Por Nizar Sadellah
Dos equipos de mucha tradición se enfrentaban en el Norte de Alemania. Dos equipos que están pasando por un muy mal momento en liga. Queda muy lejos los títulos de liga del Werder (en la temporada 2003-2004 ganaron el doblete) o del VfB (2007). Desde entonces, el campeonato nacional ha sido un camino cuesta abajo para ambos combinados. Al inicio de la jornada, el Werder (#18) como el VfB (#16) copaban los puestos de descenso junto, sorprendente, al Borussia Dortmund.
Increíblemente, no parece afectarles demasiado a los locales este último puesto
en liga. Es cierto que se separaron del entrenador Robin Dutt, pero el discurso
de la junta directiva está enfocado a la reconstrucción, y se respira una
cierta serenidad. La reconstrucción se la encargaron a hombres de la casa. El
nuevo técnico, Viktor Skripnik, como su asistente, Torsten Frings, son leyendas
del club. Y para llevar a cabo el proyecto desde los despachos, han llamado a
Marco Bode, el dandy del medio campo que sigue siendo el máximo goleador de la
historia del club.
Estadísticamente sin embargo, los números sí son inquietantes. El Bremen es
la peor defensa de la Bundesliga (24 goles en contra, la peor marca de su
historia) y no ha conseguido dejar su portería a 0 esta temporada. Peor aún, el
ataque, que solía ser su sello de identidad, tampoco funciona. Sólo tuvieron 6
oportunidades claras en los últimos 6 partidos. El único que está en forma es
el delantero argentino, Franco Di Santo, que parece empezar a coger galones en
el equipo, con 6 goles en liga.
El Stuttgart no lo está haciendo mucho mejor, con 14 goles encajados en los
últimos 4 partidos. La asignatura pendiente de los suevos: las jugadas a balón
parado (7 goles en contra). Armin Veh, el que fue técnico del año en 2007, en
su primera temporada ya está bajo mucha presión. Las polémicas en la portería
(Kirschbaum en vez del más joven y favorito de la grada, Ulreich) o en la zaga
(fichar al experimentado Haggui para que no juegue ni un minuto hasta la fecha)
no le favorecen.
Claramente este no iba a ser el partido más vistoso de la jornada, y empezó
siendo un encuentro muy tenso, con ambos equipos intentando medir fuerzas. La
táctica se imponía a las ganas de hacerlo mejor que el rival e intentar salir
del pozo. Los dos conjuntos se quedaban muy atrás, y la producción ofensiva era
casi inexistente en los primeros compases del encuentro.
La primer ocasión clara fue para los visitantes. El extremo turco Sararer
desbordó por la derecha y puso un buen centro que Harnik no consiguió rematar
en boca de gol.
A los 30 minutos, Junuzovic sacaba de esquina para que Prödl catapultase un
gran cabezazo en el gol. Era un 1-0 100% austríaco, defendido muy mal por la
defensa rival, especialmente considerando la facilidad con la que el capitán
del Werder se deshizo de su marcador Klein (otro austriaco).
El VfB lo iba a intentar con más ímpetu hasta el final del primer tiempo.
Pues no le quedaba otra si no quería irse de Bremen con otra derrota en la mochila.
Los ataques se concentraron por la banda izquierda, donde combinaron bien
Kostic y Sakai, el lateral japonés siendo el que más balones tocó en el primer
tiempo. Era la opción más obvia para el conjunto de Veh, considerando que el
lateral derecho del Bremen era Gebre Selassie, un hombre con mucha proyección
ofensiva. El primer tiempo se acababa y el Bremen se iba al descanso con ventaja, por
primera vez en esta temporada.
La reanudación trajo pocos cambios, con el Stuttgart dominando la pelota e intentándolo
más. Hasta se vio al central Antonio Rüdiger probando con una bicicleta en el área
rival, a la salida de un saque de esquina. Saque de esquina era la palabra
clave del partido. En una jugada ensayada, al filo de la hora de juego, Bartels
ponía el 2-0. La línea de ataque del Werder aspiró la defensa rival hacia su propia
portería y aprovechó Bartels para descolgarse con una buena carrera hacia el
punto de penalti. Allí recibió sin marca el saque de esquina raso y preciso de
Junuzovic, que daba su segunda asistencia de la tarde.
Lo único relevante que iba a ocurrir en la última media hora de juego fue
la introducción del joven central Baumgartl por el lesionado Schwab. Llama la
atención que Armin Veh le dase la oportunidad al joven canterano por delante
del experimentado Karim Haggui. El tunecino, que llegó procedente del Hannover,
sólo jugó 5 partidos la temporada pasada para los suevos, cuando vistió la elástica
del 96 un centenar de veces en cuatro temporadas.
Acababa el partido con la segunda victoria del Werder Bremen esta temporada,
segunda victoria seguida. Una prueba más de que el cambio de entrenador siempre
trae buenos resultados. Tendrán que confirmar esta buena racha a la vuelta del
parón internacional.
Por octava y novena vez, el VfB encajó a balón parado en otra señal muy
clara de qué tendrán que trabajar durante el parón Armin Veh y su equipo, para
tener opciones de dejar el testigo de último de la liga a otro equipo.
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