jueves, 21 de noviembre de 2013

El comandante que gobierna en Portugal

Por Pablo Fuste

Cristiano Ronaldo se posiciona a un paso del balón de oro después del espectáculo del luso el martes pasado. Ronaldo metió a Portugal en el bombo para el próximo mundial, él solito. ¿Por qué? Porque el portugués marcó un hat-trick que hizo sombra al doblete de la otra estrella que había sobre el campo, Zlatan Ibrahimovic. La mayoría de los espectadores no veían un Suecia-Portugal, veían un C.Ronaldo-Z.Ibrahimovic. Los dos con posibilidades de ganar el próximo balón de oro, especialmente Crisitiano, se enfrentaban en una última batalla a vida o muerte antes de Brasil. Ir al mundial o verlo en el sofá. Los portugueses contaban con el viento de popa, pues un gol de Cristiano Ronaldo en Lisboa les había puesto el marcador a favor, 1-0. Pero Suecia no se iba a dar por vencida. Suecia jugaba en casa. Suecia no se achantaba con los portugueses. Suecia tenía a Ibrahimovic.

En el primer tiempo no ocurrió practicamente nada. A Portugal le servía el marcador, y Suecia no quería arriesgar en exceso desde el principio. Y así acabaron al descanso, con un 0-0 en el marcador.
 
Pero cinco minutos después del inicio de la segunda parte, una carrera de Ronaldo que cruzaba desde la derecha hasta la izquierda del campo, le plantó delante del portero y con una definición cruzada, los portugueses empezaron ya a oler el ambiente de Rio de Janeiro. Pero los suecos, como los vikingos, sus antepasados, no se dieron por vencidos. Ibrahimovic sabía que esa era posiblemente su última oportunidad para asistir a un mundial en su carrera. No la quería dejar pasar tan fácil. A los 18 minutos del gol vimos al sueco en acción. Al saque de un córner a favor de los nórdicos, una figura de amarillo se elevó sobre la defensa de Portugal y, con un cabezazo, hizo que Rui Patricio recogiese el balón de dentro de la red. Suecia podía y Zlatan lo sabía. Solo cuatro minutos después, otra vez Ibrahimovic volvía a dar esperanzas reales a Suecia. Ellos podían coger el último ticket para Brasil. Una falta al borde del área fue suficiente para que Zlatan colocase el balón fuerte y a media altura al lado del portero. Era la noche de Ibrahimovic. El delantero del club parisino había colocado a su selección a un gol del mundial.

Pero a los suecos les iban a durar muy poco las esperanzas. El último ticket para Brasil se lo iban a llevar los portugueses y el comprador era Cristiano Ronaldo. Cinco minutos fueron los que el estadio sueco estuvo cantando. ¿La razón? Ronaldo se plantó delante del portero. Los suecos volvían a perder la llave para entrar en Brasil y, a tan poco tiempo del final, les sería muy complicado encontrarla. 2-2.

Cristiano Ronaldo celebrando un tanto
Los suecos no esperaban el tercero. Todavía andaban conmocionados por el golpe del crack madridista cuando él mismo lanzó un último puñetazo que hizo caer al contrincante. Otra vez, perseguido por defensas suecos, a la contra, sentó al portero y colocó el tercero en el luminoso para los lusos. Suecia solo podía rendirse ante el mejor jugador del planeta a día de hoy. Solo había un jugador sobre el campo que podía discutirle ese puesto. Ibrahimovic. No lo siguió intentando. Como toda Suecia, observó como pasaban los últimos compases del partido, mientras lamentaba que esa iba a ser seguramente su última opción para participar en un mundial, y esta había sido arruinada por un 'bicho' portugués.

El partido había concluido y las palabras de Ibrahimovic se limitaron a felicitar a Portugal y a Cristiano, y por supuesto, añadió un último toque de su divertida arrogancia diciendo que un mundial no valía la pena verlo si él no participaba. Portugal entra en el mundial y Cristiano se corona como el rey del fútbol mundial.

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