lunes, 10 de marzo de 2014

Apagón de ideas

Por Jon Ander Alart (@jonan_saleroso)

Antes del comienzo del partido, un apagón en Mestalla hizo que el partido se retrasara aproximadamente cinco minutos. En el túnel de vestuarios, tanto a los colegiados como a los jugadores de ambos equipos se les debieron de apagar las ideas. No me malinterpretéis, fue un partido intenso y bueno sembrado de buenas ocasiones, pero es ahí, en la punta de ataque, donde los equipos no supieron llevar a cabo las jugadas que podrían haber marcado el partido. A los delanteros les faltó ese instinto goleador que hace falta, sobre todo a dos equipos que están luchando para clasificarse en competiciones europeas, tanto Champions como Europa League.

El Athletic empezó pisando fuerte, intentando aprovechar la derrota del Villareal el día anterior. En el minuto dos, un gran centro de Ander Herrera, controlado por Aritz Aduriz dentro del área de forma increíble, parecía que iba a acabar en gol, pero la zaga ché, Mathieu especialmente, presionó al delantero, metiéndole prisa para finalizar la jugada, que acabó en saque de puerta.

En el minuto cinco de juego, Keita recibió una cartulina amarilla, la cual podría haber sido roja, y nadie la habría reprochado. El jugador propinó un codazo en la cara a Mikel Rico, pero el colegiado decidió perdonar la roja al jugador, ya que era una de las primeras acciones del partido.

Los primeros minutos fueron de los rojiblancos, dominando el juego en todo momento. Pero en el minuto quince el Valencia tuvo una gran oportunidad, que gracias a la picardía de Balenziaga, Alcácer no pudo aprovechar e Iraizoz atajó. Solo tres minutos después, Ander Herrera sacó la magia que tanto le caracteriza, y dejando sentados a los defensas consiguió abrir un hueco para disparar a portería desde fuera del área. Con Diego Alves plantado ante el tremendo disparo, el balón golpeó en el palo.

Jugadores del Athletic celebrando el gol
En el minuto 23, Alcácer, jugador que ya había avisado antes con otra jugada peligrosa, inauguró el marcador. Un resbalón de Iker Muniain en el medio campo provocó que Joao Pereira cogiera el balón, y con una magnífica jugada individual diese el balón a Feghouli, quien se encontraba en fuera de juego. Ni el árbitro ni el linier vieron al jugador adelantado, algo extraño, ya que era bastante perceptible que no estaba situado correctamente.

Dani Parejo lanzó una falta poco más tarde que había cometido Oscar De Marcos, siendo este sancionado con cartulina amarilla. El balón, un centro-chut envenenado, casi consigue doblar el marcador a favor de los de Pizzi, pero Iraizoz no se dejó engañar y despejó el balón a córner.

Durante los siguientes minutos de la primera parte, el Athletic tiró de corazón intentando lograr el empate, que le situaba a nueve puntos de su mas inmediato perseguidor. Pero el esférico no quería entrar en la portería del cuadro valencianista.

Al comienzo de la segunda parte, la dinámica del partido seguía como los últimos minutos de la primera parte. El Athletic presionaba, pero no conseguía crear esa jugada que les hiciese igualar el encuentro. Hasta que en el minuto 51, tras un córner botado por el equipo del Txingurri, Feghouli tocó a Ander Herrera, quien se dejó caer en el área, pero el colegiado Fernández Borbalán señaló penalti a favor de los de Bilbao. Aritz Aduriz lanzó el penalti por el lado izquierdo de la portería. Diego Alves ni se lanzó a detenerlo, y el empate lucía ya en el luminoso de Mestalla.

Los jugadores del Valencia protestando el penalti
Después del gol, los de Valverde frenaron un poco, en cambio, los de Pizzi comenzaron a presionar intentando ganar para su afición. En el minuto 59, el Athletic efectuó su primer cambio, en el que Iraola entró por De Marcos. Principalmente el cambio era unicamente para tener un jugador mas fresco en la banda derecha, pero todo hay que decirlo, Andoni Iraola no supo frenar a los jugadores de banda del Valencia. En el minuto 65, Keita tuvo la opción de poner por delante a los valencianos, tras hacer un recorte a Balenziaga dentro del área, pero inexplicablemente tiró fuera el balón. El jugador no se lo podía creer, al igual que su afición. Unos minutos después, Muniain la tuvo para el Athletic, pero como nos tiene acostumbrados el navarro, realizó un disparo flojo a las manos del portero. Los últimos minutos fueron del Valencia, como gran parte de la segunda parte. Daba la impresión de que ninguno de los equipos se conformaba con el punto, pero no les quedó otra. Después de varios minutos aguantando los ataques del equipo de Pizzi, el partido terminó. Un buen partido, con ocasiones claras para ambos equipos, un empate justo, aunque podría haber acabado con un marcador mas abultado si los porteros no se hubieran hecho tan grandes debajo de sus respectivas porterías, y los delanteros hubieran estado mas finos de cara a puerta.

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