El Valencia ha dado un golpe de autoridad esta jornada y ha presentado definitivamente sus credenciales cómo alternativa a los grandes de nuestra Liga. Un equipo renovado al que le falta su fichaje estrella, Álvaro Negredo y, que pese a su baja, sigue brindando un juego tremendo y que es capaz de ganar a cualquier oponente, aunque ese oponente sea el Atlético de Simeone.
Los madrileños llegaban a Mestalla como invictos en Liga y después de vencer agónicamente a la Juventus en Champions. En frente, un conjunto valencianista también invicto, pero con menos minutos en las piernas de sus jugadores puesto que esta temporada no está disputando ninguna competición europea. Nuno contra el Cholo, dos estilos enfrentados entre sí y que por primera vez se veían las caras.
Y la verdad que el primer cuarto de partido sorprendió a todos, ya fueran chés o colchoneros. El inicio del encuentro del equipo local fue simplemente brillante. Tres goles en trece minutos de tres maneras posibles: un en propia puerta, otro de jugada personal y otro de cabeza en un córner. Nos tendríamos que remontar mucho en el tiempo para ver al Atlético perdiendo de 3 goles en la competición doméstica (4-1 frente al Barcelona).
El primero y el más doloroso para los rojiblancos fue el que Miranda metió en su propia portería. En un balón muerto por alto y sin presión alguna, Moyá salió de su portería para atrapar el balón. Sin embargo, no se entendió con el defensa brasileño y los dos saltaron a por el esférico, estorbándose entre sí. Al final, la afición valenciana acabó celebrando el primer tanto de la tarde. Muy pronto llegaría el segundo gol para los locales. A los dos minutos del 1-0, Paco Alcácer sirve el balón en las inmediaciones del área a André Gomes. El portugués, en una jugada fabulosa, recorta primero a Miranda, dribla también a Jesús Gámez y sin prácticamente ángulo, fusila a Moyá con la pierna zurda poniendo en pie al estadio entero. Una obra de arte de uno de las nuevas incorporaciones del Valencia.
Cuesta bastante creer que el Atlético reciba goles a balón parado cuando son ellos los autores de esos goles. Pero los visitantes no habían entrado en calor todavía, y el argentino Otamendi en un saque de esquina remató el tercer gol del encuentro llevando el delirio a las gradas de Mestalla.
Todo parecía presagiar que el partido estaba visto para sentencia, pero si algo caracteriza a este Atlético es que no dar su brazo a torcer hasta que el árbitro señale el final. Y a la media hora de juego se volvió a meter de nuevo en el choque. Gran disparo de Tiago desde fuera del área que rechaza Diego Alves, pero Mandzukic, siempre atento, se anticipa a su defensor, y de cabeza coge el rechace para poner el 3-1.
El miedo se apoderó de los de Nuno cuando instantes después el colegiado señaló penalti a favor de los visitantes por manos de Gayá. Siqueira, que ya en el Granada se encargaba de tirarlos, probó suerte ante Diego Alves, un especialista en esta materia, que adivinó la trayectoria del balón y paró la pena máxima. Fue más fallo del lanzador que acierto del guardameta, pero de todas maneras buena la intervención del portero.
Deportivamente el partido finalizó con el descanso, puesto que los de Simeone apenas inquietaron la portería rival. El Valencia dominó en la segunda parte y acabó siendo justo vencedor. De esta manera, los chés siguen segundos en la clasificación, a dos puntos del Barcelona. El Atlético por su parte, pierde la cuarta plaza en favor del Real Madrid.
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