domingo, 8 de noviembre de 2015

Athletic 2-1 Espanyol: Una maravilla de Williams y Raúl García dan el triunfo al Athletic

Por Jon Fernández (@Mur_98)

El Athletic llegaba al partido ante el Espanyol en una gran dinámica, tras las victorias ante Partizán por partida doble, Sporting de Gijón y Real Betis. Todo lo contrario le ocurría al conjunto perico, que venía de lograr una única victoria en los últimos cinco duelos. Incluso su técnico, Sergio González, llegaba un tanto cuestionado a la cita de hoy.

Hacía mucho calor en Bilbao a las doce de la mañana, teniendo en cuenta que estamos hablando del norte de la península, y que estamos en pleno mes de noviembre. La temperatura, cercana a los treinta grados, fue un factor a tener en cuenta.

Apenas se habían tanteado ambos equipos cuando Iñaki Williams se sacó de la chistera uno de los goles del año. Tremendo su sombrerito de espaldas, acompañado de una definición perfecta, según caía el esférico, inalcanzable para Pau López.

La primera parte transcurrió igualada, con el Espanyol buscando la remontada y el Athletic sufriendo para mantener la posesión. Les faltaba frescura hoy a los leones, quizá por la fatiga de haber jugado el pasado jueves a la noche. Pidieron penalti en una acción sobre Sabin Merino, y Undiano fue poco a poco convirtiéndose en protagonista. Los catalanes tuvieron un par de ocasiones al final del primer tiempo, pero los de Valverde lograron aguantar y marcharse con 1-0 al descanso.

Y de nuevo, sin tiempo para ver cómo salían ambos conjuntos, llegaba el gol pronto en la segunda mitad, esta vez a favor del Espanyol. Falta mal ejecutada por parte del Athletic, y fantástica contra de los periquitos que culminó a la perfección Hernán Pérez.

Con el empate en el luminoso, el choque pasó a una fase más atrancada donde Undiano quiso erigirse como protagonista. Se le fue de las manos el choque por su falta de continuidad en los criterios para sacar tarjetas e indicar faltas, y estuvo a punto de acabar mal, ya que llegó a haber una pequeña trifulca de la que salieron con cartulina amarilla Gurpegui, Diop y Caicedo.

Entonces, cuando menos fútbol veíamos en San Mamés, anotó Raúl García con un cabezazo ante la salida de Pau López tras un buen centro de Susaeta, que había sustituido a Sabin en el descanso.

Para el momento en el que los catalanes decidieron volver a jugar a fútbol tras esos veinte minutos de interrupciones constantes, se veían de nuevo por debajo en el marcador. Lo intentaron los de Sergio, que dio entrada a Burgui y Mamadou, mientras que Valverde introdujo a Bóveda por Williams, y, casi al final, a Elustondo por un fatigado Beñat, que, además, tenía tarjeta.

Sin embargo, apenas creó peligro el Espanyol en este último cuarto de hora. Undiano decretó el final del choque, y los dos equipos se marcharon con sensaciones muy dispares. Los periquitos, pensando que hubieran merecido el empate, y los leones, creyendo que son capaces de ganar aún cuando el juego del equipo no brilla. En cualquier caso, ahora toca descansar y preparar los próximos compromisos con más tranquilidad.

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