sábado, 17 de mayo de 2014

Mejor otro día

Por Iñigo Agiriano (@agirianob)

Hace una semana, cuando el Real Madrid perdió contra el Celta sentenciando sus posibilidades de ganar la liga, me puse a mirar la clasificación y advertí un dato que me dejo helado. Si los blancos hubiesen ganado sus tres últimos compromisos, nada imposible, dependerían de ellos mismos para ganar el título. ¿Cómo han dejado escaparla entonces?, se preguntarán los aficionados merengues. El problema del Madrid no ha sido otro que el de la motivación. Desde que se empezaron a hacer las cábalas sobre quien sería el campeón los de Chamartín sabían que necesitaban más de un pinchazo del Atlético. Si en sus tres partidos Valencia, Levante y Málaga los rojiblancos no ganaban alguno todavía debían perder o empatar frente un Barcelona, que a priori no se iba a jugar nada, en la última jornada. Que los hombres de Martino tras la desastrosa temporada vivida diesen el título al máximo rival se antojaba imposible si no querían ser colgados en Canaletas. Por ello, el Real Madrid ha jugado los últimos tres partidos sin esa chispa que te da el saber que si haces tu trabajo obtendrás resultado. La tropa de Carletto nunca imagino que si lo ganaban todo serían campeones. Un proyecto de más de 600 millones no puede permitirse tirar títulos así como así. La Décima se antoja ahora el único salvavidas para la inversión de Florentino.

El Camp Nou dictará sentencia
Cuando el Atlético ganó en el Bernabéu allá por diciembre las malas lenguas decían que a los colchoneros se les acabaría la gasolina en febrero. -Ese ritmo es insostenible una temporada - sentenciaban. Unos 4 meses después los del Cholo demostraban que podían jugar cuanto quisieran a su ritmo sin dar muestras de debilidad. Al final se ha demostrado que esas personas que predecían el final del Atlético no habían errado del todo. Se les ha acabado la gasolina, no en febrero pero si en mayo, como ya le pasó a ese magnifico Athletic de Marcelo Bielsa. Esto no significa que vayan a perder las dos “finales” que le quedan pero si es cierto que ya no son eso equipo que metían el miedo en el cuerpo haya por donde pasaban. Sufrieron contra el Getafe y contra el Elche y cuando ganaron al Valencia pareció que estaba todo hecho. Una semana después perdieron contra el Levante de Caparrós por 2-0 y convirtieron el ridículo empate del Barça en un triunfo. A la semana siguiente el Barcelona siguió mostrando una indolencia impropia de un equipo que se juega un título y empató a cero contra el Elche. El Atlético, que podría haberse proclamado campeón en esa misma jornada, empató frente al Málaga. La mano de Caballero a Adrián en el instante final es de esas que quedan en la memoria sobre todo en la de los aficionados colchoneros que deberán ver como su equipo se juega un todo o nada contra el Barcelona en la última jornada.

Si empatando dos partidos de los últimos tres el Barça todavía tiene opciones reales de ganar la liga significa que no lo han hecho tan mal como algunos dicen. Si es cierto que la derrota en Granada después de perder la final de Copa y el ser eliminado de la Champions ensombrecieron de tal manera la temporada pero nadie recordó la gran primera vuelta que hicieron los culés sumado a su victoria en los dos clásicos y nadie se dio cuenta de que el jugar contra los de la ribera del Manzanares en la jornada final podría ser clave. Y así fue, el Madrid pinchó dos veces, lo justo para que el Barcelona con su agónica victoria en Villarreal y a pesar de su empate contra el Getafe, adelantase a los blancos en la tabla y, junto a los errores del Atlético se colocara en la tesitura de que a falta de un partido los azulgranas dependan de si mismos para ser campeones. La cita es hoy a las 18:00. El Barça debe despertar de su letargo y el Atlético sacar fuerzas de donde parece que no quedan. La batalla esta servida.

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