viernes, 3 de abril de 2015

Sevilla. 10 partidos para confirmar un temporadón

Por M. David C. Martín (@MDavidCorrea) 

El Sevilla Fútbol Club, con Unai Emery a la cabeza, está realizando una de las mejores temporadas, en cuanto a resultados y números, de su historia. En cuartos de final de la competición donde mejor se maneja el club, la UEFA Europa League, quinto en liga con 55 puntos, y sólo superado por cuatro megaproyectos deportivos como son Barcelona, Real Madrid, Atlético y Valencia y sólo hay que ponerle un lunar negro al fiasco deportivo en la eliminación en Copa contra el Espanyol en aquella eliminatoria que no fue capaz de voltear en Nervión.


Temporada ilusionante de un bloque unido
El equipo de la capital hispalense se caracteriza por, verano tras verano, temporada tras temporada, levantarse de los aspavientos que recibe del mercado estival. Para nadie es ya un secreto que el Sevilla es un club vendedor, algunos lo catapultan como "una máquina de hacer dinero" y es cierto, porque con los fichajes de Alves, Poulsen, Kanoute, Luis Fabiano, y su precio revalorizado en el mercado, el club sanea sus cuentas e invierte en nuevas joyas a las que exprime su talento y muestra al mundo qué posee en sus arcas. Este verano fueron varios los culebrones que atizaron sobre las oficinas del Ramón Sánchez Pizjuan, con la posible marcha de hasta cuatro pilares fundamentales para el técnico de Hondarribia. Rakitic, Alberto, Fazio y Bacca o Gameiro, eran las pretensiones de los poderosos clubes europeos, que pueden permitirse esfuerzos económicos mayores que el club andaluz. Los tres primeros abandonaron el club, y los dos últimos ya se los rifan por cualquier equipo de la Premier, Calcio o Bundesliga. Se fue Rakitic, al Barcelona, Fazio, al Tottenham, dos días antes de comenzar la temporada en casa contra el Valencia. Parecido episodio se vivió con Alberto Moreno, que horas antes de jugarse la final de Cardiff contra el Real Madrid, firmó su nuevo contrato con los "reds" de Anfield y abandonó la casa que le había visto crecer y que le había llevado a codearse entre los grandes.

Cerca de 50 millones de euros entre traspasos y claúsulas se embolsó el Sevilla, que construyó un nuevo bloque, basado en la consistencia defensiva, con la solidez de Nico Pareja y Daniel Carriço como cerrojos defensivos, y el ojo avispado de uno de los mejores director deportivo del mundo, Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi que volvió a clavarla con el fichaje de Krychowiak, Tremoulinas o Aleix Vidal. También se cerraron incorporaciones como la de Iago Aspas, aunque no rinda al nivel deseado, las de Denis y Deulofeu, para dar un salto de calidad y competencia a la plantilla. En definitiva, se fueron hombres clave, y vinieron chicos con hambre de triunfo, con ganas de comerse el mundo, con las venas abiertas para inyectarse la idiosincrasia del club de Nervión. Todo ello, dirigidos por un técnico que año tras año le arrebatan sus joyas y tiene que reinventarse, el éxito no estaba muy lejano. 

Una temporada que no comenzaba nada bien, pues unido a las bajas continuas que recibía la plantilla y las "dudosas" incorporaciones de hombres por descubrir, el sevillismo recibía un palo que no está acostumbrado a vivir, perder una final europea. Y es que la consecución de esa apoteósica tercera UEFA en Turín, llevó a los hombres de Unai a disputar la ya sabida Supercopa de Europa, en Cardiff, contra el campeón de la UEFA Champions League, el Real Madrid de Carlo Ancelotti. El mismo técnico contra el cual el Sevilla había perdido su única final europea, también en dicha competición y en aquella fatídica noche del 31 de agosto de aquel año 2007, dos días después de la muerte de Antonio Puerta. El Madrid no llegó mejor físicamente, pero aplastó al Sevilla con un juego pragmático y de intensidad, dirigido por la calidad de Kross y James y la definición de Cristiano Ronaldo, que fue el autor de sendos goles en la victoria merengue sobre los hispalenses. 2-0 y primer palo duro que recibían los aficionados nervionenses.

