gran victoria en la intensidad y en una presión asfixiante en campo rival, por lo que recuperaban en balón muy cerca de la portería defendida por Szczesny y generaban buenas ocasiones de gol.
Al gran trabajo de los locales se sumó la falta de recursos de un Arsenal que no tuvo más remedio que rendirse a la evidencia. En 90 minutos sólo un disparo a puerta. A eso se le suma las numerosas pérdidas de balón (hasta 80 posesiones perdidas) y sólo un córner a favor. Desastroso el juego de ataque de los londinenses. Todo ello combinado con numerosos desbarajustes defensivos provocó el festival del Dortmund. Cuando el mejor jugador del equipo es el portero, da bastante que pensar de los otros 10 jugadores.
Goles psicológicos. Esos tantos que te benefician grandemente si los anotas y que te hunden si los recibes. Esos dos tantos fueron los que marcaron los germanos. Primero justo al término de los primeros 45 minutos. Immobile, tras un rechace favorable y un gran contragolpe, definió a la perfección con un gran disparo cruzado. Y justo al principio de la segunda mitad, Aubameyang, con la velocidad y aceleración que le caracteriza, materializó el segundo gol en el minuto 48.
De esta forma, el Borussia consigue sus tres primeros puntos de la fase de grupos y empieza de la mejor forma posible. En cambio, este estrepitoso encuentro del Arsenal hace que empiece esta nueva edición de la Champions con un balance muy negativo. En el otro partido del grupo D, Galatasaray y Anderlecht empataron a 1 en tierras turcas.
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