Por Luis Vega Castillo (@Luisletal)
Prometía ser un partido de traca desde que los equipos anunciaron sus alineaciones. El Barça partía con su once de gala más Stegen, y el Atlético pondría todo lo que tenía, destacando a Torres en la posición de 9, en detrimento de Mandzukic.
Se ponía a prueba al Cholo, a su cuerpo técnico y a los propios jugadores teniendo en cuenta que se repetía el mismo rival y escenario de hacía apenas unos días. La reacción de los rojiblancos fue palpable. Empezó el partido dejando en evidencia (por enésima vez) a Siqueira en el primer balón que tocaba y dando a entender que sería una de esas noches en las que Messi parece contar con todos los poderes del arca perdida, pues en apenas diez minutos dejó sobre el campo una increíble colección de regates, cambios de ritmo y pases espectaculares, ya saben, lo bueno que no cambie.
Pero esta vez el Atlético no se hizo pequeño ante un arranque fulgurante del 10 azulgrana, y todo el equipo, línea por línea respondió. La defensa se mostró contundente, sin dejarse encerrar en el área chica como en el choque liguero pasado, y si bien el control del balón en el medio campo, como es costumbre era del Barcelona, el medio campo del Atlético respondió en sus salidas de balón con bastante acierto, y una presión bastante intensa, liderados por un Mario Suárez espectacular, otra vez.
Pero los azulgranas no se quedaron atrás y demostraron seriedad en todas las facetas, eso sí, sin llegar a ser la jauría del encuentro liguero que volvió a hacer temblar a Europa entera.
Poco a poco el Atlético adelantó sus líneas y la presión y los robos se hacían más frecuentes comandados por Griezmann (compren acciones porque este chico las vale) y nuevamente por Mario. Incluso Siqueira estuvo bastante bien defendiendo a Messi que se fue diluyendo en la primera parte con el paso del tiempo.
La posesión del balón empezó a compartirse y si bien la ocasión más peligrosa de la primera parte la tuvo Luis Suárez al recibir un espléndido pase de Rakitic desde fuera del área (el balón se le marchó alto al ariete Uruguayo de manera inexplicable), Griezmann estuvo cerca de conectar un buen cabezazo al que llegó demasiado forzado quitándoselo a Gabi.
Quizás el punto de inflexión en esta primera parte además de la jugada comentada anteriormente de Luis Suárez, fue una contra colchonera llevada a cabo entre Torres y Griezmann a la que Piqué llegó de manera milagrosa cortando el último pase del Niño al Principito, demostrando que esta recuperando poco a poco el nivel al que nos tenía acostumbrados tanto en el Barça como en la Selección.
Y con una sensación más que notable del Atlético con respecto al encuentro pasado de Liga nos fuimos al descanso.
El descanso duró 5 minutos mas de lo estipulado y trajo como nueva el cambio de Torres por Mandzukic.
La segunda parte continuó el guión de la primera, el Atlético plantaba cara, pero con algo menos de velocidad en sus salidas, las cuales pasaban todas por la botas mágicas de Arda que se caía a banda izquierda en su clásica asociación con Koke. Ambos echan mucho de menos a Filipe Luis.
Pero los jugadores más ofensivos del Barcelona no se quedaron atrás y si bien Neymar no tuvo su día más brillante lo intentó sin parar, al igual que Suarez, el cual estaba más tiempo en el suelo que con la pelota, pero bueno lo importante es participar.
El cansancio atlético se fue haciendo palpable y el Cholo decidió dar entrada a Raúl García sacrificando a Griezmann, dejando una delantera cuya velocidad brillaba por su ausencia.
Y así fue como el Barcelona poco a poco empezó a encerrar a los Rojiblancos, ayudados por la entrada de Xavi, aunque sin gozar de ocasiones demasiado claras, hasta que en el minuto 40, al rechace de una falta cercana al área colchonera Juanfran acabó pateando a Busquets cuando intentaba despejar el esférico. Resultado, penalti y claro.
No era situación para que los indios pensasen en el milagro, pero el destino fue más cruel aún. Oblak paró el penalti, el balón muerto quedó a merced de la pulga que a la segunda no falló.
Y con cinco minutos para terminar el partido y teniendo a los jugadores menos versátiles en la delantera, el Atlético se lanzó a por el empate y por poco no acaba recibiendo otro gol.
En resumen fue un partido muy igualado con opciones para ambos equipos, que dejó claro que el Cholo sabe aprender de los errores, y que el Barcelona sigue con ganas de llevarse todo lo que pueda al saco. La vuelta de la semana que viene estará a pesar de todo abierta.
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