sábado, 29 de marzo de 2014

Jordan Henderson; cuestión de confianza

Por Iñigo Agiriano (@agirianob)

En la temporada 2009-2010 un chico de 19 años comenzó a despuntar en el Sunderland.  Se llamaba Jordan Henderson y aunque en sus inicios jugaba de volante derecho tenia las maneras de un medio centro. Ese año fue elegido mejor jugador joven del conjunto inglés. Al año siguiente Jordan decidió mantenerse en el club un año más, lo suficiente para acabar de madurar en términos futbolísticos. Tras otro gran año Jordan desembarcó en el Liverpool.

En el equipo red se encontró con Kenny Dalglish como entrenador. Su primer año resulto agridulce; el joven jugador jugó bastante con el preparador escocés pero sin embargo no logró ser ese jugador que prometía. Al año siguiente Brendan Rodgers llegó a Anfield con la vitola de entrenador con gusto por el fútbol asociativo. El planteamiento, en un principio, parecía encajar como un guante en el estilo de juego de Henderson. Todo se empezó a torcer cuando el técnico solicitó una serie de fichajes con los que reactivar a su equipo. Una de las peticiones resultó ser Joe Allen conocido como “el Xavi galés” y que había sido pieza clave en el Swansea de Rodgers. Además el joven Jordan fue colocada en la lista de transferibles. Por fortuna más que otra cosa el jugador se mantuvo en el equipo un año más.

La temporada fue difícil para el y también para el Liverpool. Al final fruto de el mal nivel exhibido por Allen y la falta de resultados positivos dieron la titularidad a Henderson. Aquel fue el punto de inflexión en su carrera. Ubicado junto a Steven Gerrard en el medio campo Jordan anoto 6 goles y empezó por fin a demostrar su valía. Ese verano fue el elegido para capitanear a la selección sub 21 inglesa en la Eurocopa pero, todo hay que decirlo, el chaval fracasó estrepitosamente.

Esta temporada ha sido ya la de su explosión. No es mera coincidencia que la mejor temporada del Liverpool en años haya coincidido con ello. Se habla de la dupla Suárez-Sturridge, de la labor del gran capitán Gerrard, de la precocidad de Sterling o de la magia de Coutinho pero menos se menciona a un tipo que sin hacer ruido, sin atraer hacia el los focos, tan solo con tesón y esfuerzo, está haciendo jugar a las mil maravillas a un equipo en cuyo estadio pronto volverá a sonar música de Champions. Se echaba de menos. Gracias Jordan por ayudar a conseguirlo.

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