El derby della Madonnina, partido interesante que cerraba la tarde del domingo y que causaba una gran expectación en el planeta fútbol, resultó ser un encuentro que mostró la decadencia de ambos equipos.
Ambos empezaban dormidos, pero Palacio e Icardi apretaban arriba a la débil defensa rossonera que de forma relajada aguantaba atrás el esférico. Icardi estuvo a punto de marcar el primero para los visitantes tras el pase fallido de Muntari, pero Diego López fue capaz de atajarlo.
Parada de Diego López tras el lanzamiento de Icardi |
Nada cambiaba la aceleración del partido pero el Inter daba la sensación de seguridad en la acción, sobre todo por parte de Guarin. Pasaban los minutos y el descanso llegaba.
Tras el saque de centro, los neroazzurros salieron a morder arriba y los pobres defensas rossoneros salían despavoridos con balonazos arriba a controlar por algún jugador. De un mal despeje defensivo vino el empate por parte de Obi. Un gran tiro con la zurda pegado al palo causó el delirio interista.
El agitado El Shaarawy tuvo en sus botas el 2-1 pero su disparo fue repelido por el larguero. El italo-egipcio se vino abajo terriblemente. Poco después los visitantes avisaron con un gran centro que culminó Icardi al larguero. No entraba el cuero en ninguna portería y poco a poco los equipos lo intentaban con menos gana, casi con desdicha.
Al final el marcador mostraba el 1-1 que mostraba los defectos en ambos equipos. Los dos siguen su periplo por el desierto a pesar de que Roberto Mancini ya está de vuelta en el Giuseppe Meazza.
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