Por Jon Fernández (@Mur_98)
Anoche en Anoeta pudimos disfrutar de un gran derbi vasco en el que se enfrentaron los dos peores equipos de la CAV según la tabla, ya que es el Eibar quien ocupa esa privilegiada posición de mejor vasco en la clasificación. Ambos equipos tuvieron ocasiones y llegaron al área rival, y el partido acabó con un empate que pareció hacer justicia. Y lo mejor, eso sí, el ambientazo que hubo durante todo el día en San Sebastián y en las gradas de Anoeta. Con respeto y convivencia. Como debe ser.
En lo que se refiere a lo estrictamente futbolístico, la única sorpresa en el once de Valverde fue la titularidad de Unai López en la mediapunta. Por parte de los donostiarras, Markel Bergara fue de la partida, a pesar de que algunos medios de comunicación lo habían descartado por sus molestias. En la punta de ataque estuvo Finnbogasson, dejando en el banquillo a Imanol Agirretxe.
Apenas pudimos ver como salían ambos equipos, ya que, en el minuto tres, Carlos Vela remató solo en la frontal del área pequeña aprovechando un centro desde la izquierda. A punto de detenerlo estuvo Iraizoz, ya que el testarazo de Vela fue bastante centrado, pero el arquero navarro no lo consiguió finalmente.
A partir de ahí, la Real tomó las riendas del encuentro con una intensa presión y un juego fluido y tuvo ocasiones para hacer el segundo. Íñigo Martínez volvió a colarse en una acción a balón parado entre la defensa para rematar solo. Por suerte para los bilbainos, el remate se le marchó fuera a pesar de que parecía difícil fallar. Los de Valverde estaban desconcertados y cuajaron una mala actuación en la primera mitad, en la que les faltó garra. Al descanso llegamos con un justo 1-0 que daba la victoria a los pupilos del escocés David Moyes.
Sin embargo, parece que en el entretiempo se cambiaron los papeles ambos equipos, ya que fue el Athletic el que salió a presionar con mucha intensidad. Los donostiarras se vieron sorprendidos y no supieron muy bien cómo reaccionar ante este brusco cambio en el guión del choque.
La primera ocasión clara la tuvo Muniain, pero su disparo con el que buscó la escuadra se marchó desviado. Quien sí tuvo acierto fue Óscar de Marcos. El ayer lateral derecho remató de volea un magnífico centro de Susaeta tras ganarle la espalda al Chory Castro y a De la Bella. Teníamos un partido nuevo y que prometía mucho. Moyes reforzó el centro del campo con Canales y Zurutuza buscando recuperar el control, y no le salió mal.
Todo se torció para el Athletic cuando Laporte, que llevaba pegándose -literalmente- con Finnbogasson todo el encuentro, le soltó un codazo a Xabi Prieto y vio la segunda cartulina amarilla. A pesar del contratiempo, Valverde ordenó a los suyos en un claro 4-4-1 y la Real apenas creó peligro, salvo en una falta botada por Canales que se fue al larguero.
Al final, reparto de puntos en Anoeta que deja algo más feliz al Athletic que a la Real, ya que los de Bilbao jugaron el último cuarto de hora con diez futbolistas sobre el terreno de juego y, además, disputaban el partido fuera de San Mamés. Por parte de los guipuzcoanos, parece que comienzan a arrancar tras la llegada de Moyes.
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