El sevillismo disfrutó de una final que perdieron
Pero si de algo se caracteriza el sevillismo, es de autoilusionarse con su plantilla, de ser fieles a un escudo, a unos colores, y no abandonaron en ningún momento, pese a la mala racha de juego del equipo, a los hombres de Unai Emery. Porque sí, el Sevilla ganaba, en Cornellá, al Getafe, en Córdoba, en casa contra la Real, y en las primeras cinco jornadas, sacó un 13 de 15 que lo llevó al coliderato de la liga junto al Barcelona de Luis Enrique. Pero llegó la visita al Calderón y primer traspiés de la temporada en liga. Fiasco defensivo, fiasco táctica y paliza y correctivo del Manzanares de un Atlético que tampoco pasaba por un momento de forma formidable. El Sevilla perdía así (por 4-0) su primer choque de la temporada y perdía su condición de invicto.

Sin embargo, ese traspiés hizo volver a cargarse las pilas al equipo, que goleó al Deportivo en Nervión antes de irse de vacaciones en octubre. por la selección, (4-1) y tras ese parón el equipo conquistó el Martínez Valero, alzándose en las posiciones nobles de la tabla y aprovechando los pinchazos de Atlético y Madrid para encaramarse, nuevamente, al coliderato de la Liga BBVA con su victoria ante el Villarreal en el Pizjuán por 2-1, en un partido difícil de olvidar. 

Denis Suárez celebra la remontada ante el Villarreal
Un partido que el conjunto de Marcelino ganaba en el 87', y que el Sevilla, empujado por el espíritu ganador del vestuario y la fe que caracteriza a este bloque, consiguió voltear y acabar ganando, para locura de los 38000 que poblaban las gradas del Pizjuán. Nervión rugía, latía, sentía, pero todo volvería a derrumbarse la semana siguiente con la visita a San Mamés, donde ésta vez sí, el equipo compitió, pero volvió a no dar la talla ante un grande, en su estadio. 

Y eso es y será lo que siempre se le achaque a Unai Emery, porque es un técnico brillante, trabajador, enfermo de su plantilla y sus jugadores, pero tiene unos llamados "ataques de entrenador" que saca a relucir en los escenarios como el Camp Nou, Bernabéu, Mestalla, Calderón o San Mamés. No se puede explicar. Con la derrota de Bilbao, el Sevilla podía haberse puesto líder, pues el Barcelona cayó en casa contra el Celta, pero no lo aprovechó y dejó la liga más comprimida si cabe. Llegaron empates en casa con el Levante, Eibar, la derrota del equipo abultada nuevamente en un escenario de nivel como el Camp Nou, y todo pareció subsanarse con la goleada en casa ante el Granada por 5-1. idéntico resultado encajado en el partido del Camp Nou.

Despedir el 2014 recordando la UEFA Europa League
Así concluía, no de la mejor manera posible, un 2014 inolvidable para el Sevilla, que ganó en Vallecas y consiguió calmar las aguas un poco. Un 2014 que quedará recordado como el año de las remontadas, pues al Betis, Oporto y Valencia, el equipo de Emery dejó en la cuneta en Europa a base de fe, sacrificio y suerte, para alzarse en Turín, no sin ésto último, con su tercera Europa League. Como ese 2006, como ese 2007, pues el 2014 ya forma parte de las páginas de oro de la historia del Sevilla Fútbol Club.

