domingo, 22 de junio de 2014

Suárez manda a casa a Inglaterra

Por Mikel García

Hace un mes, Luis Suárez entraba en un quirófano para someterse a una artroscopia en la rodilla izquierda. Se perdió el primer partido de Uruguay en el Mundial 2014. No jugó aunque su selección cayó estrepitosamente ante Costa Rica. El Profe Tabárez prefirió reservar a su estrella, no forzarle antes de tiempo. Le reservaba para el trascendental choque ante Inglaterra, 28 días después de su intervención. Y Suárez estaba preparado. El equipo charrúa necesitaba a su gran referente y este no defraudó.

Había miedo en los dos campeones del mundo. Perder significaba quedar prácticamente eliminados. Eso es lo que les pasa ahora a los británicos, que dependen de un triunfo de Italia ante Costa Rica para tener alguna opción de clasificación. Ante Uruguay cayeron los Pross de forma justa. Su partido fue muy gris, a años luz del excelente rendimiento que tuvieron en la primera jornada.

El encuentro tuvo mucha intensidad pero poco juego. Y se resolvió en acciones individuales, midiendo la pegada de cada equipo. Otra cosa no tendrán los uruguayos, pero de olfato goleador van sobrados. Sobre todo cuando en el campo están Cavani y Suárez.

La primera mitad no estaba cumpliendo para nada las expectativas hasta que aparecieron los delanteros charrúa para inventarse una combinación letal. Lodeiro lanzó el contragolpe y encontró a Edinson Cavani en la frontal. El nueve del PSG esperó, esperó y esperó. Porque eran tres uruguayos contra seis ingleses. Hasta tres rivales le rodearon. Y siguió aguantando, con calma, esperando que Luis Suárez le ganara la espalda a Jagielka. Fue entonces cuando envió un pase medido que el delantero del Liverpool resolvió a la perfección, girando perfectamente la cabeza para enviar la pelota fuera del alcance de Joe Hart. Suárez se marchó como un poseso hacia la banda. Quería celebrar el gol abrazando a Walter Ferreira, el kinesiólogo responsable de su rápida y exitosa vuelta a los terrenos de juego.

Suárez anotó los dos goles
Con Suárez y Lodeiro, Uruguay mostró mejor cara. Mantuvo su férrea defensa -incluso con José Maria Giménez, el central de 19 años del Atlético de Madrid, en el puesto del lesionado Lugano- y ganó capacidad ofensiva. Cerca de la eliminación, a Inglaterra le podía la presión. Y la transmitía con una decepcionante desorganización y falta de ideas. Su única opción en ataque eran las llegadas del lateral Baines por la izquierda. Con uno de sus centros, Rooney estuvo a punto de marcar pero Muslera estuvo excelente. La estrella de Inglaterra, en su tercera participación en un Mundial, seguía sin anotar ni un solo gol. Acumulaba ya más de 750 minutos de sequía, un récord que nadie quiere tener. Y luego se le hizo la luz.

Gerrard y Henderson no generaban fútbol desde el doble pivote y el balón circulaba con extrema languidez. Y aún así, el técnico Roy Hodgson insistía con ellos. Así que tuvo que ser de nuevo en una jugada por fuera cuando los Pross lograron empatar. Centró Johnson desde la derecha y anotó Rooney, por fin Rooney. El 1-1 era menos malo para los británicos, que dependían de vencer a Costa Rica en el último partido.

Uruguay había movido sus piezas para reforzar sus estructuras defensivas. Entró Stuani por Lodeiro y los charrúa pasaron al 4-4-2 más clásico. Inglaterra seguía atacando. Y Muslera plantó la pelota en su área pequeña para sacar de portería.

El mundo giró a cámara lenta cuando el guardameta uruguayo chutó con fuerza, alejando al máximo el balón de su portería. El esférico voló y voló y voló hasta llegar a la cabeza de Gerrard. Prolongación -él no quería- y marcha rápida, todo en un segundo, frenético, fulminante, gol de Suárez, victoria de Uruguay, Inglaterra contra las cuerdas, prácticamente fuera del Mundial. Luis Suárez había ganado la espalda de los centrales y fusiló a Hart. Sin estar el 100% había sido la pieza básica de su selección.

Tabárez le sustituyó rápidamente. El delantero no podía más, estaba exhausto, fundido. Entró Coates, un central. Y Hodgson respondió con un cambio típicamente inglés. Lambert al campo, un nueve clásico, un killer del área, y a colgar balones buscando un milagro que no llegó.

Inglaterra se marcha a casa a pesar de no haber demostrado un mal juego como el de otras ocasiones, pero momentos puntuales les han hecho perder los dos encuentros. Mientras, Uruguay se enfrentará a Italia en un duelo a cara o cruz en el que los de Tabárez han de ganar.

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