Por Jon Fernández (@Mur_98)
Las dos últimas campeonas del mundo se enfrentaban ayer en Balaidos en un partido amistoso. Sin embargo, el espectáculo que ofrecieron fue escaso, y Alemania acabó llevándose la victoria gracias a un disparo lejano de Kroos que la lluvia y Kiko Casilla hicieron que entrase. Pero, al fin y al cabo, no era más que un amistoso. Y eso se notó mucho.
Ambas selecciones presentaron alineaciones con muchas novedades. Nolito debutó en su casa con el combinado nacional, y lo hizo compartiendo ataque con Raúl García, Isco y Morata. En una situación normal, ninguno de los cuatro sería titular. En Alemania ocurrió algo parecido. Futbolistas como Rudy, Rüdiger, Zieler o Volland, entre otros, no son ni mucho menos habituales en la mannschaft.
España arrancó el choque con una buena presión que impedía que los germanos tuvieran una clara salida de balón. Además, en los primeros minutos, Sergio Ramos propinó un rodillazo a Müller, lo que provocó que el jugador del Bayern tuviese que abandonar el terreno de juego minutos después. Los de Del Bosque dominaban pero no creaban ocasiones de peligro. Lo único destacable fue un disparo de Nolito, pero este tampoco acabó en las redes de Zieler.
Sin embargo, entorno al minuto treinta, la intensidad de la presión española bajó y Alemania empezó a sentirse más cómoda, con Khedira y Toni Kroos distribuyendo en el centro del campo. Los carrileros, Rudy y Durm, se mostraban ahora más incisivos, y comenzaban a acercarse al arco de Iker Casillas, quien cumplía su partido 160 como internacional. Götze tuvo la ocasión más clara, pero el guardameta del Real Madrid respondió perfectamente.
Al descanso se llegó con un justo empate sin goles en un choque muy soso. En la segunda parte el partido mejoró un poco, y fue Alemania la que dominó y la que tenía la posesión, haciendo que los españoles añoraran esos tiempos no tan lejanos en los que la Roja tocaba y tocaba hasta encontrar el hueco preciso.
El carrusel de cambios no se hizo esperar, y, al tratarse de un amistoso, podían realizarse más de tres por equipo, por lo que las interrupciones se sucedieron, como es comprensible. A falta de 20 minutos, Del Bosque retiró a Casillas para que Casilla debutase, aunque, a la postre, el arquero del Espanyol falló en el gol. Ese que llegó cuando parecía que nos íbamos a ir con el 0-0 a casa. Kroos disparó de tal forma que el cuero botó delante del portero, y con lo rápido que estaba el campo, provocó el error de Kiko Casilla, al que el balón se le coló por encima.
No hubo tiempo para más. Un encuentro sin mucho ritmo y con pocas ocasiones que se resolvió con un disparo lejano. Eso sí, la cantidad de agua que cayó sobre Vigo fue inmensa, y los jugadores acabaron empapados. Probablemente, también terminaron pensando en qué bien habían hecho Cesc y Costa quedándose en Londres.
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