lunes, 23 de junio de 2014

Klose es leyenda

Por Mikel García

Con 36 años y 12 días y solo ocho goles esta temporada con el Lazio, la convocatoria de Miroslav Klose para el Mundial 2014 pareció más un reconocimiento a un jugador extraordinario que una necesidad específica de Joachim Löw. Pese a que no hay otro futbolista de sus características en la lista, a Alemania le sobra talento ofensivo. Ahí están Muller, Gotze, Schurrle, Podolski o Draxler. La teoría pareció confirmarse en el cómodo triunfo de la Mannschaft sobre Portugal. Pero cuando Low miró al banquillo en el primer día duro, en el primer momento complicado para el combinado alemán, se sintió aliviado al ver la cara de Klose.

Alemania estaba contra las cuerdas ante Ghana, un equipo que había logrado hacerle daño a uno de los máximos favoritos en Brasil. El marcador reflejaba un sorprendente 1-2 y a los germanos les quedaban 20 minutos para tratar de dar la vuelta al resultado. Por eso se requirieron los servicios del viejo soldado, del veterano curtido en mil batallas, del goleador que nunca pierde su olfato, de un hombre que incluso con los ojos cerrados es capaz de saber donde está la portería.

Por eso salió él y no otro, porque Klose tiene ese instinto, esa imán que llama a los balones dentro del área. Y sólo un minuto necesitó para encontrar el mejor lugar y eclipsar un choque que ya de por si estaba siendo extraordinario. Un saque de esquina que lanza Kroos, cabecea Mertesacker y remacha Klose para pasar a la historia. Porque en Brasil, la tierra de Ronaldo Luís Nazario da Lima, Miro igualó al extraordinario delantero brasileño como máximo anotador de la historia de los Mundiales.

Ronaldo marcó su último tanto, el decimoquinto en una Copa del Mundo, precisamente ante Ghana, en 2006, en Alemania, el país en el que Klose se estableció definitivamente tras nacer en Opole (Polonia) y pasar por Francia, donde su padre Józef jugó en el Auxerre. Y Miroslav respondió a la afrenta igualando el récord en Fortaleza, en el primero balón que tocaba en el Mundial de Brasil. Dos futbolistas tan distintos, dos estilos opuestos de killer, compartiendo un registro excepcional. Y por eso el propio Ronaldo no tardó en felicitarle.

Con el 2-2, Joachim Low y Alemania respiraron tranquilos y se lanzaron a por una victoria que les clasificaba directamente para octavos. No lo consiguió porque Ghana fue un rival muy incómodo que se hizo con el control del partido durante muchos minutos. El combinado africano practica un fútbol muy atractivo pero no está resolviendo bien sus partidos en este torneo.

Miroslav Klose
Las Estrellas Negras jugaron ante Alemania un partido enorme, bien posicionada, con mucho ritmo, intensidad, presión y ocasiones de gol. Y eso que se vio por debajo en el marcador con un gol con suerte de Götze. El menudo delantero teutón hizo una buena diagonal para colarse entre el lateral y el central y rematar con la cabeza... y la rodilla un centro de Thomas Müller.

No tardó más de tres minutos en responder Ghana. Andre Ayew ganó en el salto a tres fornidos centrales alemanes y situó el balón con la cabeza fuera del alcance de Neuer. Y aún se estaba recomponiendo el equilibrio de fuerzas en el partido cuando apareció Asamoah Gyan para dar la gran campanada. Porque tras su exhibición ante Portugal, Alemania sonaba ya como la máxima favorita en Brasil.

Gyan, el hombre que hace cuatro años falló el penalti que hubiera permitido a Ghana acceder a semifinales, aprovechó un contragolpe lanzado por Muntari para igualar a Roger Milla como el futbolista africano con más goles (5) en la historia del Mundial. Ya lo ven, era un partido para grandes récords.

Los ghaneses se sentían con fuerzas y ánimos para lograr una victoria histórica. Atsu, demasiado inidivualista, resolvió mal un contragolpe cuando Gyan estaba más solo que la una. Y luego a André Ayew le faltó un escaso centímetro para poder conectar un centro desde la izquierda.

A Low se le estaba hundiendo el barco y por eso decidió que entrara Schwensteiger para darle ideas a un centro del campo que ahora era directamente el del Bayern de Guardiola: Lahm, Kroos y Bastian Schwensteiger. Y el técnico también apostó por la pólvora de Klose, que hizo estallar el partido por los aires.

Alemania está virtualmente clasificada para octavos; mientras que Ghana necesita vencer en el último partido a Portugal y que Löw venza a su amigo Klinsmann para acceder a la siguiente ronda.

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