Hace una semana que el madridismo celebraba por el mundo uno de los partidos más importantes y vibrantes de su historia. Ese gol de Ramos resumió el sentimiento de este Madrid y de este club durante los más de 110 años de vida que lleva: creer hasta el último minuto. Lo cantan los aficionados y los jugadores lo llevaron a rajatabla "Hasta el final, Vamos Real"
Una semana después los aficionados madridistas siguen emocionándose. Después del gol de Ramos, personas de todo el mundo, sin casi nada en común, se pusieron de acuerdo por un sentimiento, el Real Madrid. Después de ver vídeos como los de la Peña de Nicaragua o los niños serbios celebrando el gol del héroe de Camas, uno se da cuenta lo grande que es este equipo.
Tras el fantástico encuentro llegaba el momento deseado por cualquier futbolista, la celebración en Madrid. Empezó en Cibeles a las seis o siete de la mañana y con la ciudad amaneciendo. Más de 100.000 personas esperaban al equipo en la fuente para celebrar el título más importante de la última década. Jugadores aparentemente tranquilos, demostraron su felicidad -ayudados por el alcohol, claro- por ganar el título. El más claro ejemplo es Luka Modric, que al final resulta que no va a ser tan tímido. Diversas fuentes indican que Bale se lo tuvo que llevar a casa con el día ya bien entrado.
| Celebración de la Décima en el Bernabeú |
Pero el momento espectacular fue el domingo 25 en Madrid. La Puerta del Sol llena esperando a ver a sus héroes, a pesar de que en un principio no iban a salir al balcón. Una vez visitado el Ayuntamiento, llegaron al Bernabeú. Estaba lleno a reventar, cosa lógica. Fueron presentando a los jugadores uno por uno, desde Diego López hasta Iker Casillas. Más tarde, con todos los jugadores en el escenario, llegó el momento de dedicar el trofeo al público. Incluso Ancelotti se arrancó a cantar el nuevo tema del Madrid "Hala Madrid y Nada Más", producido por Red One.
Después de una vuelta de honor al estadio y de llevarse el cariño y admiración de 80.000 personas, los jugadores se hicieron fotos con sus hijos y familiares. Era una jornada para recordar.
Así se acabó el fin de semana más largo y deseado por el madridismo durante los últimos años. La obsesión por la Décima terminó. Ahora solo toca esperar a que llegue septiembre para luchar por la Undécima.
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