domingo, 1 de marzo de 2015

Rayo Vallecano 4-2 Levante: Bueno, Bueno, Bueno y Bueno, se hunden los granotas

Por @ValeraNorris

Rayo Vallecano y Levante se enfrentaban en Vallecas en un duelo directo por la salvación. Los hombres de Paco Jémez acumulaban hasta cuatro derrotas en los últimos cinco partidos. El Levante llegaba en un mejor estado de forma que su rival pero con una situación más crítica en la tabla. Por parte del Rayo Vallecano se jugaban tres puntos que permitirían a los rayistas despegarse quizás definitivamente de la zona de descenso para comenzar a soñar, quien sabe, con los puestos europeos.


Empezó el partido con un Rayo Vallecano dominador que paró por completo la idea habitual del Levante de hacerse fuerte con las contras. Los balones aéreos hacia Manucho y un Licá muy constante causaron problemas durante el comienzo de la primera parte. Pero, las ocasiones no llegaban y en dos jugadas extrovertidas del Levante marcaron primero los granotas en la meta defendida por Crisitan Álvarez. La llegada de Xumetra por banda derecha cogió desprevenida a la defensa rayista, que no vio llegar a Víctor Casadesús desde atrás para rematar el centro y anotar el primero en el marcador. Sin embargo no paró de dominar el equipo madrileño que siguió creando problemas desde las bandas con centros hacia sus delanteros. Llegó así el empate, y al contrario de lo que se pudiera pensar, no fue Manucho el receptor del centro de Nacho, sino Alberto Bueno, que con un fantástico cabezazo batía por un lado a Mariño para poner las tablas en el marcador y comenzar así, la que probablemente fuera, el mejor partido de su vida.

El Rayo se creció y trataba de demostrar que el gol de Levante no había sido más que suerte para el conjunto valenciano. Un cambio de orientación de Trashorras en el minuto 32, habilitaba a Tito, que puso el centro de primeras al área, un gran fallo de Mariño que no consiguió atrapar el cuero y dejaba un balón muerto dentro del área para que Bueno marcara a placer. El Levante era un coladero por las bandas y el Rayo estaba explotando esta circunstancia, aprovechando sus puntos fuertes. No cesaban las llegadas de Nacho, Tito o Kakuta, pero fue Licá quien en el minuto 34 ponía el centro raso para que Bueno de primer toque marcara el tercer gol ante la impotencia de Mariño. Pero no había saciado Bueno su sed de goles con el hat-trick, y en el minuto 38 conseguía su cuarto gol en apenas quince minutos. De nuevo desde banda derecha llegó el centro, y de nuevo fue Bueno el que remataba con la zurda, paró Mariño que no consigue atrapar el balón, y el rebote queda muerto para que el delantero del Rayo completara una primera parte de leyenda. Con el Levante hundido acababa la primera parte del encuentro.

Con la segunda mitad llegaron los cambios de ambos conjuntos. Lucas Alcaraz buscó mayor presencia ofensiva y retiró a su lateral Iván López para meter a Rubén García. Nada cambió sobre el terreno de juego excepto que el Rayo ya se creía vencedor, y los locales bajaron el ritmo ante un Levante incapaz de hacer daño con un rival que tocaba sin forzar la profundidad esperando el paso de los minutos. Con un Rayo muy relajado un error grave de Jozabed permitió a Camarasa recuperar el balón y habilitar a Kalu Uche que sin oposición batía con un potente disparo por alto a Cristian Álvarez. Recortaba distancias el Levante sin tiempo para reaccionar.

Bueno se consagró, en tan solo un cuarto de hora de juego firmó un partido de esos que hacen que tu nombre suene en todos los rincones futboleros de toda Europa, pero lo más importante, de esos que hacen ganarte un hueco en el corazón de todos y cada uno de los aficionados del Rayo Vallecano. Alberto Bueno deja a los madrileños en una cómoda décima posición que les aleja de las posiciones complicadas. El Levante por el contrario se mete de lleno en el descenso como antepenúltimo clasificado.

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