Por Jon Fernández (@Mur_98)
El último día del mes de abril de 2014 será recordado por todos los aficionados colchoneros durante generaciones. El Atlético de Madrid, tras cuarenta años de larga espera, se volvió a clasificar para una final de la Liga de Campeones. Lisboa ejercerá de anfitriona para los dos clubes más grandes de la ciudad de Madrid, sin desestimar nunca al resto, como al Rayo por ejemplo. Pero aquí estamos para repasar cómo el Cholo se acercó a la taquilla y compró el billete con el esfuerzo de todos sus futbolistas.
El partido no tuvo que ver con el que vimos una semana antes en el Calderón. El Chelsea salió con un planteamiento defensivo, pero ni mucho menos tanto como en el feudo rojiblanco. Y eso que dos de los tres jugadores que armaban el centro del campo blue eran defensas reconvertidos, César Azpilicueta y David Luiz. Sin embargo, durante la primera mitad la posesión fue -no por mucho- favorable al cuadro dirigido por José Mourinho. Podría decirse que dominaron, y fruto de ese juego superior al del rival, que se dedicaba a defender, consiguieron un gol. Fernando Torres marcaba ante el club de su alma, y no lo celebraba. Su remate desde el interior del área tocó en un futbolista colchonero, lo que lo hizo imposible para Courtois.
A pesar del duro golpe, el Atlético se rehizo y logró el tanto del empate aún en el primer tiempo. Adrián, un jugador que hace no tanto parecía convocado a lo más profundo del banquillo, se reivindicó anotando tras una brillante jugada combinativa que el Chelsea no se atrevió a despejar. Empate a uno al descanso. Entonces, Simeone se atrevió a atacar a un equipo que por primera vez se veía obligado a adelantar algo sus líneas. Y la jugada le salió bien.
El Atlético fue mejor que el Chelsea en la segunda mitad, pese a que los blues también llegaban. Eto´o, al poco de entrar, cometió un penalti claro. Diego Costa, usando el juego psicológico, estuvo media hora para colocar el cuero en el punto de penalti y cansar mentalmente a Schwartzer. El hispanobrasileño cogió carrera, disparó y anotó. 1-2.
Poco después, un remate se marchó al palo de Courtois. El belga, inmediatamente después, despejó a córner un rechace que era peligroso. Sin embargo, la fortuna sonreía a un Atlético que lograría el definitivo 1-3 gracias al tanto de Arda Turan. El turco marcó a puerta vacía después de un remate al larguero.
El duelo no dio mucho más de sí. El Chelsea siguió buscando la portería de Courtois sin excesiva fortuna, y el Atlético dejaba pasar el tiempo. El Cholo Simeone ha colocado al Atlético en la final de la Liga de Campeones. Es increíble lo logrado por este grupo tan bien liderado. Su juego puede no ser el más vistoso pero sí el más efectivo. Ahora toca esperar tres semanas para disfrutar de una final que por primera vez en la historia disputarán dos conjuntos de una misma ciudad. Madrid es la capital del fútbol.
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| El Atlético celebró el pase a la final con entusiasmo |
Poco después, un remate se marchó al palo de Courtois. El belga, inmediatamente después, despejó a córner un rechace que era peligroso. Sin embargo, la fortuna sonreía a un Atlético que lograría el definitivo 1-3 gracias al tanto de Arda Turan. El turco marcó a puerta vacía después de un remate al larguero.
El duelo no dio mucho más de sí. El Chelsea siguió buscando la portería de Courtois sin excesiva fortuna, y el Atlético dejaba pasar el tiempo. El Cholo Simeone ha colocado al Atlético en la final de la Liga de Campeones. Es increíble lo logrado por este grupo tan bien liderado. Su juego puede no ser el más vistoso pero sí el más efectivo. Ahora toca esperar tres semanas para disfrutar de una final que por primera vez en la historia disputarán dos conjuntos de una misma ciudad. Madrid es la capital del fútbol.
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