No obstante, esto no era nada y en un ambiente frío y con un Benito Villamarín prácticamente vacío caería el segundo gol cuando tan solo corría el minuto 5 del primer tiempo. Pase en profundidad a Teerasil que coge a los centrales béticos despistados y se planta delante del portero verdiblanco, para que con un toque sutil con el exterior batir por segunda vez al guardameta bético.
El Betis estaba noqueado, y con síntomas de estar claramente abatido y sin reacción, además, a los 29 minutos llegaba un nuevo palo, cuando Quique remataba un balón dentro del área, elevándose por encima de Caro y empujándola con la cabeza al fondo de la red. Subía el 0-3 al marcador.
Pero en un balón perdido por la defensa bética, el Almería aumentaría aun mas su ventaja, tras una jugada por la banda derecha, y un centro al área que Perquis no alcanza a despejar y Edgar remata de cabeza cruzándola al palo largo de Dani Giménez.
El Betis parecía intentar reaccionar, pero cada vez que se levantaba un poco, el Almería volvía a atizarle otro palo, esta vez Merino pareció reaccionar y en el minuto 73 dio salida a un desparecido Rennella para dar entrada al goleador verdiblanco Rubén Castro.
Tan solo 6 minutos después de su entrada, Rubén Castro aprovechaba un centro al área de Casado a media altura, que el delantero canario esperaba en el segundo palo para empujarla a la red. Gol de Rubén Castro. Se convierte en el máximo goleador de la historia del Betis.
Parecía que el cambio de Merino esta vez si conseguía el efecto deseado, se cumplía ya el minuto 86 y un córner botado por el Betis fue empujado en el punto de penalti con la punta de la bota por Perquis, y acababa entrando, sube al electrónico el 2-4.
Con este gol el Betis buscó en los 3 minutos de descuento un gol que significase el empate pero ya no quedaba tiempo para más y el colegiado señalaba el final de un encuentro que nos dejó un Betis de dos caras.
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