En el partido del viernes en la Bundesliga, se enfrentaban dos clásicos del fútbol alemán. Dos combinados bajo presión por el mal arranque de temporada.
El Hertha (#14), es el equipo que menos kilómetros recorre por partido, el que menos duelos gana (42%) y el que más goles encajó por jugadas de estrategia (5).
El VfB (#15) tampoco lo ha hecho mucho mejor, aunque después de la renuncia de Freddy Bobic como director deportivo, ha sumado 4 puntos en 2 encuentros (sólo 1 en 4 partidos con Bobic en el cargo).
Luhukau, el técnico del Hertha, les dio la titularidad por primera vez esta temporada a Ben-Hatira y, sobre todo, a Valentin Stocker. El suizo, que deslumbró con el Basilea, llegó por 5 millones, y aun no había sido titular.
El partido empezó bien para los de Armin Veh. Tardaron 5 minutos en anotar el primer tanto. Un genial pase de tacón de Ibisevic le abrió la banda derecha al joven lateral austríaco, Florian Klein, que centró sin presión hacia un Leitner que entraba de segunda línea para batir al cancerbero. El media-punta, prestado por el BVB, adelantaba a los suabos con su primer gol de la temporada.
Un poco contra el juego llegó el empate. En el minuto 22, cuando Stuttgart parecía tener el partido controlado, Gruezo cometió un penalti muy leve sobre Stocker que Kalou transformó. El marfileño había sido el elegido para liderar la delantera del Hertha en vez del brasileño Ronny.
Pocos minutos después, Veh decide cambiar de esquema, pasando del 4-3-2-1 a un 4-2-3-1 más ofensivo, sacrificando al ecuatoriano Gruezo para dar entrada al joven delantero Werner. Pero se fueron al descanso con un empate.
El Stuttgart arrancó mejor la segunda parte, que se transformó en un duelo de ida y vuelta. Sin embargo, los errores individuales iban a tener razón de las ganas del VfB. El Hertha iba a golpear dos veces, después de perdidas de balón en el medio campo, de Rüdiger primero y de Harnik. Las dos contras, muy similares, lanzadas por Valentin Stocker. El suizo, sin tener una gran actuación, tuvo mano en los 3 goles de su equipo, asistiendo a Kalou en el segundo. El tercero es obra del extremo Beerens, después de un buen trabajo de Ben-Hatira por el lado izquierdo.
El Stuttgart lo iba a seguir intentando hasta el final, pero sólo manejarón acortar distancias después de una falta, tirada por Leitner, que el gigante Sandro Wagner desvió de cabeza en su propia puerta.
Este resultado le da aire al Hertha, especialmente antes del parón de selecciones. En cambio, deja más dudas en Stuttgart, donde el proyecto de Armin Veh no acaba de despegar. Siguen sin ganar un partido a domicilio desde noviembre del 2013. La falta de experiencia y los muchos errores individuales tuvieron razón de un buen comienzo y dejan al Stuttgart al borde del descanso, pendientes de lo que vaya a ocurrir este fin de semana en la Bundesliga.
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