El Mundial de la igualdad: La globalización del fútbol

Por Roberto Prieto (@22_rober)

Nunca se había vivido nada igual. Hasta este año era común que alguna selección de las consideradas grandes se quedara en la fase de grupos. Incluso que alguna no lograse clasificarse para el torneo. En Brasil se ha ido un paso más allá.

Zlatan Ibrahimovic debe de estar tirándose de los pelos en su casa al ver que selecciones que a priori son más débiles que su Suecia han dado la cara, incluso dejando por el camino a algunas de las grandes del planeta, como ha sido el caso de la sorprendente Costa Rica. Lo mismo podrían pensar checos o daneses, que tampoco han entrado en el torneo de torneos. Una vez comenzado, se han caído en la fase de grupos conjuntos poderosos como Inglaterra, Italia, España, Croacia, Portugal o Rusia, dando paso a otros con menos potencial a primera vista pero que han desplegado un juego más fiable: Costa Rica, México, Estados Unidos o Argelia. La pregunta es: ¿Cuál es el factor que ha hecho que equipos que nunca han supuesto un riesgo para la integridad de las potencias consigan hacerlas tambalearse de esta manera?

Selección de Argelia en el Mundial del 82

Vamos a ejemplificarlo con un caso concreto: Argelia. Nunca habían pasado de primera ronda en los otros tres mundiales en los que habían participado. Es más, aparte de Marruecos en el Mundial de México de 1986 ninguna selección del norte de áfrica lo había logrado.

El primer mundial de los Zorros del desierto fue el de España 82. De la convocatoria de 22 futbolistas, tan solo Nouredinne Kourichi (Girondins de Bordeaux), Salah Assad (FC Mulhouse), Djamel Zidane (KV Kortrijk), Mustapha Dahleb (PSG), Faouzi Mansouri (Montpellier), Karim Maroc (Angers SCO), Djamel Tlemçani (Stade de Reims) y Abdelmajid Bourebbou (Laval) ejercían su oficio de futbolistas fuera de su país, y casi todos en equipos de segundo nivel. En resumen, solo un 37% del equipo no participa en la liga argelina.

La cara opuesta viene ahora. A Brasil han viajado este año con la misma selección 23 futbolistas, de los que tan solo dos, los porteros suplentes Zemmamouche y Cédric Si Mohamed juegan en la Ligue Professionnelle 1 Nedjma de su país. El resto lo hacen fuera de él, siendo algunos grandes jugadores del panorama internacional como Sofiane Fhegouli (Valencia).

Yeltsin Tejeda, futbolista de Costa Rica

¿Qué quiero demostrar con esto? Que la globalización del fútbol hace que las débiles selecciones de antaño sean hoy por hoy capaces de plantarle cara a la mayor de las potencias. Los nuevos sistemas de ojeo hacen que los equipos de las ligas más poderosas tengan empleados destinados a observar ligas menores, por lo que sus futbolistas más destacados comienzan ya muy jóvenes a competir en la élite.

Los grandes equipos están también y de manera intensa, muy atentos a este mes de Copa del Mundo para intentar captar  a esos jugadores que todavía no han dado el salto a una gran liga. Casos como el del costarricense Yeltsin Tejeda (Deportivo Saprissa) lo pueden demostrar este verano, lo que haría que el próximo Mundial de Rusia 2018, si Costa Rica se vuelve a clasificarse, uno de sus jugadores estrella se sumara al elenco de estrellas que actúan fuera de su nación. Suma y sigue. Una progresión que hace que los pequeños, por unos días se conviertan en grandes, y cada día más. Un favor al fútbol, y sobre todo, a la sana competición.