No hubo pacto

Por David Moreno (@D_Moreno19)

La situación era la siguiente: Estados Unidos y Alemania tenían pie y medio en Octavos, ambas estarían en la siguiente fase si empataban, los técnicos son amigos y el resultado predecible eran las tablas en el luminoso.

Así salieron los norteamericanos, especulando con el empate. Aunque el combinado de Löw iba al ataque con mucha asiduidad. Poco a poco se fueron desperezando los estadounidenses con dos acercamientos con sendos disparos lejanos.

Se cumplía la media hora de juego y no había ocasiones claras de peligro. Se llegaba poco a la área rival y había muy poco disparo. Las llegadas eran tímidas y no se finalizaba la jugada con lanzamiento.

Klinsmann y Löw

Arrancaba el segundo tiempo con cambio en el bando germano, Klose ingresaba en el terreno de juego en detrimento de Podolski. Las ganas de Klose se notaron en la primera ocasión que tuvo, quería anotar ese gol que le haría entrar en la historia.

En la acción posterior, Muller tras un rechace conseguía dar ventaja a los alemanes. No cambiaba nada ese gol en la tabla del grupo, Estados Unidos seguiría jugando la siguiente ronda del Campeonato del Mundo.

Los americanos no cambiaron su forma de jugar pese al gol alemán, se mantenían atrás y llegando con cuentagotas a la portería de Neuer. Salvo los últimos minutos, con una doble ocasión que sacó Lahm y después Dempsey malbarató.

Y así fue como se llegó al fin del partido, un partido sin mucha historia, pero en que las dos selecciones se fueron satisfechas. Alemania con la victoria certificó el pase a los Octavos de final como primero de grupo, en cambio Estados Unidos, celebró la derrota con la que pasaba como segundo de grupo.