miércoles, 18 de junio de 2014

Casi suena la campana

Por Jon Ander Alart (@JonAnderAlart)

Por fin llegó el esperado debut de Bélgica. El supuesto equipo revelación del Mundial disputaba contra uno de los equipos más modestos de la competición su primer encuentro, y la verdad, dejó mucho que desear. No sabría decir si ha sido mal partido de los belgas, o acierto de Argelia, que ha sabido anularlos buena parte del tiempo. Todo el mundo se esperaba un partido fácil, pero los argelinos se han plantado muy bien en el campo, cerrándose impresionantemente bien en defensa. Podríamos decir que incluso el delantero centro estaba metido en el área en contadas ocasiones. Me ha gustado mucho el partido de los lobos del desierto, que han sacado de quicio a sus rivales.

Arrancaba el choque, y parecía que los diablos rojos iban a llevar el peso del encuentro. Claramente, el balón era de ellos, pero les faltaba algo, algo como intensidad, o velocidad. Está muy bien plantear un partido al toque, pero es obvio que para poder hacerlo hacen falta otros factores, sino es un juego muy previsible, y eso les estaba pasando. Se notaba que no estaban cómodos en el terreno de juego. Por el contrario, Argelia estaba siendo muy inteligente, pues sabía que plantando cara al rival, poco tenían que hacer, y plantearon un partido muy atrás, para poner el cerrojo a su portería. Los diablos rojos pasaban, pasaban y pasaban. Pase por allí, pase por allá, pero eso no es suficiente para romper una buena defensa.

Fellaini fue decisivo
Argelia se aprovechó de esto, y en una magnífica contra por la izquierda, que acabó en un centro al segundo palo;  Vertonghen cometió el error de agarrar a Feghouli. Este cayó al suelo, ya que no pudo avanzar para rematar el buen centro de su compañero. El mexicano Marco Rodríguez no se lo pensó dos veces, y señaló la pena máxima, amonestando al lateral izquierdo con amarilla. No hubo demasiadas quejas, pues era bastante clara la infracción. El mediocampista del Valencia se dispuso a lanzar desde los once metros, ante Thibaut Courtois, un portero más que reconocido a nivel mundial. Todos sabían de la importancia que tendría este gol para la selección argelina. Feghouli no mandó el balón muy esquinado pero el guardameta se tiró al lado contrario y el esférico entró. La selección belga comenzó a ponerse bastante nerviosa. Se juntaron las ganas con la prisa y los nervios. Mala combinación. Mucha gente dice que la intención es lo que cuenta, pero en el fútbol no es así. Witsel intentaba meter a su combinado en el partido, con pases, y sobre todo, tiros desde lejos, un buen recurso cuando las cosas no marchan como es debido. Algunos de esos disparos han puesto en compromisos a Bolhi, pero este supo responder de forma adecuada con buenas paradas. La primera mitad llegó a su fin, y Bélgica creaba muchas dudas entre los espectadores. Cabe destacar que la gente desplazada hasta allí estaba cabizbaja, tal vez decepcionados o poco ilusionados con su selección.


Al inicio del segundo tiempo, los de Wilmots siguieron haciendo lo mismo, a lo que los lobos del desierto, respondieron con la misma medicina, todos a defender. Esto era un autobús y lo demás son tonterías. No podemos destacar nada de este tiempo hasta el cuarto de hora de juego aproximadamente, donde a la salida de un saque de esquina, estuvieron a punto de poner el 2-0 en el marcador. El seleccionador de Bélgica veía que eso no iba por buen camino, y decidió quemar su último cartucho. Sacó a Dembele del césped, y por él entró Fellaini. Este cambio revolucionó el encuentro. No se si fue cuestión de que el jugador consiguió romper las lineas defensivas, o que los rivales estaban demasiado cansados como para continuar al mismo nivel que en la primera parte, pero este marcó el gol del empate. Una sucesión de pases que terminó en centro, y tras la mala salida de Bolhi, Fellaini remató y el balón dando en el larguero, entró. Bélgica se vino arriba. La intensidad de los jugadores belgas aumentó espontáneamente, en cambio, los rivales bajaron muchísimo. Tan solo diez minutos después, Mertens se metió como una bala en la zona de peligro, y el esférico se coló como un misil en la portería. A partir de aquí, poco mas pasó.

Un partido un tanto pobre para una selección que se las prometía de revelación del mundial. Es cierto que los tres puntos son lo mas importante, pero van a tener que mejorar mucho, pues Argelia es una de los equipos mas débiles, y les ha costado mucho conseguir una victoria por la mínima. Si tuviésemos que destacar algo, a parte de las ganas que ha puesto Argelia, que a mi, personalmente, me ha encandilado, serían Witsel y Fellaini. Witsel ha mostrado un compromiso extraordinario, y Fellaini ha reivindicado su derecho a ser titular en este equipo.

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