Por Jon Fernández (@Mur_98)
Christchurch acogía el segundo encuentro de Alemania y Uzbekistán en el presente Mundial sub-20. En el primero, los germanos golearon por 8-1 a Fiji, mientras que los asiáticos cayeron ante Honduras por 3-4. Ambos conocían antes de arrancar el choque el otro resultado del grupo: Fiji había dado la sorpresa y había goleado por 3-0 a Honduras, así que los uzbekos iban a quedarse con opciones de pasar a octavos aun perdiendo el partido.
El objetivo era claro para ellos: encajar la menor cantidad de goles posible. Y para ello, su técnico, Ravshan Khaydarov, tiró del libreto de Roberto di Matteo. 4-4-2 con todos los jugadores en campo propio y poquísimo espacio entre líneas. Eso sí, con el balón en su poder, los uzbekos no dieron tres pases seguidos y recurrieron constantemente a pelotazos sin sentido alguno.
A Alemania le costó abrir la lata, e incluso crear ocasiones. Durante los primeros veinte minutos, un disparo lejano y centrado en el que el arquero Khamraev no estuvo muy fino y acabó deteniendo en dos tiempos fue la oportunidad más clara. Poco más tarde, probó fortuna Bauer, también desde fuera, pero su tiro se marchó por encima del larguero del arco asiático. No fue hasta el 33´ cuando llegó la primera ocasión clara y el primer gol: Stendera ejecutó por encima de la barrera una falta producida en la frontal, y el disparo acabó dentro, con un poco de colaboración del portero.
Los europeos continuaron con el absoluto dominio del esférico, y llegaron al descanso con esa ventaja de 1-0 en el luminoso que hacía justicia, pese al buen trabajo defensivo de Uzbekistán.
En los segundos 45 minutos, el choque continuó de una forma parecida, pero los uzbekos se fueron viniendo abajo físicamente poco a poco, y comenzaron a dejar más espacios y a cometer errores. Un gravísimo fallo en la salida de balón fue, precisamente, lo que provocó el segundo gol. Akpoguma robó muy arriba, avanzó unos metros y disparó cruzado para que el esférico acabara dentro de la portería de Khamraev.
Los asiáticos siguieron intentando no encajar más tantos, porque el golaverage puede ser decisivo en este grupo, pero no lo lograron. Tras un par de avisos en los que Alemania logró combinar bien, en una jugada, precisamente, combinativa, Dudziak le dejó el esférico en bandeja a Stendera para que este batiese de nuevo a Khamraev e hiciese el definitivo 3-0 ya en la recta final.
Con ese claro resultado que evidencia la diferencia de nivel entre ambos terminó el choque. Alemania ya está en octavos de final, mientras que Uzbekistán necesita ganar a Fiji, que los germanos hagan lo propio ante Honduras, y esperar a que se decida la clasificación por golaverage.
Christchurch acogía el segundo encuentro de Alemania y Uzbekistán en el presente Mundial sub-20. En el primero, los germanos golearon por 8-1 a Fiji, mientras que los asiáticos cayeron ante Honduras por 3-4. Ambos conocían antes de arrancar el choque el otro resultado del grupo: Fiji había dado la sorpresa y había goleado por 3-0 a Honduras, así que los uzbekos iban a quedarse con opciones de pasar a octavos aun perdiendo el partido.
El objetivo era claro para ellos: encajar la menor cantidad de goles posible. Y para ello, su técnico, Ravshan Khaydarov, tiró del libreto de Roberto di Matteo. 4-4-2 con todos los jugadores en campo propio y poquísimo espacio entre líneas. Eso sí, con el balón en su poder, los uzbekos no dieron tres pases seguidos y recurrieron constantemente a pelotazos sin sentido alguno.
A Alemania le costó abrir la lata, e incluso crear ocasiones. Durante los primeros veinte minutos, un disparo lejano y centrado en el que el arquero Khamraev no estuvo muy fino y acabó deteniendo en dos tiempos fue la oportunidad más clara. Poco más tarde, probó fortuna Bauer, también desde fuera, pero su tiro se marchó por encima del larguero del arco asiático. No fue hasta el 33´ cuando llegó la primera ocasión clara y el primer gol: Stendera ejecutó por encima de la barrera una falta producida en la frontal, y el disparo acabó dentro, con un poco de colaboración del portero.Los europeos continuaron con el absoluto dominio del esférico, y llegaron al descanso con esa ventaja de 1-0 en el luminoso que hacía justicia, pese al buen trabajo defensivo de Uzbekistán.
En los segundos 45 minutos, el choque continuó de una forma parecida, pero los uzbekos se fueron viniendo abajo físicamente poco a poco, y comenzaron a dejar más espacios y a cometer errores. Un gravísimo fallo en la salida de balón fue, precisamente, lo que provocó el segundo gol. Akpoguma robó muy arriba, avanzó unos metros y disparó cruzado para que el esférico acabara dentro de la portería de Khamraev.
Los asiáticos siguieron intentando no encajar más tantos, porque el golaverage puede ser decisivo en este grupo, pero no lo lograron. Tras un par de avisos en los que Alemania logró combinar bien, en una jugada, precisamente, combinativa, Dudziak le dejó el esférico en bandeja a Stendera para que este batiese de nuevo a Khamraev e hiciese el definitivo 3-0 ya en la recta final.
Con ese claro resultado que evidencia la diferencia de nivel entre ambos terminó el choque. Alemania ya está en octavos de final, mientras que Uzbekistán necesita ganar a Fiji, que los germanos hagan lo propio ante Honduras, y esperar a que se decida la clasificación por golaverage.
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