Esta noche vuelve la NBA, la razón del desvelo de muchos aficionados al baloncesto. La indiscutible mejor liga del mundo de este deporte regresa tras más de cuatro meses de parón. Desde el 15 de junio, cuándo los San Antonio Spurs se impusieron a los Miami Heat para proclamarse campeones.
Se nos avecina una temporada con bastantes cambios: LeBron James, para muchos mejor jugador del mundo y 4 veces MVP, vuelve a casa, a Cleveland, para jugar en los Cavaliers que abandonó hace cuatro años para marcharse a Miami en busca de títulos. De allí regresa con dos anillos y con la ilusión de ganar el tercero en casa. Y equipo para ello tienen estos Cavs, que además de incorporar a LeBron, se han hecho con Kevin Love, procedente de los Minnesota Timberwolves, y mantienen a Kyrie Irving, que se destapó definitivamente en el Mundial de España, para formar un temible Big Three.
Siguiendo en el Este, la principal alternativa a los Cavaliers son los Chicago Bulls a los que se han incorporado Pau Gasol y Nikola Mirotic. La pareja Gasol-Noah puede ser demoledora en un juego interior que completa Gibson. Aun así, por muy sólidos que parezcan, los Bulls necesitan que su base, Derrick Rose, alcance -o al menos se quede cerca- del nivel de la 2010/11, cuándo fue nombrado MVP. Tras dos años y medio prácticamente parado, veremos qué es capaz de hacer Derrick.
Veremos hasta donde son capaces de llegar Washington y Toronto, y qué logran unos Miami Heat descafeinados o unos Celtics en plena reconstrucción, al igual que los Knicks. Lo que está claro es que la conferencia Este volverá a ser ostensiblemente peor que la del Oeste, donde hay más aspirantes.
Comenzamos por los actuales campeones, los San Antonio Spurs. A pesar de que Duncan, Ginobili y Parker son un año más mayores y que este podría ser el último año de este histórico Big Three, durante la temporada pasada apareció Kawhi Leonard para unirse al grupo y formar un Big Four peligroso para el resto de franquicias. Llevan muchos años estando acabados, pero siempre están arriba y hoy recibirán el anillo. Indudablemente, vuelven a ser candidatos.
Los Clippers, asentados con Doc Rivers, deben dar un paso hacia delante y confirmar esa trayectoria ascendente que mantienen en el último lustro. De ellos depende la ciudad de Los Ángeles, donde los Lakers intentarán, principalmente, no ser humillados.
En Oklahoma no ha cambiado prácticamente nada, ya que Westbrook, Durant -que se perderá el primer mes y medio de competición- y Serge Ibaka siguen formando el núcleo duro de la franquicia. Si son capaces de vivir sin su estrella hasta mediados de diciembre, serán muy peligrosos en mayo y junio.La alegría la pondrán, al igual que en la última temporada, los Golden State Warriors y los Phoenix Suns. Los de Curry, Thompson y compañía cuentan con un nuevo entrenador, Steve Kerr, y quieren mejorar lo logrado la pasada campaña, donde no cumplieron con las expectativas ni en la liga regular ni en los playoffs. Por su parte, los Suns, con tres bases de primer nivel y que podrían ser titulares, prometen velocidad y espectáculo, aunque son toda una incógnita. ¿Lograrán repetir lo del año pasado?
Portland y Houston también nos dejan dudas. ¿Serán capaces de mejorar lo logrado en la 13-14, o ese es su tope? Ambos comenzaron muy fuerte y, poco a poco, se fueron desinflando hasta llegar a unos playoffs donde se enfrentaron en primera ronda.
Dallas y Memphis también deberían estar en la pelea por los playoffs, pero lo tendrán complicado debido a la gran competencia que hay en el Oeste. Aun así, siempre hay lesiones e imprevistos que azotan de manera especial a algún equipo que ve decrecer su rendimiento debido a esos problemas.
Y esto se nos presenta, esta vez sí, con una gran generación de rookies, comandada por Wiggins y Parker. El espectáculo está de vuelta. Y es asegurado. Sentémonos y disfrutemos, desde hoy hasta junio, del mejor baloncesto del planeta.
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