miércoles, 11 de marzo de 2015

Real Madrid 3-4 Schalke 04: blancos... del susto

Por Aitor Sánchez-Rey Larrea (@AitorSanchezRey)

20:45. Santiago Bernabéu. Vuelta de los octavos de final entre Real Madrid y Schalke 04. Tras el 0-2 de la ida, el conjunto de Carlo Ancelloti partía con ventaja en el global de la eliminatoria y los alemanes necesitaban dos tantos para igualar y tres para pasar a la siguiente ronda.

Onces iniciales.
Real Madrid: Iker Casillas; Arbeloa, Pepe, Varane, Coentrao; Kroos, Khedira, Isco, Bale, Benzema, Cristiano Ronaldo.

Schalke 04: Wellenreuth; Nastasic, Matic, Howedes; Fuchs, Meyer, Neustädter, Höger, Barneta; Huntelaar, Choupo-Moting.

En el conjunto blanco sorprendía la entrada de Arbeloa y Coentrao en los laterales por un Carvajal sancionado y un Marcelo que recibía descanso. En el medio campo el otro cambio significativo. Khedira por Illarramendi. Por parte de los de Di Matteo, defensa de cinco cuando defendían y de tres cuando el equipo atacaba.

Con estas disposiciones comenzó el choque. Desde el primer minuto se vio a un Schalke que no había venido al Bernabéu de turismo y quería dar la campanada eliminando al Real Madrid tras dar la vuelta a la eliminatoria. Así, tras varios centros laterales atajados por Iker Casillas, Choupo-Moting disparó cerca en el minuto diez de partido. No fue una acción sumamente peligrosa, pero empezaron los primeros pitos en el estadio blanco.

Uno de los problemas que el Real Madrid ha dejado patentes durante toda la temporada y que se vio en el partido del pasado martes fue la superioridad en el centro del campo que le hacen a los de Ancelloti. Los cinco centrocampistas del Schalke 04 ganaban siempre los balones divididos lo que les daba la posibilidad de salir a la contra ante un Real Madrid desdibujado.

En el minuto 18, tras un buen robo en el centro del campo, Meyer conduce y dispara desviado. Se cabreaba el público madridista que veía como sus jugadores no daban tres pases seguidos. Solo dos minutos más tarde, el cabreo pasaba a bronca. Tras una buena jugada por la derecha del equipo alemán, se produce un agujero en la banda izquierda donde aparece solo Fuchs que golpea sin dejar caer el esférico. Toca el balón Iker Casillas pero acaba dentro de la portería. 0-1 y. ahora muy significativos, los pitos y abucheos en el Santiago Bernabéu.

Sin lugar a dudas pudo hacer más Iker en el gol alemán, pero Arbeloa no tapa bien, bascula hacia el centro demasiado y su posición no es cubierta por un Gareth Bale que no tuvo su mejor noche. Con este resultado, los alemanes solo necesitaban un gol más para igualar el global de la eliminatoria. Sin embargo, si algo tuvo el equipo de Di Matteo en la noche del martes fue no saber gestionar los goles. Solo cinco minutos más tarde, tras un saque de esquina, Cristiano Ronaldo puso el empate en el marcador. Muy mal defendida la marca del jugador portugués que celebró con excesiva rabia el tanto anotado.

Ya a la media hora de juego, Choupo-Moting no podía continuar y se marchaba dejando su lugar a Sané, un joven de 19 años que realizó un gran partido. Solo un minuto más tarde del primer cambio del partido, Cristiano Ronaldo vio cartulina amarilla por arrollar al defensor del Schalke.

Para los diez minutos finales de la primera mitad se había reservado el mejor tramo del partido. En el 35', un gran disparo de Bale es repelido por Wellenreuth. Solo cuatro minutos más tarde, doble ocasión para el equipo alemán. Primero, un buen disparo, y segundo un potente chut de Huntelaar que acaba en el larguero de la portería madridista. Tanto rondaba el gol el Schalke que en el 40' se volvía a adelantar. Buen disparo lejano de Meyer que despeja Casillas corto. De esto se aprovecha Huntelaar que remata a placer para poner el 1-2. Una vez más, la defensa blanca fallaba y dejaba que se colasen los delanteros alemanes a placer. Volvía la bronca del público a sus jugadores.


Ya con el minuto 45 cumplido, buena internada de Coentrao por la derecha que centra un gran balón medido a la cabeza de un Cristiano Ronaldo que revienta las redes de la portería de Wellenreuth. Empataba el conjunto de Ancelloti a dos tantos cuando el colegiado señalaba el final del primer tiempo.

Una primera parte que tuvo de todo. Goles, ocasiones, largueros, cambios, tarjetas, pitos y broncas. Muy enfadada la parroquia madridista con sus jugadores por el pésimo esfuerzo que estaban realizando. Todavía quedaba la segunda parte.

