viernes, 20 de junio de 2014

Australia mereció más

Por Jon Fernández (@Mur_98)

Holanda llegaba a esta segunda jornada con la moral por las nubes tras haber vencido a España por 5-1 en su primer encuentro. Koeman eligió a los mismos once, ya que no hace falta cambiar algo que se ha visto que funciona correctamente. Por su parte, Australia, quien ya puso en apuros a Chile, quería demostrar que sus futbolistas no habían venido a Brasil de paseo.

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La selección holandesa no comenzó excesivamente bien el encuentro. Australia les daba la posesión, con la que ellos no sabían que hacer. Además, se acumulaban las imprecisiones del conjunto dirigido por Van Gaal. Poco a poco, los socceroos fueron tomando el control del encuentro ante una excesivamente confiada Holanda. Los de Postecoglou movían el cuero con soltura y velocidad, y no tenían problemas para acercarse, cada vez más, al arco de Cillessen.

Sin embargo, en una contra, fue Robben quien anotó el primer tanto del choque. Los Países Bajos se adelantaban sin haber hecho méritos para lograrlo. Pero prácticamente cuando todavía estaban celebrándolo, Tim Cahill logró uno de los goles del campeonato al enganchar una preciosa vólea con la zurda desde fuera del área ante la que nada pudo hacer Cillessen, ya que el cuero entró tras tocar el travesaño. Por lo tanto, en menos de un minuto las cosas volvían a estar como antes, con empate en el electrónico.
Los australianos merecieron más
Los de Postecoglou siguieron adelante con valentía e incluso tuvieron más ocasiones que los tulipanes, pero al descanso se llegó con el 1-1 en el luminoso, un empate que tenía a los australianos contentos y a los holandeses decepcionados. Tuvo que entrar Memphis Depay por Martins Indi por la lesión de este, lo que supuso un cambio de sistema: Del 5-3-2 al 4-3-3. En esa jugada vio Cahill la amarilla, lo que le impedirá estar ante la selección española.

La segunda parte siguió por el mismo camino, y a los diez minutos el árbitro indicó penalti por mano de Janmaat. El encargado de lanzar la pena máxima fue Jedinak, y no falló, por lo que el 2-1 subió al marcador. Los aussies dominaban con un magnífico movimiento de balón en sus rápidas y geniales transiciones que les pudieron haber conducido al triunfo. Sin embargo, los fallos puntuales en defensa les condenaron. Primero, un defensor se queda demasiado atrás rompiendo la línea de fuera de juego y habilitando a Van Persie, quien ante Ryan no falló. Y poco más tarde, un disparo lejano de Memphis Depay acabó en la red tras una mala intervención del arquero australiano, que pudo hacer más.

Pareció por un momento que los de Postecoglou se venían abajo, no obstante, solo fue un espejismo. Continuaron atacando, buscando un tanto que nunca llegaría. Con 2-1 en el luminoso habían tenido un tres contra uno que Tommy Oar no supo resolver y acabó centrando con excesiva fuerza haciendo que su compañero solo pudiese rematar con el pecho.

Australia se va del Mundial habiendo dejado alto el listón, habiendo causado problemas a Chile y Holanda. Aún le queda jugar contra España, que se ha mostrado como la perita en dulce del grupo aunque parezca mentira. El juego aussie es, a día de hoy y por sorprendente que parezca, mejor que el de los chicos de Del Bosque. Intentarán lograr, a pesar de no poder contar con Tim Cahill, algún punto en ese choque. Por su parte, los de Van Gaal jugarán ante Chile un partido en el que les vale el empate para acabar liderando el grupo B y así, seguramente, evitar a Brasil en octavos.

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