martes, 23 de septiembre de 2014

Reflexiones Nocturnas (II): El otro camino

Por Jon Fernández (@Mur_98)

"Hay otra forma de competir, otros valores", decía Ernesto Valverde al eliminar al Napoli de Rafa Benítez en la previa de la Champions. El Athletic es un club singular, de eso no hay duda. No conozco otro que se le parezca. Una filosofía que desafía el paso del tiempo y que parece de otra época. Jugar solo con vascos o con futbolistas formados en Euskal Herria. Algo único, vaya. Obviamente esto implica un riesgo, que se vio exponencialmente acrecentado entre los años 2004 y 2006, cuando el Athletic estuvo dos temporadas seguidas sufriendo mucho en la pelea por la salvación. Sin embargo, los leones se sobrepusieron de la mano de Caparrós y asombraron al mundo entero con Marcelo Bielsa en el banquillo. Tras una turbulenta temporada en la que, primero, Javi Martínez se marchó, y al finalizar la misma, Fernando Llorente y Amorebieta salieron del club tras finalizar sus respectivos contratos; llegó Valverde, y cumplió con creces las expectativas puestas en él, clasificando al cuadro bilbaino para la Champions. 16 años después. 

Otro jugador se fue, en este caso Ander Herrera, al Manchester United. Pero la capacidad de regeneración de este club esta fuera de toda duda. Lejos de buscar fuera, muchas veces es mejor mirar hacia dentro, hacia Lezama. Si el año pasado aparecieron Erik Morán y Guillermo Fernández, en plena previa de Champions sería el turno para Unai López. Jugandote el pase a la Liga de Campeones, haces debutar a un canterano. Puro Athletic. Es más, ganas ese partido, eliminas a un Nápoles superior en lo ecónomico, llegas a la fase de grupos, y en la primera jornada tu primer revulsivo es Ager Aketxe. Otro debutante más. Es otra forma de vivir el fútbol. Desde fuera puede parecer utópico, y se puede pensar que esto acabará algún día. Sin embargo, desde dentro, esa posibilidad no se contempla. Ningún aficionado del Athletic Club de Bilbao se plantea eliminar esa filosofía que tan especial hace a este club. Simplemente es una opción que no se contempla. No va a pasar. 

Hay gente que piensa que esta filosofía es insostenible y que acabará cayendo. No me cansaré de decirles que no. Una y otra vez. La inmensa mayoría de aficionados del Athletic, entre los cuales me encuentro, prefiriríamos ver a nuestro equipo en Segunda que con extranjeros. Porque ya no sería tan nuestro. Un día indeterminado se decidió seguir este camino, mientras todos escogieron el otro. Por ello, considero que el Athletic es más fútbol que otros equipos. La esencia de las ideas de aquellos ingleses que inventaron este precioso deporte se mantiene en Bilbao más viva que en ningún otro lado. Obviamente, como su actual presidente, Josu Urrutia, indicó en rueda de prensa, el equipo siempre tendrá algunas carencias deportivas que no se podrán corregir fichando. Aun así, con un gasto de un millón en traspasos este año y habiendo ingresado 36 por Herrera, este club tan singular sigue plantando cara, en Champions y en Liga, donde sus competidores este año son más duros, básicamente, porque al Valencia le ha dado por fichar. Y contra eso, toca luchar con cantera. Y en el fondo, nos gusta jugar así. Sentirnos en desventaja. Porque lo decidimos así. Por historia, masa social y demás, el Athletic bien podría estar ahora peleando codo con codo con Real Madrid y Barcelona. Ganando ligas, como en los viejos tiempos. Y quizás habría caído hasta algún título europeo. Pero consideramos que es más bonito hacerlo así. Desde fuera puede que no nos entiendan y piensen que somos unos lunáticos que decidieron perder pudiendo ganar. La verdad, es que no elegimos el camino más fácil para ganar, no hay duda de eso. Pero no consideramos que lo hicimos para perder, sino para escribir nuestra propia historia, aparte de la de los demás. En plena liga del derroche, seguimos haciendolo así. Y seguiremos, que no lo duden. Porque nos gustan los retos, nos gusta lo nuestro, y, lo más importante de todo, nos emociona ganar así. Ganaremos menos, muchísimo menos. Pero cuando lo hagamos, disfrutaremos mucho más. Tenemos otros valores, y los defenderemos en Primera, en Segunda o donde quiera llevarnos el destino. Con una de las mejores aficiones de España y con una filosofía única. Porque no queremos ganar de cualquier manera. Queremos hacerlo con nuestra forma de competir.

4 comentarios:

  1. Muy buen articulo, expresa realmente lo que es este equipo. El futbol se esta combirtiendo en un negocio y el Athletic de Bilbao expresa los valores del autentico juego. El futbol.

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  2. Hay un conductor radial, y escritor argetino, Alejandro Dolina, que siempre dice:

    "prefiero jugar al futbol con amigos y perder, que ganar hacièndolo con desconocidos"

    Toda una declaraciòn de principios...principios de los que el Athletic entiende y mucho.
    Una instituciòn que si alquien quiere entenderla solo como un club de futbol, se estarà perdiendo gran parte de la pelicula...serìa como llegar al cine 45` despùes de iniciada la funciòn.
    Es una instituciòn que entiende que lo importate no es solo el fin, sino el modo.
    Donde esta claro que de poco sirve vender camisetas en Asia, si es que el jugador que la defiende en la cancha, no la siente como propia.
    Ese sentido de pertenencia, es ùnico, y es tal vez el motor del club.
    Lo unico que añadiria a tu articulo es un pequeño gran detalle: San Mames.
    Cuando pareciera que las quiebras (manifiestas o solapadas) de instituciones deportivas està a la orden del dìa, el Athletic rehizo su estadio en poco mas de 1 año, creando un ìcono dentro de una ciudad ya icònica en si misma.

    Todo eso, no pasa desapercibido para el mundo, que ve cada domingo, como las tribunas de San Mames revientan de espectadores que por mas que quieran les serìa imposible disimular la pasiòn por sus colores.
    Te lo dice un athleticzale que esta a 12000 km (Bs As) y que se emociona cada vez que en La Catedral suena el himno del Athletic.

    Aupa Athletic!

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    1. Gran frase la de Dolina, totalmente de acuerdo. Y en un mundo normal pasaría desapercibido. Lo que pasa que hemos convertido lo anormal en normal.

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