Ni Jackson, ni Falcao, ni Bacca: Teo Gutiérrez

Por David Moreno (@D_Moreno19)

La esperada andadura colombiana daba inicio en el Estadio Minerao, en Belo Horizonte, frente al combinado griego entrenado por Fernando Santos. Ambas selecciones, bien situadas en el ránking FIFA, estaban destinadas a dar espectáculo en el primer partido del grupo C de este Mundial.

Los “cafeteros” estaban arropados por 30.000 aficionados, entre ellos Radamel Falcao. En el once de Pekerman, no estaban arietes como Jackson Martínez ni Carlos Bacca, y saltaba como referencia en ataque Teófilo Gutiérrez, que a la larga daría buen partido a los sudamericanos y en el extremo Ibarbo. En el equipo europeo no había novedades, era el once esperado.

Empezó el partido con dominio colombiano y en la primera jugada, Cuadrado le mandó un genial balón a Pablo Armero, el defensa vio como la suerte le sonreía ya que su disparo fue interceptado por Kostas Manolas y despistó completamente a Karnezis, que no pudo atajar ese rechace inesperado. 1-0 y esto acababa de comenzar.

Teo fue el mejor de Colombia

No cambió mucho el partido tras el gol de los “amarillos”, quienes siguieron intentando ampliar la ventaja. Rodríguez y Ibarbo eran puñales por la banda, que ayudados por sus laterales, destrozaron la zaga griega.

Al paso de los minutos la cosa cambió, la escuadra griega empezó a ensanchar el campo y comenzó a ganarle terreno a una Colombia que se había echado atrás inexplicablemente. Antes del descanso Ospina evitó con una estratosférica intervención el gol de los helenos.

En el arranque del segundo tiempo, se mantuvo la iniciativa del equipo de Santos, aunque el bloque colombiano estaba más sólido en defensa y mejor plantado tácticamente. Las referencias ofensivas de Grecia se estampaban ante las líneas que había puesto Pekerman. En una jugada a balón parado llegó el segundo gol del partido, tras un saque de esquina botado por Colombia, Abel Aguilar prolongó para la llegada de Teo Gutiérrez al segundo palo; y este puso el 2-0 en el luminoso.

Y la mala suerte seguía para los helenos; Gekas estampó un balón en el larguero y posteriormente Samaras no consiguió acertar en un peligroso disparo. El partido estaba muriendo y evidentemente Grecia iba a por todas y con todos al ataque. Así fue como, en un contraataque, James Rodríguez fulminó el partido. Con un zurdazo cerró el choque haciendo el 3-0 definitivo.

Fue el partido soñado para Colombia, que dieciséis años después aparecía en una cita mundialista. Piensan ya en Costa de Marfil, para poder luchar por estar en octavos de final. En cambio esta derrota obliga a Grecia a ganar a Japón en el siguiente partido para mantener opciones reales para pasar a la siguiente ronda de este trepidante Mundial.