Por Samuel Sánchez (@Samuel_sanchez5)
Mañana soleada en el Sánchez Pizjuán que hacía presagiar un
buen ambiente en las gradas del feudo sevillista. La afición, pese al mal
partido del pasado jueves frente al Rijeka, acudió en masa al estadio para
presenciar el Sevilla – Deportivo sabedores de que un triunfo local aupaba a
los suyos al tercer puesto de la clasificación. En esta ocasión Unai Emery
apostó por un once distinto al que venía dándose en los anteriores partidos
ligueros. El técnico vasco dejó en el banquillo a hombres como Aleix Vidal o
Krychowiak dando la alternativa a otros menos habituales en el once inicial
como Deulofeu o Banega.
En los primeros compases del partido el dominio del balón
era sevillista. Sin embargo, el equipo hispalense no era capaz de transformar
ese dominio en ocasiones claras de gol. Por otra parte, el conjunto gallego no
causaba peligro alguno sobre la meta de Beto, de hecho ni se acercaba al área.
Sólo las subidas de Laure por banda derecha lograban estirar un poco a los
hombres de Víctor Fernández.
Mediada la primera mitad, un córner sacado por el canterano
culé Deulofeu era rematado a la red por M´Bia (1-0). El camerunés, libre de
marca, marcaba el primer tanto del partido con un fuerte testarazo.
Pocos minutos después, era el Deportivo el que ponía el
empate en el marcador. En esta ocasión fue Mendunjanin el que botaba de manera
magistral una falta al fondo de las mallas y en la que Beto nada pudo hacer
(1-1).
Tras el empate del Deportivo, fue el lateral izquierdo del
Sevilla, Trémoulinas el que estrellaba un balón al larguero.
El conjunto gallego, logró abrir el partido durante unos minutos
tras el gol del empate dificultando la fluidez de juego del Sevilla. Justo
cuando mejor estaba el Depor y más le costaba al Sevilla, Deulofeu ponía un
magnífico pase para que Bacca hiciera el segundo gol sevillista (2-1).
Así pues, el Sevilla llegaba al descanso sin hacer un
extraordinario partido pero aprovechando las ocasiones y los errores defensivos
cometidos por el Deportivo de la Coruña.
Ya en la segunda parte, M´Bia marcaba el segundo gol en su
cuenta particular tras una buena jugada por banda izquierda de Bacca que desde
la línea de fondo ponía un pase atrás para que el camerunés lo enviara al fondo
de la portería (3-1).
Con el tercer gol sevillista, el técnico deportivista se vio
obligado a dar entrada a nuevos jugadores con la esperanza de reactivar al
equipo y la esperanza de un posible empate. De hecho, la entrada de Cavaleiro
dotó de frescura al ataque del conjunto coruñés. Sin embargo, la defensa del
Depor seguía haciendo aguas por todas partes y fue en éstas cuando Deulofeu atraía
a varios jugadores para poner un pase a Vitolo que, completamente solo frente
al portero, ponía el cuarto y definitivo gol del Sevilla (4-1).
A partir de ahí, el partido bajó de intensidad pero no de
ocasiones, ya que los sevillistas buscaban “la manita” y el Depor intentaba
acortar distancias en el marcador, más por honor que por esperanza.
Al final, tres puntos muy importantes para el Sevilla que le
sirven para despejar dudas sobre su entrenador tras el pasado partido de Europa
League y para colocarse en la tercera posición de la clasificación, afirmándose
como un firme candidato a uno de los puestos de Champions y duro rival para los
equipos punteros de la liga. El Depor, por su parte, pasa a ocupar el farolillo
rojo de la clasificación con cuatro puntos tras lograr una única victoria y un
empate por cinco derrotas.
Al margen de la victoria, Unai Emery puede estar muy
contento con el rendimiento de sus pupilos en el día de hoy, sobre todo con
jugadores como Deulofeu o Banega, que demostraron que a pesar de tener menos
minutos están preparados para competir a un buen nivel y para ponérselo difícil
a sus compañeros. Así pues, no cabe relajación alguna en la plantilla
sevillista.
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