Y con las ganas que se despidió 2014 se quería iniciar 2015. que abría fuego en un partido contra el Celta de Vigo, y los sevillistas estaban ansiosos de que volviera la competición después de Navidad, pues el partido contra el Real Madrid en el Bernabéu se aplazó por la disputa del mundialito de clubes que el club merengue se adjudicó en Marrakech. Victoria por 1-0 contra los celestes en Nervión, en un partido que fue el retrato de la temporada hasta ahora del Sevilla, ganando, con solidez defensiva, pero sin un patrón de juego que dirigiese un equipo que apostaba todas sus bazas en la calidad ofensiva de Bacca. Vitolo. Vidal and company. Bacca que con los números actuales ya ha superado los que hizo en todo el curso pasado. Es cierto que ha tenido más oportunidades que nadie, ante las lesiones de Kevin Gameiro y la poca fe de Unai en Aspas.

Pero, paradojas de la vida, comenzó la Copa, o la maratón de la Copa del Rey en el mes de Enero, y llegó el florecer de un futbolista que ahora mismo es el pilar fundamental que hace jugar y dirige al Sevilla, el argentino Ever Banega, repescado por el técnico vasco de la capital del Turia para hacer deleite en Nervión. Banega. como el Sevilla. empezó mal, no encontraba su sitio y la explosión de Denis tampoco acompañaba. Pero el joven gallego del Barcelona se vino abajo cual botella de gaseosa que permanece abierta mucho tiempo, y Banega floreció, y renació y ahora es el líder y patrón del juego hispalense. 

Llegaron esas oportunidades para Aspas, que aprovechó marcando goles, sobre todo y por encima de todos, el de la victoria en casa ante el Espanyol de Sergio, para en el minuto 89, dejar los tres puntos en casa y ganar el Sevilla 3-2. Se había servido el plato de la venganza frío, pues el Espanyol, tres días antes, había apeado de la real posibilidad de una final de Copa para el Sevilla y su entrenador, pues el camino no era tan difícil como otros años. Pero llámese exceso de confianza o falta de competitividad o, simplemente, el rival fue mejor que tú, se esfumó esa final de Copa que ahora jugarán catalanes y bilbaínos.

Aún así, cuando Aspas ya tenía el cariño de su entrenador y el amor ciego de su público, llegó otro bache, y con su lesión, el bajón del equipo de cara a portería. Un nuevo bajón del equipo con derrotas a domicilio consecutivas, con partidos malos, como el de Mestalla, perdiendo en Valencia 3-1, o la derrota con una imagen penosa en el Coliseum, por 2-1 contra el Getafe de Quique. Entre medio de ambos partidos, hubo una visita aplazada al Bernabéu. donde el Sevilla sorprendió a propios y extraños y dio un recital de juego, intensidad y ocasiones en Chamartín, pero, su falta de pegada arriba, con Bacca e Iborra que tuvo dos palos y dos mano a mano con Iker, dejaron la victoria para el lado blanco. El gol de Aspas sólo sirvió para dar esperanzas a un Sevilla que se fue de vacío de la capital de España. Luego llegó la goleada al Córdoba en Nervión, nuevamente se hacía fuerte en casa el equipo de Unai (donde lleva invicto desde hace más de un año en partido oficial) , ganando todo en casa y perdiéndolo todo fuera, y apareció en escena la UEFA Europa League y su enfrentamiento contra el potente Borussia Monchengladbach.

Ever Banega se ha convertido en pieza clave
Puede decirse que el rival era menor, pero ese ambiente, esa potencia, esa presión ambiental en el partido de vuelta (tras el 1-0 en Nervión) era motivo para asustarse y pensar que el campeón podía doblar las rodillas. Otra vez esa competitividad y esa entrega en los partidos, dejó el pase a los octavos de final con un excepcional Vitolo, que comenzaría ahí, en Gladbach, su momento de forma espectacular que atraviesa actualmente. En octavos se verían las caras los dos españoles en una eliminatoria resumida en: el Villarreal propone y el Sevilla mata. En liga, las cosas comenzaban a estabilizarse de nuevo, pues la victoria de Córdoba dio paso al estropicio defensivo del Sevilla en Anoeta, que coincidía con la lesión de Nico Pareja. y la entrada en el once de un hombre señalado en el club de Nervión, el Sevilla perdió un partido por 4-3 que en el minuto 84 ganaba 2-3 y con sendos errores defensivos propios en Anoeta, donde la Real ha aniquilado a todo grande que ha pasado por allí. 

