lunes, 16 de junio de 2014

Dos centros de Aurier

Por Jon Fernández (@Mur_98)

Partido nocturno -especialmente para los países europeos- el que vivimos ayer en Recife. Costa de Marfil y Japón se enfrentaban en un horario intempestivo para mucha gente, por ejemplo, para mí. En cualquier caso, el cartel era bueno, y tras el bendito espectáculo que nos dejó el Inglaterra-Italia, apetecía ver más fútbol.

En un grupo tan igualado como en el que están, los de Zaccheroni y los de Lamouchi querían una victoria que era medio pase para octavos. Sorprendentemente, el técnico francés dejó en el banquillo a Didier Drogba y apostó por Wilfred Bony para la punta del ataque marfileño. Mientras, la noticia inesperada en el cuadro nipón fue la suplencia de Endo.

Los africanos comenzaron impetuosos el encuentro, pero ese inicio fulgurante apenas les duró cinco minutos. Japón cogió entonces la iniciativa gracias al buen hacer de Honda. Tras fallar una primera ocasión, a la segunda, el jugador del Milán no perdonó y fusiló a Barry, quien nada pudo hacer ante el potente y colocado disparo de Honda. El choque era un tanto anárquico, nadie tenía el control. Se encadenaban las impreciosiones, y las oportunidades, pese a que no eran claras, volvieron a cambiar de bando, para favorecer de nuevo a Costa de Marfil.

Gervinho y Drogba celebrando el segundo gol
Sin embargo, los de Lamouchi no lograron la igualada antes del descanso, al que Japón logró llegar con la ventaja de un tanto en el electrónico. En la segunda parte, el guión continuó intacto. No había apenas tácticas, y ambos se basaban en un juego de transición rápida, aunque las incontables imprecisiones evitaban las ocasiones claras.

Costa de Marfil fue creciendo progresivamente en los segundos 45 minutos, y más aún con la entrada de Didier Drogba en el 62´ sustituyendo al mediocientro Dié. En Japón también entró Endo para intentar aportar orden, cosa que no logró. Entonces, nada más entrar el ex del Chelsea, Aurier puso desde la banda derecha un centro magnífico que Bony remató para colocar el empate en el marcador. Y sin tiempo para respirar, el propio Aurier volvió a colgar un balón desde la misma posición. Esta vez fue Gervinho quien lo remató, colándosela por el primer palo a Kawashima, quien quizá pudo hacer algo más en esta acción.

Japón lo intentó, pero apenas inquietaron los nipones a Barry, ya que el juego de los de Zaccheroni fue malo en el global del encuentro. Costa de Marfil también tuvo alguna oportunidad a la contra, pero nadie logró anotar otro gol.

Con el 2-1 final, Costa de Marfil está más cerca de los octavos de final, ya que una victoria, bien ante Grecia, bien ante Colombia; prácticamente les aseguraría el pase. Por su parte,  parece que los japoneses necesitarán vencer ambos choques para avanzar a la siguiente ronda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario