martes, 22 de abril de 2014

Y ya van once

Por Jon Fernández (@Mur_98)

Nueva victoria del Liverpool, y ya van once consecutivas desde que el equipo de Brendan Rodgers empató en The Hawthorns en la primera jornada de febrero. Los de Anfield no han perdido un solo partido de Premier en lo que llevamos de 2014. Solo el Souhampton de Pochettino ha sido capaz de ganar en el mítico estadio red. Y el objetivo era entrar en Champions. Por cierto, esa meta ya está matemáticamente lograda con los puntos logrados en Carrow Road ayer. La música de la mejor competición de clubes del mundo volverá a sonar junto al You´ll Never Walk Alone. El Liverpool está cerca de lograr su primera Premier. Media plantilla no había nacido cuando los de la ciudad de los Beatles levantaron su última Liga, hace ya 24 años. La mala racha está muy cerca de llegar a su fin. No obstante, lo que nos interesa es comentar el duelo de ayer que les enfrentó a un Norwich City que se jugaba la permanencia.

Desde el pitido inicial del árbitro las cosas quedaron claras. Si bien es verdad que los de Rodgers salen en Anfield a tope, fuera bajan de rendimiento. A pesar de ello, los goles llegan fácil. Todo les va de cara. Raheem Sterling disparó en el minuto cuatro un zapatazo desde fuera del área. ¿Resultado? El habitual en estos casos, cuando la fe es más fuerte que la duda: Gol. Y no un gol cualquiera, el nacido en Kingston abría la lata con un golazo. Esta situación cayó como un jarro de agua fría haciendo que los locales se vinieran abajo. El Liverpool apretó un poco más, y tras una magnífica combinación entre Flanagan y Sterling, el jamaicano, con un gran pase, dejaba en bandeja el segundo tanto a Luis Suárez. El Pistolero no falló. Diez minutos y el luminoso reflejaba una ventaja de 0-2 para los de Merseyside.

Entonces, el Liverpool intentó mantener la posesión. En una de estas largas jugadas, Joe Allen, sustituto de Sturridge, que estaba lesionado, casi logra el tercero que habría sentenciado el choque. Sin embargo, tras filtrarse muy bien, su definición fue defectuosa. El Norwich despertó un poco en el final de la primera mitad, pero sin grandes ocasiones. Con el 0-2 en el marcador se llegó al descanso.

En la segunda parte, los canaries mejoraron ostensiblemente. Martin Skrtel cometió un penalti por agarrón en un balón aéreo, pero Andre Marriner, el colegiado del encuentro, no lo vio, y, por tanto, no lo señaló. Poco más tarde, tras un error grave por arriba de Mignolet –y ya van muchos- Hooper acortó distancias y complicó la vida a los reds. En este tramo de partido ambos disponían de ocasiones sueltas, pero no se puede decir que uno de los dos equipos dominara. Sin embargo, en un contraataque llevado en todo momento por Raheem Sterling, el de Kingston, tras tocar el esférico en Johnson y hacerlo imposible para Ruddy, hizo el 1-3.

Volvió entonces el Norwich a la carga. Whittaker era un peligro constante por la banda derecha, y Hooper les ganaba la partida a los centrales visitantes con excesiva facilidad. En un centro desde la banda izquierda, Snodgrass se elevó por encima de un Flanagan que ni saltó y logró acortar distancias. Neil Adams introdujo a Ricky Van Wolfswinkel sustituyendo a un exhausto Hooper, y Rodgers metió en el campo a Daniel Agger por Joe Allen para colocar una línea de cinco defensores atrás. El ariete holandés, nada más entrar, remató prácticamente solo entre los tres centrales reds. Mignolet, que por abajo sí ofrece seguridad, detuvo sobre la línea de gol el cuero. Ya en el ocaso del choque, el Liverpool estuvo cerca de lograr el 2-4 a la contra. Suárez le dejó el esférico a Leiva para que batiese a Ruddy, pero el arquero inglés efectuó una buena parada, y el rechace lo mandó fuera el propio centrocampista brasileño.

No hubo tiempo para más. El Liverpool sumó su undécima victoria consecutiva y tiene cinco puntos de ventaja sobre el Chelsea de Mourinho, que cayó en casa ante el Sunderland; y nueve sobre un Manchester City que tiene dos encuentros menos y el golaveraje a favor, ya que en la Premier se tiene en cuenta el general y no el particular. El Norwich, por su parte, ha comenzado el Tourmalet que, en principio, debería llevarle a la Championship, ya que los tres partidos que les restan a los canaries los disputarán contra Manchester United, Chelsea y Arsenal. La semana que viene, en Anfield, el Liverpool podría eliminar de la pelea a los blues, ya que tenemos un precioso Liverpool-Chelsea. Los reds pueden volver a ser los mejores 24 años después. Gerrard y los suyos se citan con la historia.

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