Después de la actuación en San Sebastián llegó a Nervión el campeón de liga. al que el Sevilla no sólo plantó cara sino que superó en todas las facetas del juego, menos en una, de cara a portería. 0-0 en un partido que el Sevilla dominó, creó, pero que Moyá y la defensa colchonera no permitieron dejar los tres puntos para los hombres de Emery. Tras el empate en casa contra los de Simeone, el Sevilla visitó Riazor y ganó, no sin volver a dar una mala imagen defensiva, por 3-4, recuperando su poderío fuera de casa. Es el único equipo de la liga que todavía no conoce el empate lejos de Nervión, o gana, o pierde. Tras perder en Mestalla, Coliseum, Bernabéu y el esperpento de Anoeta, una victoria a domicilio, se antojaba balsámica.

Eliminatoria de UEFA Europa League ante el Villarreal
La liga volvió a dar paso a la Europa League, donde la ida en El Madrigal acaparaba la atención de los sevillistas, que invadieron Castellón con más de 2500 nervionenses en las gradas. Y con la ilusión de una afición que se pasea por Europa como pez en el agua, apareció ese lazo que tiene el Sevilla con el continente que siempre saca a relucir en las noches que lo necesita. 12 segundos del primer minuto de la primera parte del primer partido de la eliminatoria y Vitolo, siguiendo con su estado de forma brillante, batió a Asenjo y puso en franquicia una eliminatoria que Mbia y Gameiro, con el balón parado se encargaría de dejar vista para sentencia en la ida. Repaso táctico de Unai a Marcelino. Antes de jugarse la vuelta, nueva victoria en casa contra el Elche, por 3-0, sin forzar la máquina y dejando ver el buen estado de forma de sus jugadores. liderados por Banega, Krychowiak, Vitolo y la capacidad goleadora de Carlos Bacca, que lleva 16 goles en liga. El partido de vuelta volvió a ser igual, el Villarreal proponiendo y el Sevilla matando, ganando la eliminatoria por 5-2 y dejando ver que la fuerza y la ilusión del campeón están intactas.

En definitiva, notable alto para la temporada hasta el momento del Sevilla, que tiene dos meses para confirmar ese "temporadón" o dejarlo en un simple buen año. Dos meses con dos competiciones aún por decidir, donde se va vestir de juez, con las visitas de Madrid y Barcelona a Nervión, de testigo, con las eliminatorias en UEFA contra el Zenit, donde se lo tiene que jugar todo o nada, contra un potente equipo y con la vuelta en el frío de Rusia, y donde será finalmente juzgado, a final de mayo, con la consecución o no de los objetivos marcados por el club que entrena Unai Emery, y que preside Pepe Castro. El calendario no es difícil. más allá de enfrentarse el próximo sábado a las 16.00 de la tarde al Athletic de Bilbao que viene de ganar cinco jornadas consecutivas, y las visitas de Madrid y Barcelona. Quedan también las visitas de Almería y Rayo, teniendo que visitar el club de Nervión Ipurua, La Rosaleda, Balaídos, Los Cármenes o el Ciutat de Valencia la próxima semana entre semana. 

Lo dicho, un calendario para centrarse única y exclusivamente en los cinco partidos que le separan de la previa de liga de campeones. No descompensemos fuerzas, guardemóslas todas para una competición, para buscar ser tetracampeones de europa, para estar el año que viene en la máxima competición sin tener que hacer cuentas en liga. Es posible llegar a la tercera plaza, pero es arriesgado, y no debemos jugar con la ilusión de la gente. que tiene puesta todas sus esperanzas en el cruce de cuartos que el 16 y 23 de Abril, jueves de Feria, disputará contra el Zenit ruso.

Una temporada para la historia que puede ser mejor o quedarse en eso, en una simple temporada para la historia. El destino, el balón y los resultados dictarán la sentencia final.

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