miércoles, 18 de febrero de 2015

PSG 1 - 1 Chelsea: Un gran Courtois resiste en París

Por David F. Mangana (@dfmangana)

El Chelsea saca petróleo del primer duelo

Volvía a sonar el himno de la Champions en el Parque de los Príncipes después de dos meses de parón en la máxima competición continental. Se vestía de gala París para presenciar un choque de altos vuelos que servía para abrir la ronda de octavos de final. Se medían el PSG y el Chelsea, dos de los equipos más poderosos del mundo y con unas plantillas cuyo potencial hace temblar a más de uno. Llegaban los parisinos como segundos en la fase de grupos con 13 puntos mientras que los londinenses pasaron como primeros con 14. El último precedente entre ambos en Europa, tiene un recuerdo reciente en los cuartos de final de la misma competición durante la temporada pasada. En la ida se impusieran los de Laurent Blanc por 3-1 aunque los de Jose Mourinho consiguieron darle la vuelta en Stamford Bridge.

Desde el principio los dos entrenadores se encargaron de restarle brillo al choque. Sus planteamientos iniciales invitaban al conservadurismo, a no arriesgar con el balón y a conformarse con cazar una contra. A estas alturas de competición, dar un paso en falso puede resultar decisivo. Así, el PSG apostó por un once con David Luiz de mediocentro, al más puro estilo Mou, escoltado por Verratti y Matuidi, por lo que el joven central brasileño, Marquinhos, ocuparía su lugar en la zaga. Arriba formaría el tridente habitual con Lavezzi, Cavani e Ibra. Hay que decir a favor de Blanc, que su alineación estaba condicionada por las bajas en el medio pues no podía contar ni con Motta ni con Cabayé por lesión, además de la ausencia de Lucas Moura por el mismo motivo. Por otra parte, el Chelsea llegaba a París con las ideas muy claras y es que Mourinho analiza estos partidos a 180 minutos y no le importa amarrar en los primeros 90. Ya tendrá tiempo para jugar o reaccionar en la vuelta en su campo. Por esa razón, fue obvia la inclusión de Ramires para reforzar el medio acompañando a Matic, mientras que un Cesc, recuperado de sus molestias, adelantaría su posición en detrimento de Oscar. El resto del equipo lo formaban los habituales. En punta de ataque, el Chelsea recuperaba a Diego Costa tras cumplir tres partidos de sanción en Inglaterra. Además, las estadísticas jugaban a favor de Mou, pues sólo había perdido una vez en sus quince visitas a tierras francesas. 

Pues bien, el balón echó a rodar con el miedo a perder en el cuerpo de ambos contendientes. Dirigía el choque el colegiado turco Cüneyt Çakir que solventó la papeleta sin problemas. Desde el comienzo, el PSG cedió la iniciativa y buscaba salir rápido a la contra. El Chelsea llevó el partido a su terreno, con posesiones lentas y sin arriesgar lo más mínimo. No había prisa por pasar del centro del campo. Con mucho respeto y poca acción pasaron los primeros diez minutos del choque. Acto seguido, empezó el trabajo para Courtois. El meta belga tuvo que lucirse hasta en dos ocasiones ante sendos cabezazos de Matuidi e Ibra que iban con mucha intención y lo hicieron emplearse a fondo. Después de estos dos avisos, los parisinos empezaron a tener más confianza, a mover la bola y a no guardarse tanto pero no encontraban el camino al gol. Sólo alguna tímida llegada que no inquietaba el arco de los blues. Ganaba presencia la figura de David Luiz en el medio. 

Así cabeceó Ivanovic en el 0-1
Hubo que esperar hasta el minuto 25 para que los londinenses se aventuraran a pasar a campo rival. Un par de chispazos de Hazard para comprobar que Sirugu también se había presentado en el partido. Qué fácil se va de su par el belga cuando quiere. El encuentro seguía con su ritmo bajo y hasta el 34 no se vio una nueva ocasión. Otra vez apareció Courtois. A la salida de un córner, paradón del belga a un cabezazo de Cavani que se colaba por la misma escuadra. El portero se estaba haciendo notar bajo palos. Y así, se llegó al minuto 36, cuando un centro de Terry desde la banda izquierda encontró a Cahill en el área. El central prolonga de primeras con un taconazo fantástico e Ivanovic, al que le van estos choques, aparece para mandar un testarazo imparable a la red. Era el 0-1. El gol de la defensa. Lo fabricaron entre los dos centrales y el lateral derecho. Courtois salvaba y el Chelsea golpeaba. Tanto muy valioso para los de Mou que complicaba mucho la existencia a los parisinos. El PSG quedó tocado tras encajar y sólo un latigazo de falta de Ibra, que se fue alto por poco, generó peligro antes del descanso. Con el tiempo cumplido, el árbitro decretó el final de la primera mitad.

