Por Jon Fernández (@Mur_98)
Eso es lo que parece esta selección sub-20 de Myanmar: el equipo de mi pueblo. Está claro que suficiente han hecho llegando hasta esta fase final que se está disputando en Nueva Zelanda, es más, es una gesta épica el estar presentes. Pero claro, no están para competir a este nivel. Excepto un jugador: Aung Thu.
Un jugador habilidoso y con un muy buen disparo. La estrella indiscutible de los birmanos -sí, birmanos, ni myanmarenses ni myanmareños según la RAE, que también indica que debería referirme al país como Birmania y no como Myanmar- ha dejado muy buenas sensaciones entre los que hemos visto este encuentro.
El partido fue entretenido, sin duda. El dominio alterno en los primeros veinte minutos -primero para Nueva Zelanda, luego para Myanmar- provocó ocasiones desde el comienzo, pero ningún disparo fue entre los tres palos. Fue en el 28´ cuando apareció Thu. Aguanta la línea del fuera de juego atacando por la izquierda, recibe la pelota en el pico del área, avanza, hace un recorte hacia dentro con el que Messenger se va al suelo, toquecito para acomodar la pelota, y disparo con rosca a la segunda escuadra. Como los maestros de este deporte. Era el 1-0.
Estuvo muy cerca de hacer el 2-0, que hubiera supuesto el éxtasis birmano. Zapatazo brutal, seco, magnífico, desde su casa en Myanmar. Sin embargo, la fortuna no estuvo con el bueno de Aung Thu y el larguero repelió hacia abajo el tiro con mucha violencia. No entró, por un par de centímetros. Como mucho.
Sin embargo, los anfitriones siguieron intentándolo, y lograron el empate justo antes del descanso. Centro raso de Wynne que remate Billingsley a placer, solo, en la frontal del área pequeña. Myanmar comenzaba a parecerse al equipo de mi pueblo.
Ya en la segunda parte, los errores defensivos y el cansancio físico y mental acabaron con las esperanzas birmanas. Solo Thu llevó peligro un par de veces. Se vino la remontada, inapelable, ayudada por un rigor defensivo nulo de los asiáticos.
El 1-2 lo hizo Patterson tras una buena jugada de los neozelandeses. El dominio de los all whites era total, pero los goles se resistieron hasta la parte final. El 1-3, de Stevens, nada más entrar al terreno de juego sustituyendo a un Messenger humillado por Thu. El 1-4, Brotherton, con la testa, en un saque de esquina; y el quinto llegó tras un gravísimo error del arquero birmano que dejó en bandeja el tanto a Lewis.
Con este 1-5 final, Myanmar se marcha sin haber puntuado en el torneo, mientras que los anfitriones han quedado terceros en su grupo. Sin embargo, tiene pinta de que con el golaverage que tienen, se clasificarán para los octavos de final.
Eso es lo que parece esta selección sub-20 de Myanmar: el equipo de mi pueblo. Está claro que suficiente han hecho llegando hasta esta fase final que se está disputando en Nueva Zelanda, es más, es una gesta épica el estar presentes. Pero claro, no están para competir a este nivel. Excepto un jugador: Aung Thu.
Un jugador habilidoso y con un muy buen disparo. La estrella indiscutible de los birmanos -sí, birmanos, ni myanmarenses ni myanmareños según la RAE, que también indica que debería referirme al país como Birmania y no como Myanmar- ha dejado muy buenas sensaciones entre los que hemos visto este encuentro.
El partido fue entretenido, sin duda. El dominio alterno en los primeros veinte minutos -primero para Nueva Zelanda, luego para Myanmar- provocó ocasiones desde el comienzo, pero ningún disparo fue entre los tres palos. Fue en el 28´ cuando apareció Thu. Aguanta la línea del fuera de juego atacando por la izquierda, recibe la pelota en el pico del área, avanza, hace un recorte hacia dentro con el que Messenger se va al suelo, toquecito para acomodar la pelota, y disparo con rosca a la segunda escuadra. Como los maestros de este deporte. Era el 1-0.Estuvo muy cerca de hacer el 2-0, que hubiera supuesto el éxtasis birmano. Zapatazo brutal, seco, magnífico, desde su casa en Myanmar. Sin embargo, la fortuna no estuvo con el bueno de Aung Thu y el larguero repelió hacia abajo el tiro con mucha violencia. No entró, por un par de centímetros. Como mucho.
Sin embargo, los anfitriones siguieron intentándolo, y lograron el empate justo antes del descanso. Centro raso de Wynne que remate Billingsley a placer, solo, en la frontal del área pequeña. Myanmar comenzaba a parecerse al equipo de mi pueblo.
Ya en la segunda parte, los errores defensivos y el cansancio físico y mental acabaron con las esperanzas birmanas. Solo Thu llevó peligro un par de veces. Se vino la remontada, inapelable, ayudada por un rigor defensivo nulo de los asiáticos.
El 1-2 lo hizo Patterson tras una buena jugada de los neozelandeses. El dominio de los all whites era total, pero los goles se resistieron hasta la parte final. El 1-3, de Stevens, nada más entrar al terreno de juego sustituyendo a un Messenger humillado por Thu. El 1-4, Brotherton, con la testa, en un saque de esquina; y el quinto llegó tras un gravísimo error del arquero birmano que dejó en bandeja el tanto a Lewis.
Con este 1-5 final, Myanmar se marcha sin haber puntuado en el torneo, mientras que los anfitriones han quedado terceros en su grupo. Sin embargo, tiene pinta de que con el golaverage que tienen, se clasificarán para los octavos de final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario