viernes, 4 de julio de 2014

Primera experiencia para Bosnia

Por Miguel Ángel Martín (@AdictoFutbolES)

La meta principal para un país modesto como Bosnia era pasar a la siguiente ronda. Sabíamos que esto iba a ser bastante difícil debido a la gran competitividad en su grupo. Las aspiraciones de Bosnia estaban en conseguir los tres puntos frente a Nigeria. Las expectativas creadas por los bosnios eran enormes aunque sin excesiva euforia, ya que era una de las selecciones menos experimentadas en este Mundial, de hecho nunca había ganado a un grande.

La gente creía que Bosnia iba a pasar de grupo, pero si hubiesen pasado se pensarían que era posible ganar en octavos, y así sucesivamente.

Finalmente Bosnia fue eliminada en fase de grupos tras una discutida actuación arbitral en el partido decisivo ante Nigeria y su polémica celebración con los Águilas Verdes. Pese a eso, los bosnios disfrutaron de su primera experiencia mundialista.

Los bosnios celebrando un gol
Empezaron mal, con un gol en propia puerta de Kolasinac, aunque finalmente dejaron un buen sabor de boca y desplegaron un buen fútbol ante la albiceleste. Ante Nigeria, merecieron más y perdieron tras ser anulado un gol a la estrella, Edin Dzeko, creando polémica en el país balcánico. Se ganó fácil a Irán, en un partido intrascendente para ellos, pero que dio su primera victoria al país en un Mundial.

Tácticamente, los jugadores más relevantes en el conjunto bosnio, no dieron su máximo esplendor. Miralem Pjanic, no pudo relucir en un equipo que solo lucía en las contras y solo tocaba a gusto en los bajones físicos de sus rivales. Edin Dzeko no pudo hacer mucho, estaba solo arriba y cuando recibía algún que otro balón, solo podía pararse, darse la vuelta y oxigenar para el todocampista Pjanic. Lulic fue uno de los mejores jugadores de la selección; vertical, ofensivo, un puñal por la banda. Incluso llegó a jugar como carrilero izquierdo en momentos decisivos. Todos estos grandes nombres son futbolistas que han ofrecido un gran nivel por separado actuando en sus correspondientes clubs, pero que en la selección no han dado un máximo. Esto causó que emergiera la gran sensación del conjunto balcánico, Besic. Jugó de medio-defensivo y de contención, siempre cubriendo las espaldas al mago Pjanic, motivo para ser interés de clubs de media Europa.

Deseamos que el conjunto bosnio esté en el Mundial de Rusia, con unas condiciones climáticas mucho más normales y acostumbradas a un juego más frío e inglés y menos moderno. Constante peligro pero poco toque.

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