jueves, 12 de marzo de 2015

El lado más oscuro del fútbol

Por Fernando Rosés (@Imsolofer)

Hace pocas semanas el exgerente del Osasuna Ángel Vizcay destapaba un presunto amaño de partidos con el objetivo de conseguir la permanencia del club en primera división. Las primeras consecuencias no se han hecho esperar: El juez Fermín Otamendi ha decretado prisión incondicional para el exdirectivo Chuma Peralta y ha impuesto una fianza de 500.000€ al expresidente Miguel Archanco para eludir la cárcel, fianza que ha abonado hace pocas horas. Pendientes de más sentencias, lo que queda claro es que este escándalo ha sacudido fuertemente la imagen de la liga española, pero por desgracia, no es el primero que hemos visto en la historia del fútbol.


Hace tan solo 2 años la Europol (Oficina Europea de Policía) destapo más de 300 partidos amañados en el periodo de 2008 a 2011 que involucró a 15 países europeos, y dejo a un total de 425 implicados. Finalmente fueron detenidos 50 de esos implicados. El país más salpicado por este escándalo fue Alemania, siendo 14 de los detenidos de nacionalidad alemana. Entre los partidos amañados se encuentran partidos de Europa League y clasificatorios para la Eurocopa.


En la Serie A durante la temporada 2005-2006 se produjo una serie de designaciones interesadas de árbitros en determinados partidos. Este caso fue denominado "Calciopoli" y acabó con la Juventus en la Serie B y perdiendo sus dos últimos títulos de liga. Ademas también se sancionó al Milan, Fiorentina y Lazio quitandoles puntos al inicio de la siguiente campaña. 

Ese no era el primer escándalo producido en Italia. En 1980 se produjo el caso "Totonero". La policía descubrió unos amaños de partidos para favorecer una red de apuestas ilegales. Fue sancionado por dos años el jugador  Paolo Rossi por pactar resultados con su equipo de ese momento, el Perugia. Milán y Lazio también fueron amonestados con el descenso de categoría.

Este último caso es quizás el más grave por su (aunque indirecta) relación con la Copa de Campeones. El año 1993 el Olympique de Marsella ganó el ansiado trofeo tras vencer en la final al Milan. El soborno no fue en ese partido, sino en el anterior. El entonces  presidente del equipo marsellés Bernard Tapie sobornó a los jugadores del equipo rival, el Valenccienes con el objetivo de permitir a sus jugadores descansar antes de la complicada final europea. La siguiente temporada el Olympique fue descendido de categoría, aunque curiosamente no le fue retirada la Champions ganada la temporada anterior.  


A excepción del caso de Osasuna, el resto de casos tienen un denominador común: Ridículas sanciones que perjudicaron más a los clubs que a las personas que llevaban a cabo los amaños. Esperemos que el resto de países tomen nota del procedimiento llevado a cabo en España y empiecen a sancionar más duramente esta clase de actos. Actos que nos perjudican a todos.

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