miércoles, 5 de marzo de 2014

Hay más de tres equipos

Por Jon Fernández (@Mur_98)

Si no me equivoco, esta es la primera vez que en este blog hacemos una crónica de un partido de la Liga BBVA en el que ni Real Madrid ni Barcelona ni Atlético de Madrid estén implicados. Nosotros promovemos que la liga española la componen veinte equipos, así que un Sevilla-Real Sociedad, con ambos peleando por Europa, era una buena ocasión para seguir nuestros principios.

Unai Emery
En una bonita tarde de domingo en el Ramón Sánchez Pizjuan, el Sevilla Fútbol Club recibía a la Real Sociedad. Los dirigidos por Unai Emery llegaban al choque después de haber pasado a los octavos de final de la Europa League y de ganar al Rayo en liga, pero arrastraban una mala racha en su propio terreno de juego. Por su parte, los donostiarras llegaban tras haber ganado al Barcelona en Anoeta y con la moral por las nubes.

En el inicio del encuentro los locales salieron con valentía y fuerza, pero poco a poco el conjunto dirigido por Jagoba Arrasate logró hacerse con el control del esférico. Sin embargo, no conseguían tocar con solvencia. Rakitic robó un balón peligroso y provocó una falta en el pico del área, además de la cartulina amarilla que vio Zaldua. Él mismo disparó, el esférico rozó ligeramente a Griezmann, y Claudio Bravo se vio obligado a realizar una gran intervención.

Un poco más tarde, Vela dejó solo a Griezmann con un magnífico pase, pero el trencilla indicó que el extremo galo se encontraba en posición antirreglamentaria, aunque lo estaba por muy poco ya que Fernando Navarro tardó en salir. Los hispalenses siguieron atacando más y mejor, con un juego vertical y un gran Diogo Figueiras. Cuando llegábamos ya al minuto veinte, Bacca recortó bien en el área y desde el suelo asistió a Reyes, que mandó el balón a la cruceta tras tocarlo Bravo. Sin embargo, en la contra de esa misma jugada Canales ganó por velocidad a la zaga sevillista, pero Beto detuvo el esférico. El ariete colombiano del equipo local, Bacca, volvió a plantarse cerca de la meta de Claudio Bravo algo más tarde, pero su tiro acabó, no por mucho, en la grada.

Alguna ocasión más dispusieron los de Arrasate, pero al descanso se llegó con un empate a cero que sabía a poco para los dos. Sin embargo, esta no era la Real que vemos habitualmente. No conseguían retenerlo debido a la presión sevillista y a la poca lucidez de sus centrocampistas. Para arreglar este problema, Pardo entró sustituyendo a Zurutuza. Si bien es cierto que ambos equipos, especialmente los donostiarras, salieron más valientes en la segunda mitad y los contragolpes se sucedían. Este descontrol favorecía más, en principio, a los chicos de Emery, quién había buscado esa situación desde antes de arrancar el choque.

Al cuarto de hora de la reanudación se le anuló con gol a Bacca al señalar el árbitro que el balón había salido antes por la línea de fondo, pero esa jugada fue una de las que mostró que se buscaba el tanto por parte de ambos conjuntos, como sucedió también en el área local con una parada de Beto tras un cabezazo de Griezmann.

Los jugadores del Sevilla celebrando el gol
Emery introdujo a falta de unos veinte minutos a su otro delantero, que llevaba muchos partidos sin marcar en liga. Sin embargo, Kevin Gameiro entró, y marcó cuando ya estábamos inmersos en el último cuarto de hora. La formación donostiarra atacó entonces sin cesar, pero lo hacían con más corazón que cabeza, por lo que sus intentos de empatar fueron fácilmente desbaratados por los defensas hispalenses.

Con el único tanto de Gameiro se llegó al final del choque. El Sevilla fue mejor y se llevó los tres puntos. Gracias a esta victoria siguen en la pelea por el séptimo puesto que da derecho a jugar la Europa League, y quién sabe si pueden llegar más arriba. Por su parte, la Real se sitúa en sexta posición y a siete puntos del Athletic, que es cuarto; y uno por debajo del Villarreal. 

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