La primera victoria del Athletic en Champions desde diciembre del 1998 ha llegado al fin. Tarde, pero ya está aquí. Los de Valverde lograron tres puntos muy importantes en la pelea por la tercera plaza que da acceso a la Europa League en Lviv ante el Shakhtar.
Es cierto que no fue un encuentro muy vistoso, aunque no por poco vistoso tiene que ser malo un partido. Vimos una batalla táctica espectacular, donde Valverde le ganó la partida a Lucescu. Los vascos realizaron una gran presión durante todo el choque y obligaron a los ucranianos a jugar en largo continuamente, haciendo que se sintieran incómodos.
El Athletic comenzó un poco titubeante, por el miedo escénico probablemente, como viene pasándole en todos los encuentros de Champions. San José cometió un error gravísimo, pero Douglas Costa falló ante Gorka y el arquero navarro logró atajar el esférico. Poco a poco los vascos fueron mejorando, y, a pesar de que la posesión indicaba un dominio local, ni mucho menos era eso lo que ocurría. En los minutos restantes de la primera mitad no pasó prácticamente nada: Ambos se acercaban tímidamente al área del rival pero ni Pyatov ni Iraizoz tuvieron que intervenir. Por lo tanto, al descanso llegamos con un justo empate sin goles.
El Shakhtar volvió a salir algo más enchufado en la segunda parte, gracias a su quinteto de brasileños. Sin embargo, los de Valverde neutralizaron esta imponente salida y volvieron a llevar el partido a ese terreno más táctico donde el Athletic estaba más cómodo. Fue entonces cuando ingresó en el terreno de juego Aritz Aduriz. El guipuzcoano tuvo una importancia en el gol que llegó muy poco después. Falta lateral bien botada por Beñat, Aduriz se llevó a media defensa en un movimiento de despiste, y Mikel San José remató solo en el borde del área pequeña con el exterior de su pie derecho para batir a Pyatov.
El Shakhtar trató entonces de buscar el empate con más efectivos, pero hasta los últimos cinco minutos el Athletic no sufrió. Sin embargo, en el 88´, Mikel Balenziaga realizó un auténtico paradón para evitar el tanto de los ucranianos. El colegiado, Mark Clattenburg, y, sobre todo, el juez de área, Michael Oliver, se lo tragaron incomprensiblemente. Las protestas eran desesperadas y lógicas, ya que el lateral zurdo del Athletic desvió claramente con la mano un balón que iba directo a las redes de Iraizoz.
Sin embargo, ni se decretó penalti ni nada parecido, y, al final, el Athletic se llevó los tres puntos de Lviv. Con esta victoria son cuatro los que suma -todos logrados ante el Shakhtar-, y tiene uno más que el BATE, por lo que empatar en la última jornada en San Mamés ante los bielorrusos bastaría. Pero, qué demonios, el regreso a la Champions hay que cerrarlo con una victoria en casa.
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