La Juve gana pese a quedarse sin gasolina

Por Jon Fernández (@Mur_98)

En una bonita mañana en Turín, el líder de la Serie A recibía al cuarto clasificado. O lo que es lo mismo, la Fiorentina se enfrentaba fuera de casa a la Juventus. Los violas están echando mucho de menos al ariete transalpino Giuseppe Rossi, que sigue lesionado y que ya no es el máximo goleador de la liga.

Los de Montella no salieron del todo mal, pero el ímpetu inicial apenas les duró cinco minutos. Una Juventus racheada dominó la primera media hora en la que hubo pocas ocasiones. La Fiorentina eligió encerrarse en lugar de presionar, y cuando poseían el cuero no combinaban como en otros partidos. Su ataque era completamente vertical, por lo que eran imposibles de reconocer.

Pasados los primeros treinta minutos, los dirigidos por Antonio Conte comenzaban ya a llegar con suma facilidad al arco defendido por Neto, especialmente por el flaco izquierdo, donde Asamoah y Pogba estaban aprovechando los huecos que dejaba una replegada Fiorentina. En un saque de esquina estuvo muy cerca de llegar el primer tanto de la mañana, pero la defensa viola logró evitarlo. Sin embargo, cuando llegábamos al descanso, Asamoah encontró un hueco por donde llevaba todo el encuentro haciéndolo, y con un magnífico gesto técnico, se colocó el balón en su pierna derecha, la mala, para golpear el esférico y lograr un auténtico golazo que se consumó tras tocar el poste.

Con este justo, quizás corto, resultado se llegó al entretiempo. Con la reanudación llegó la mejor ocasión para los de Montella. Pogba cometió una falta sobre Diakité, y los violas optaron por realizar una jugada de estrategia en la que el propio Diakité envió el esférico a la red. Sin embargo, el colegiado anuló bien el gol al encontrarse, por poco, en fuera de juego. Pero lejos de amedrentarse, la Juve siguió atacando de igual manera que en la primera mitad, y la Fiore siguió encerrada atrás. Las pocas ocasiones en las que se atrevieron a salir con el cuero controlado, la perdían al intentar superar la primera línea de la presión bianconera.

Poco más tarde, Carlos Tévez logró llegar muy cerca de la meta de la Fiorentina, pero Neto interceptó el pase de la muerte que buscaba al riojano Llorente. Los de Conte se confiaron, y un centro de Pasqual que remató Mario Gómez pudo acabar dentro de la portería de Buffon. El choque fue convirtiéndose en uno más abierto. Gonzalo pidió un penalti que parecía serlo en un saque de esquina y las tornas se invirtieron poco a poco. La Fiorentina llegaba con claridad mediante el control del esférico y la Juve se replegó, si bien El Apache Tévez llevaba peligro en algún contraataque. Wolski fue el siguiente en probar fortuna, y su disparo se marchó fuera por poco. Comenzaban los silbidos en el estadio juventino. 

Ya en los últimos quince minutos, Montella introdujo a Matos por Mario Gómez, que no estaba para jugar el partido entero. Al poco de entrar, tras tocar de cabeza Wolski, el propio Matos envió el cuero al travesaño con un gran testarazo. Los de Conte estaban sufriendo, y Matos se convirtió en el protagonista al fingir un penalti (el trencilla no picó) y al llevar peligro constante a la meta de Buffon.

Finalmente el gol viola no llegó, y la Juve confirmó que tiene la liga prácticamente amarrada. Pese a no estar en un gran momento físico, los bianconeros hicieron valer su gran primera mitad para llevarse el choque; mientras que la Fiorentina demostró que puede hacerle frente en la próxima eliminatoria de Europa League que enfrentará a estos dos mismos equipos si juegan como en la segunda parte. Sin embargo, en liga tienen la Champions muy lejos y deben centrarse en mantener su plaza de Europa League.