martes, 24 de junio de 2014

La nueva México gana

Por Jon Fernández (@Mur_98)

Croacia y México se enfrentaban en un duelo fratricida en la tarde de Recife. Dado que la victoria de Brasil ante Camerún era más que probable, solo una de las selecciones contendientes avanzaría a los octavos de final. El Tri llevaba cinco años seguidos accediendo hasta esa fase, y en esta ocasión continuaron esa racha eliminando a un equipo croata que se vio superado durante gran parte del partido.

Kovac, en busca del centro del campo ideal, decidió colocar a Pranjic como acompañante de los dos fijos: Rakitic y Modric. El hueco que dejó en el lateral izquierdo lo ocupó, como en la primera jornada, Vrsjalko. Sin embargo, poco pudieron hacer los futbolistas creativos del combinado balcánico ante la presión de los mexicanos.

El choque comenzó con los croatas queriendo el balón. A México esto no le importaba en absoluto, y presionaba, especialmente a Luka Modric y a Ivan Rakitic. Este último decidió juntarse prácticamente con sus propios centrales para poder mover el cuero. Sin embargo, era una posesión estéril, de las que no llevan a ninguna parte. Los balcánicos solo llevaban peligro a balón parado, y tres saques de esquina fueron de lo más destacado del ataque de los dirigidos por Niko Kovac.

Guardado y Modric
La Tricolor se fue estirando con el paso de los minutos, y estuvo a punto de adelantarse en el marcador con un disparo de Herrera que se estrelló en la mismísima cruceta. Poco más tarde, Oribe Peralta desaprovechó una clara ocasión. Croacia estaba tocada, y solo un tiro lejano de Pranjic que se marchó alto llevó algo de peligro al arco de Ochoa. En los instantes finales del primer periodo se volvió a la rutina del arranque del encuentro, es decir, los balcánicos tenían el cuero, pero no podían avanzar más de la línea divisoria debido a la asfixiante presión de los mexicanos. Por lo tanto, al descanso se llegó con un empate a cero que dejaba todo por resolver, aunque los de Miguel Herrera estaban clasificados a esa hora de la tarde.

En la segunda mitad, más de lo mismo. El choque se fue endureciendo, y hombres temperamentales como Corluka estaban demasiado revolucionados. Entró Kovacic para intentar dar más claridad al juego de los suyos, pero de poco sirvió. La meritoria presión de México hacía inútiles los esfuerzos croatas. Hasta que los de Kovac se cansaron de mover el esférico para nada, y el Tri comenzó a llegar con mucho peligro. Rafa Márquez hizo a balón parado el 1-0, y tres minutos después llegó el segundo, obra de Guardado. Nadie se acordaba ya del claro penalti cometido por Srna que el colegiado uzbeco no señaló. El Chicharito Hernández anotó el 3-0 con la testa, y para entonces la cara de Kovac era ya todo un poema.

Perisic hizo el gol del honor para Croacia -primer tanto que le anotaban a México en lo que llevabamos de Mundial- tras una buena combinación. Esto solo servía para aniquilar las esperanzas del Tri de superar el golaveraje de Brasil. A Rebic, que había entrado poco antes, se le fue la pinza y realizó una entrada criminal, por lo que fue expulsado. Para cerrar el choque pudimos disfrutar de una bella parada de Ochoa, que volvió a estar muy bien pese a tener menos trabajo del habitual.

Con este resultado, México pasa como segunda de este igualado grupo A donde solo una selección ha destacado, y lo ha hecho por el mal nivel de su juego, ya que Brasil, México y Croacia mostraron un rendimiento similar. Nunca sabremos que hubiera pasado si Nishimura no hubiese pitado aquel inexistente penalti sobre Fred. Lo que sabemos a ciencia cierta es que los croatas se van de vacaciones, y que los mexicanos disputarán ante Holanda los octavos de final.

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