Por Franco Núñez (@franco_47nm)
28 de marzo. Fecha especial para todos los saints que con orgullo recuerdan como hace cinco años ganaban el 'Johnstone’s Paint Trophy' en el mítico Wembley goleando 4-1 al Carlisle. A partir de ese momento, los de Staplewood cambiarían radicalmente.
Un año después de tremendo logro, en la temporada 11/12, los entonces dirigidos por Nigel Adkins quedaron en la segunda posición de la Championship y sumaban otro éxito más: el ascenso a la Barclays Premier League (BPL). Eso significaba un tremendo envión anímico al plantel, además del espaldarazo económico muy importante que generaba el jugar en la máxima división del Reino Unido.
Los fichajes no se hicieron esperar y el primero en desembarcar al puerto fue el goleador del Burnley, Jay Rodríguez. Una nueva era empezaba y el panorama lucía esperanzador.
Si bien jugar en la Championship es bastante complicado debido al gran número de equipos, el reto que significa competir en la BPL va más allá de lo futbolístico y quizás, en Staplewood no estaban preparados. Y sin contar el enorme empate logrado en Stamford Bridge ante Chelsea, el equipo de Adkins no encontraba el rumbo, hasta que la directiva decide traer a Mauricio Pochettino. El argentino, desconocido hasta el día de su llegada, calaría muy hondo en los jugadores y la afición.
Triunfos contra el Manchester City, Liverpool y Chelsea llenaban de fe a un grupo lleno de calidad y falto de confianza. En esa temporada, se logró la permanencia con 41 puntos y el ubicarse en la casilla 14ª daba paso a la ilusión. Para la 13/14, Wanyama, Lovren y Osvaldo eran los fichajes. Sumados a Shaw (cantera), Lambert, Jay y Lallana (capitán) y otros grandes jugadores tales como: Cork, Clyne, Schneiderlin y Fonte, la meta era superar lo conseguido la pasada temporada. Grandes partidos, como aquella victoria en Anfield y el empate en Old Trafford y un gran juego en base a la posesión, daban una satisfacción mayor en St. Mary's finalizando en el octavo lugar con 56 puntos. Récord histórico en el club. Además, el Soton aportó tres jugadores a la selección inglesa para el Mundial Brasil 2014, ya que Jay sufrió una rotura de ligamentos en la parte final de la temporada y pudieron ser cuatro.
Tan bueno fue lo de Pochettino que el Tottenham Hotspur, equipo londinense, se lo llevó para formar un equipo a futuro. Koeman llegó como su reemplazo y con él, un gran número de jugadores: Tadic, Bertrand, Forster, Gardos, Long, Mané, Alderweireld y Pellé. Cabe mencionar, que después de la justa mundialista perdieron a jugadores clave como Lallana, Lambert y Lovren con rumbo al Liverpool, Chambers y Shaw al Arsenal y Manchester United respectivamente.
La primera vuelta del Soton fue estupenda. Ganando todo en casa y dando batacazos de visita (como aquella victoria en casa del QPR con gol sobre la bocina de Mané). Tan grande fue el impacto, que para las fiestas navideñas estaban en la tercera casilla. Si bien hubo un pequeño bajón debido a la inexperiencia de sus jugadores no acostumbrados a pelear tan arriba o la plantilla corta, ha dado muestras de recuperación como aquel empate a uno en el Bridge y sus dos victorias seguidas en casa ante Crystal Palace y Burnley.
Ahora, si Pellé se reinserta en su racha inicial (8 goles en 10 partidos), Mané sigue on fire sumado a Schneiderlin y Fonte como bastiones del equipo, el Southampton (6º en la clasificación actual) puede llegar a puestos europeos, algo inédito para ellos y precisamente la UEFA Champions League sería un premio más que justo para un equipo que ha sabido sufrir y ha venido desde abajo para poder ser lo que es ahora. El calendario no será fácil -partidos clave contra Everton (4/4/15), Tottenham (25/4/15) y Manchester City (24/5/15)- y la pelea por ese puesto europeo estará candente hasta la última fecha pero en St. Mary´s saben que todo es posible.
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