Unos 45 minutos iniciales en los que los locales atacaron más y mejor pero en los que los de Londres se llevaron el gato al agua. Primera parte espesa, de ritmo lento y con pocas alternativas y ocasiones de peligro. Todas las oportunidades fueron de cabeza. Demasiado respeto entre ambos y el guión soñado por Mourinho: muy bien organizado atrás, sin dar concesiones y aprovechar arriba la que se tenga. El Chelsea sacaba máximos réditos de su conservadurismo.

Cavani celebra el empate a 1
El paso por la caseta hizo reflexionar al PSG que salió con otra actitud. No le quedaba otra que buscar el gol y este llegó en el minuto 54 tras una gran jugada por la izquierda. Maxwell habilita a Matuidi que mete un centro perfecto al corazón del área. Allí, apareció Cavani para cabecear picado al fondo de la red. Como no podía ser de otra manera el tanto del empate llegó con la testa. El uruguayo remató completamente solo y marcó perfecto los tiempos del salto. Su sexto gol en la presente Champions sirvió para llevar las tablas al marcador.

Los de Blanc se lo creyeron y se fueron a buscar la portería contraria en busca de otro gol que les permitiera ir a Londres más tranquilos. El Chelsea se replegó aún más preparándose para lo que les podía llegar aunque el equipo de Mou está cómodo así. Ahí se hizo grande Courtois. El belga hizo una nueva parada de mérito después de que un irregular Ibra rompiera a Cahill y se plantara solo delante del portero. El sueco no estaba brillando demasiado y no pudo batir por bajo al meta. Lo siguió intentando el PSG con otro cabezazo de Cavani que Courtois despejó a córner. El partido sólo tenía una dirección y se sucedían las amarillas fruto del aumento de intensidad del choque. Mourinho hizo debutar a Cuadrado en la Champions con un cuarto de hora por disputarse. El colombiano entró por William.

Acto seguido, de nuevo Cavani desperdeció otra ocasión. El uruguayo hace un recorte en el área y ante la inmensa figura de Courtois define de puntera pero la bola se marchó fuera rozando el palo. El punta se había echado el equipo a la espalda ante la poca participación de Ibra y de Lavezzi. Hasta intentó una chilena después de un despeje aunque no le acompañó la fortuna. Luego, se sucedieron los cambios: Pastore entró por Lavezzi en la única modificación parisina mientras que el Chelsea saltaron al campo Remy y Oscar por Diego Costa y Cesc respecivamente.

El partido llegaba a su fin pero aún habría tiempo para que Courtois se volviera a lucir. En el minuto 92, el belga responde de forma formidable a un cabezazo picado de Ibrahimovic. Con esta acción moría el choque y las opciones del PSG de llevarse un resultado beneficioso. El luminoso reflejaba el 1-1 final.

Courtois se hizo grande en París
El propio Mourinho tuvo que rendirse a la evidencia y reconocer que los locales fueran superiores. David Luiz, Verratti y Matuidi tomaron las riendas y el Chelsea se refugió en su defensa. A pesar de eso, todos los intentos parisinos se toparon con la figura de Courtois, en quien se habían amparado sus compañeros para resistir las embestidas. El gigante belga fue un coloso al que sólo Cavani logró batir. El uruguayo tiró de orgullo y fue el mejor de los parisinos. Los blues sacaron petróleo de París y se llevan para Londres un empate a un gol, gracias a la cabeza de Ivanovic y al recital de su meta, que puede resultar decisivo en la eliminatoria. 

Dentro de casi un mes, el 11 de marzo, Stamford Bridge dictará sentencia y vistas las armas de ambos, seguramente el PSG no haya dicho la última palabra a pesar del resulta adverso.

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