Por Hugo Iglesias (@HugoSerbio)
Los brasileños han logrado dar un golpe de efecto sobre la
mesa ganando un partido trampa, una victoria de las que se suelen llamar psicológicas.
Y es que fue un encuentro con dos caras; la primera, en los
45 primeros minutos con el equipo europeo apretando. El premio vino en el
minuto 8’ cuando un tiro lejano de Mervo entró a gol. La polémica vino de manos
de Jean, que no logró blocar de primeras el chut y en el rechazo el árbitro juzgó
que el balón rebasó la línea; gol fantasma, pero que subió al electrónico.
De repente en el minuto 16’ y tres minutos después de ver
una amarilla, Tamas, cayó en error de hacer una falta sin sentido que le costó
otra tarjeta del mismo color. Los húngaros tenían que afrontar el partido con
un jugador menos.
Pese a este contratiempo, el equipo europeo seguía creando
opciones de peligro de cara a puerta. Todo gracias a Kalmar, primero buscando
un chut desde fuera y acto seguido con una falta la cual el portero brasileño,
de nuevo, no logró blocar de primeras.
La primera parte murió con Brasil intentando llegar a portería
rival pero sin éxito, gracias al buen hacer de todo el equipo húngaro en
defensa.
Todo cambió en la segunda; la selección sud-americana empezó
en el 48’ con un tirazo de Pereira que paro excepcionalmente Szekely, balón a
córner. Y fue a partir de ahí cuando todo pareció mucho más claro para los
brasileños; un testarazo de Danilo que
en este caso, nada pudo hacer el portero húngaro.
El monólogo de Brasil, fue cada vez más notorio, Hungria con
un bajón físico claro, a causa de jugar con uno menos, se veía cada vez mas
apurada para defender tan bien como en la primera parte. Los brasileños, buscaban el gol de todas las
maneras, liderados sobre todo por Boschilla que casi logra el anotar con una serie
de buenos tiros de larga distancia; además de Pereira, un jugador con muy
buenas maneras.
En el 84’ Gabriel volvió loca a la defensa Húngara con un
par de driblings y rechaces que le hicieron llegar al área, el portero tocó al
atacante pero no lo derribó; el árbitro vio suficiente para pitar penalti. El
encargado de lanzar la pena máxima fue Pereria que tiró al lado izquierdo de
Szekely, que casi logró pararlo.
Brasil, tiene todo de cara para ser primera del grupo E gracias
a la insistencia y a buscar siempre finalizar jugadas, sobre todo con tiros
lejanos para evitar las contras húngaras. De los europeos destacar lo fácil que
llegan a puerta y el excelente orden táctico sobre el terreno de juego,
liderado por Kalmar.
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