viernes, 25 de julio de 2014

Italia tuvo su estrella 24 años después

Por Aitor Bris (@aitorBP_09)

Italia y Francia llegaron a Alemania 2006 sin ser favoritas a ganar el título. Pero de forma sorprendente ambas selecciones se plantaron en la gran final de Berlín, donde uno de los dos países pondría una nueva estrella en su escudo, en el caso de Italia sería la cuarta, en el de Francia la segunda.

Pero volviendo atrás, fue un Mundial con mucha historia futbolística, primeramente porqué después de tantos campeonatos el campeón no jugaba el partido inaugural, ese puesto lo tendría a partir de entonces el anfitrión en este caso, Alemania. Una Alemania que era la máxima favorita a alzarse con el torneo, con el claro objetivo de resarcirse de la dura derrota contra Brasil en la final de Corea del Sur-Japón.

Viera ante Totti
Volviendo a los finalistas, Italia y Francia tuvieron a priori un grupo asequible. En el caso de la azzurra tenía como rivales a Ghana, EEUU y República Checa, un grupo donde sacaron 7 puntos de 9 posibles donde solo cedieron 2 puntos en el empate a 1 ante EEUU. Italia pasó como líder.
Francia en cambio no pudo ser la campeona de sus emparejamientos después de 5 paupérrimos puntos sobre los 9 que se podían sacar, un grupo que ganó Suiza. Francia venció a Togo y empató a la selección helvética y a Corea del Sur, por consiguiente tendría que enfrentarse a España en octavos tras haber quedado segunda.

Italia llegó a la final tras derrotar Australia (1-0) en octavos, a Ucrania (3-0) en cuartos y a la anfitriona Alemania (0-2) en semifinales. Francia en cambio llegó a la final tras derrotar a España (3-1) en octavos, a Brasil (1-0) en cuartos, y a Portugal (1-0) en semifinales. Ambas selecciones llegaron a una de las finales más igualadas de la historia de los mundiales.

Una final sorprendente pero que tras una serie de resultados inesperados se llevó a cabo,  un 9 de julio tendría lugar la final en la capital germana entre dos campeonas del mundo: Italia y Francia.

Históricamente Italia se había enfrentado a Francia en 32 ocasiones antes de aquella final, y las estadísticas eran demoledoras a favor de los italianos ya que habían cosechado 17 victorias y solo 7 derrotas con un balance de 8 empates entre los dos combinados.

Para varios jugadores bleus era la última oportunidad de poder ganar un Campeonato del Mundo como era el caso de Barthez, Makelele o la gran estrella de la selección gala, Zinedine Zidane, que estaba ante su último partido como profesional.

Grosso
El partido comenzó vibrante, ya que a los seis minutos el colegiado argentino Horacio Elizondo señaló penalti, en una acción dudosa a favor de Francia. El encargado de ejecutar la pena máxima sería Zidane que nos regaló una gran obra de arte con una "Panenka" que a punto estuvo de no entrar, porqué pegó primero en el larguero antes de entrar a la portería defendida por Buffon. Italia a partir de ahí intentó reaccionar y llegar a la portería de Barthez con jugadas sobre todo iniciadas por Camoranesi pero anuladas por la férrea defensa gala; sin embargo la defensa no pudo hacer nada en el minuto 19' donde el centrocampista del AC Milán Andrea Pirlo botó un córner que fue a parar a la cabeza de Materazzi que cabeceó con potencia a puerta consiguiendo así el empate. El resto del partido fue flojo, sin mucho que ofrecer a los espectadores, salvo algunas ocasiones de parte sobre todo de Zidane, que Buffon supo atajar bien. Pero aún así, ninguna de las selecciones llevaba el manejo del partido a su gusto, y así se llegó al final de los 90 minutos reglamentarios, por lo que se tuvo que jugar prórroga, una prórroga en la que ninguna de las dos selecciones quiso arriesgar en exceso y donde lo más destacado y además polémico fue la expulsión de Zidane tras propinar un cabezazo en el pecho a Materazzi por supuestos insultos del italiano a familiares de Zizou, de esa manera, el jugador del Real Madrid colgaba las botas y se despedía. Con un jugador menos Francia se cerró atrás e Italia dio un paso adelante, pero no pudieron marcar el segundo gol que les hubiera dado su cuarto título mundial, por lo tanto el partido se tuvo que decidir en los penaltis.

En la tanda de penaltis Italia sería la primera en ejecutar por medio de Andrea Pirlo que fusiló por el centro poniendo el 1-0; Sylvain Wiltord engañaría a Buffon para poner el empate a 1 con un lanzamiento a la izquierda del portero italiano; acto seguido Materazzi volvió a adelantar a Italia con un disparo a su derecha que muy cerca estuvo de atajar Barthez; David Trezeguet lanzaría el siguiente, tiró potente, pero la suerte no estaba con el francés y el penalti se fue al larguero dejando a Italia en ventaja 2-1. A partir de aquí ya nadie fallaría su lanzamiento ni italianos ni franceses. De Rossi mandó un fusil a la escuadra izquierda de la portería de Barthez; Abidal pondría el segundo gol para Francia con un tiro a su izquierda engañando al guardameta italiano; el siguiente sería el atacante de la Juventus Alessandro del Piero en un penalti calcado al ejecutado anteriormente por Abidal; Sagnol llevaría la tanda al quinto penalti al anotar su disparo por el centro; y el último penalti lo lanzaría y marcaría el defensa Grosso con un disparo a su derecha engañando a Barthez y poniendo el 5-3 definitivo y dándole a Italia su cuarto campeonato mundial de la historia.

Zidane dando el famoso cabezazo
Los días posteriores fueron para celebrar el cuarto mundial de la historia del fútbol italiano, para que Francia se echara a la calle para agradecer a los jugadores que representaron a su país el gran Mundial realizado, y sobre todo se habló en todo el mundo del cabezazo que dio Zidane a Materazzi lo que propició la expulsión del francés a falta de 10 minutos para acabar la prórroga. Según la versión de Zidane el cabezazo lo dio como una respuesta a insultos de Materazzi

Como curiosidades de este partido cabe destacar que Zidane ha sido junto a Pelé, Breitner y Vavá los únicos jugadores que han marcado en dos finales de Mundial, en el caso de Zizou contra Brasil en Francia 1998 y contra Italia en Alemania 2006. Otro dato es que el colegiado argentino Horacio Elizondo es el único árbitro de la historia en arbitrar el partido inaugural y la final de un mismo torneo. Y si Francia hubiese ganado, algunos miembros de su plantilla se hubieran llevado un récord compartido con  Pelé, Cafú, Pasarella y Ronaldo al alcance de muy pocos que sería ganar dos finales de mundial de forma no consecutiva.

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