Una segunda mitad que comenzaba sin cambios, aunque con Luka Modric calentando en la banda ante la ovación de su público. Poco tardaba en llegar el tercer y último gol de la noche para el Real Madrid. Fue para Karim Benzema a ocho minutos de iniciarse el segundo tiempo. El francés, que no estaba realizando un buen partido, recoge un balón muerto en el área y regatea a todo el que salía a su paso con una calma tremenda hasta que empuja a placer a la portería. Ahora sí, 3-2 y todo parecía calmarse en el feudo merengue.

En el minuto 55 de partido, Fabio Coentrao vio cartulina amarilla por agarrar a Barnetta. Era la única forma que encontraba el Real Madrid de controlar al Schalke tras los numerosos robos de balón de los alemanes. Solo dos minutos más tarde, sin tiempo para degustar el gol de Benzema, Sané clavaba un trallazo imparable desde la frontal del área blanca. Pasividad total de Cristiano Ronaldo que no se acerca ni a intimidar al joven alemán. 3-3 en el Bernabéu y volvían los pitos.

Pitos que se tornaron en una ovación enorme cuando Luka Modric saltaba al terreno de juego por Khedira. El alemán recibió una buena reprimenda de su público, en cambio, el croata, mucho cariño de su afición. Con el juego parado, Ancelloti aprovechaba para quitar a Coentrao, con amarilla y que pudo ver la segunda en un corte en el que el jugador del Schalke no se deja caer, por Marcelo. También movía ficha Di Matteo. Salía al terreno de juego Goretzka y se retiraba del mismo Höger.

A partir de los cambios monólogo alemán sobre el césped del Estadio Santiago Bernabéu. En el minuto 62, Barnetta recibe un rechace de un córner que él mismo había sacado. Junto a la línea de fondo saca un potente disparo, que por suerte para los blancos, no toca en nadie porque podía haber acabado en la portería. Solo dos minutos más tarde, Meyer vuelve a disparar fuerte desde fuera del área.

El partido estaba roto, y el Real Madrid podía salir a la contra con mucha facilidad, como en el minuto 66, cuando Arbeloa no acierta para batir al joven guardameta alemán que evita el 4-3. Entraba el partido en los 20 minutos finales y tanto Kroos como Bale probaban a Wellenreuth desde lejos. Muy seguro toda la noche el tercer arquero del Schalke. Dentro de los últimos diez minutos para el final, ambos técnicos agotaban las sustituciones. Ancelloti retiraba a Arbeloa e introducía a Nacho. Por su parte, Di Matteo, introducía a Uchida y daba descanso a Barnetta. Con esos 22 hombres se acabaría el partido.

Antes del pitido final muchos más nervios para el aficionado merengue. Más cuando Huntelaar situaba el 3-4 a seis minutos para el 90 más el tiempo añadido. Buen balón a la espalda que recoge el holandés, quien dispara muy fuerte para batir a Casillas. El balón pega en el larguero y se introduce en la portería. El Schalke estaba a tan solo un gol de eliminar al vigente campeón de la competición.

Durante toda la noche Iker Casillas había sido silbado por su público. Es algo que ya no sorprende a nadie porque se ha convertido, lamentablemente, en algo habitual en el feudo madridista cuando juega el mejor portero de todos los tiempos. Sin embargo, si el Real Madrid está en el sorteo del viernes día 20 es por su capitán. En el minuto 87, Sané no se lo piensa dos veces y realiza un potente disparo que es repelido por el madrileño. No acababa ahí el trabajo para Iker, quien se tuvo que lucir en el tiempo añadido para evitar el gol que hubiera apeado de la competición al conjunto de su vida. Höwedes estaba completamente solo en el área grande para disparar raso.

Con esta ocasión acabó el partido. Lo que empezó después del pitido final fue otro encuentro entre jugadores y aficionados. Por un lado, una afición que estaba dolida de ver jugar así a su equipo, por otro, unos jugadores divididos. Divididos porque unos, los que más sienten los colores, permanecieron en el terreno de juego para disculparse ante su afición, mientras otros, abandonaban el terreno de juego, hasta que Iker Casillas, ejerciendo de capitán, les reunió a todos para que escuchasen las quejas y broncas de sus aficionados. El gesto del líder del vestuario, no gustó a algunos de sus compañeros, como por ejemplo, Cristiano Ronaldo, quien parece que el equipo tiene el resto de culpa cuando no ganan y si se llevan el triunfo ha sido gracias al astro portugués. Las miradas que propina a un cámara, que al fin y al cabo está trabajando, no deberían ser consentidas por nadie.

Fuera de estos abucheos y broncas, permanecían los alemanes. Una afición especial y que agradeció a su equipo el valor demostrado en un campo como el Santiago Bernabéu. Muy orgullosos se pueden sentir de su partido de vuelta.

Dejando a un lado el partido de Champions League, el Real Madrid piensa ya en el Levante, equipo al que recibirá en su campo el domingo a las 21:00. El Schalke también se centra en la Bundesliga donde viaja a la capital teutona para medirse al Hertha el sábado a las 15:30.

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